Por fin hemos podido ver imágenes del dictador en su lecho del hospital, incluso un video realizado junto a su heredero Chávez. Más allá del montaje o no que pueda suponer, lo más relevante es el estilo moderno del sátrapa, con su chándal Adidas último modelo, referente claro del “bienestar” y “alto nivel “ que se respira en la Isla.
Aunque es de suponer que se lo habrán regalado, no creo que el ínclito barbudo tenga problemas en comprárselo teniendo una de las fortunas más grandes del mundo. Propaganda se me dirá, de los imperialistas que quieren desvirtuar la pureza revolucionaria del comandante felón, pero mas allá de que tenga un millón mas o un millón menos, la verdad es que siendo el dueño de la isla tampoco necesitará ir con moneda por ahí, seguro que tiene todos los gastos pagados.
Volviendo al new look del prócer asesino, verle si su uniforme verde oliva da una sensación de fin de era, como si el interfecto quisiera decir, mediante ese lenguaje vestimental, que su era se está acabando y que si sobrevive a la enfermedad ya no detentará el poder. No se si eso es mi deseo, como el de todos aquellos que creemos que Cuba merece la libertad, como todos los pueblos del mundo, o verdaderamente el ínclito jesuítico devenido marxista ha decidido por necesidad o voluntad, dejar paso al Partido, con mayúsculas pues ya sabemos que partido no hay mas que uno y a ti te encontré en la calle.
De cualquier forma, se agradece esa imagen de Castro postrado en el lecho del dolor, comiendo yogur y con chándal de marca no revolucionaria, pues ello demuestra que el caiguarán no lo es tanto y que “héroe” o no es un ser humano que ya declina, para alegría de unos y tristeza de otros, pero generando esperanzas de una Cuba democrática, justa y económicamente avanzada.
El caiguarán con chándal tal vez está reconociendo, implícitamente, que a la hora de la verdad mas valen los productos generados por la economías libres que aquellos realizados con “fervor” revolucionario, pues años de dicho “fervor” no parece que hayan traído el bienestar a los cubanos con mas del 20% de su población fuera de la isla, ni siquiera en forma de chándal revolucionario.
En definitiva, la imagen “deportiva” de Fidel lo que demuestra es el patetismo de un hombre que quiso ser el exponente del “hombre nuevo” marxista, del revolucionario sin tacha, del “libertador” de su pueblo oprimido por la dictadura batistiana y las mafias norteamericanas y ha devenido en carcelero de su pueblo, destructor de su economía y consentidor de una Cuba convertida en prostíbulo de Europa, para terminar enfermo, como cualquier humano, en un hospital desde donde, de forma mas patética que honrosa, intenta seguir siendo ese prócer de América hispana, cuando no es mas que un triste despojo de la historia.
Aunque es de suponer que se lo habrán regalado, no creo que el ínclito barbudo tenga problemas en comprárselo teniendo una de las fortunas más grandes del mundo. Propaganda se me dirá, de los imperialistas que quieren desvirtuar la pureza revolucionaria del comandante felón, pero mas allá de que tenga un millón mas o un millón menos, la verdad es que siendo el dueño de la isla tampoco necesitará ir con moneda por ahí, seguro que tiene todos los gastos pagados.
Volviendo al new look del prócer asesino, verle si su uniforme verde oliva da una sensación de fin de era, como si el interfecto quisiera decir, mediante ese lenguaje vestimental, que su era se está acabando y que si sobrevive a la enfermedad ya no detentará el poder. No se si eso es mi deseo, como el de todos aquellos que creemos que Cuba merece la libertad, como todos los pueblos del mundo, o verdaderamente el ínclito jesuítico devenido marxista ha decidido por necesidad o voluntad, dejar paso al Partido, con mayúsculas pues ya sabemos que partido no hay mas que uno y a ti te encontré en la calle.
De cualquier forma, se agradece esa imagen de Castro postrado en el lecho del dolor, comiendo yogur y con chándal de marca no revolucionaria, pues ello demuestra que el caiguarán no lo es tanto y que “héroe” o no es un ser humano que ya declina, para alegría de unos y tristeza de otros, pero generando esperanzas de una Cuba democrática, justa y económicamente avanzada.
El caiguarán con chándal tal vez está reconociendo, implícitamente, que a la hora de la verdad mas valen los productos generados por la economías libres que aquellos realizados con “fervor” revolucionario, pues años de dicho “fervor” no parece que hayan traído el bienestar a los cubanos con mas del 20% de su población fuera de la isla, ni siquiera en forma de chándal revolucionario.
En definitiva, la imagen “deportiva” de Fidel lo que demuestra es el patetismo de un hombre que quiso ser el exponente del “hombre nuevo” marxista, del revolucionario sin tacha, del “libertador” de su pueblo oprimido por la dictadura batistiana y las mafias norteamericanas y ha devenido en carcelero de su pueblo, destructor de su economía y consentidor de una Cuba convertida en prostíbulo de Europa, para terminar enfermo, como cualquier humano, en un hospital desde donde, de forma mas patética que honrosa, intenta seguir siendo ese prócer de América hispana, cuando no es mas que un triste despojo de la historia.
1 comentario:
Estimado Carlos
Cuando dices:
«Volviendo al new look del prócer asesino, verle sin su uniforme verde oliva da una sensación de fin de era, como si el interfecto quisiera decir, mediante ese lenguaje vestimental, que su era se está acabando y que si sobrevive a la enfermedad ya no detentará el poder»
A mi me pareció exactamente lo mismo, aunque con un poco de "cachondeo" preferí llamarle el "patrocinio de Adidas" (http://www.libertaddigital.es/opiniones/opi_desa_32839.html) para la transición cubana que se avecina, te invito igualmente a leerlo.
Un fuerte abrazo,
Wen
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