No
cabe la menor duda que el Sr. Assange no es un defensor de la libertad de
expresión sino un contumaz antioccidental deseoso de perjudicar a la misma.
Curiosamente su página nunca aportó datos de Cuba, Corea del Norte o Venezuela,
solo de las potencias occidentales, intentando presentar lo que es la lógica
der los secretos en una conspiración mundial.
Ignoro
si este caballero es culpable de los delitos que se le achacan, pero no tengo
dudas sobre la justicia británica y sueca. Pues bien, en vez de enfrentarse a
las acusaciones ha preferido refugiarse en la embajada de un país que, recordémoslo,
ha cerrado más de 30 medios de comunicación privados y encerrado y a tacado a
periodistas y otros. Es decir, que el supuesto defensor de la libertad de
información pide asilo a un país amordazado, ¡caramba!.
No
solo eso, alega que podría ser extraditado a EE.UU: y allí ser condenado por
traición, por algo lo dirá, aunque el gobierno norteamericano no ha pedido su
extradición en ningún momento.
Como
los mafiosetes se unen, ha salido Venezuela en defensa de este individuo y su principal
abogado es el inefable y condenado Garzón. Con esa pléyade en torno al Sr
Assange podemos irnos haciendo una idea de que pájaro de cuenta es el
caballero.
Los
llamados círculos progresistas apoyan al imputado, olvidando que el estado de
derecho no está en cuestión ni en Suecia
ni en el Reino Unido, y si en Ecuador, Venezuela, etc..Parece que e frente a
las impecables democracias europeas, los “garzones” y compañía cierran filas
con los totalitarios, lo que no puede sorprendernos después de todo lo que el
inefable ex juez ha realizado.
La
libertad de expresión no puede jugar con las informaciones reservadas que los
estados mantienen tanto interna como externamente, las mamarrachadas de Assange
han podido costar vidas humanas de gente que defendían a sus países y, en
muchos casos, nuestros valores. Este “caballero” no es mas que un mercader, de
noticias sin ningún respeto, consideración, por no hablar de patriotismo. En potra época y otro
país hubiese sido juzgado y ejecutado por traidor, aquí y ahora puede decir lo
que quiera y tiene derecho a un juicio justo. El Reino Unido debe hacer todo lo
posible para llevarlo ante la justicia sueca y que esta decida, siempre será
infinitamente más justa que la ecuatoriana, venezolana o “garzoniana”.