domingo, abril 29, 2012

Debilidad conservadora


La información referente a que el gobierno va a dar luz verde a la llamada “vía Nanclares” para los asesinos de ETA es un mala noticia. Si bien no se trata de una amnistía general, si abre posibilidades para la salida en masa de presos etarras.

Ciertamente, la actuación durante años del PSOE y del gobierno de Rodríguez para conseguir un acuerdo con ETA, incluso favoreciendo actuaciones en el Parlamento europeo y la presencia de “personalidades” internacionales, ponía difícil la situación al nuevo gobierno, muy centrado en la brutal crisis económica y con ansias de poder despejar otros problemas. Pero también demuestra la debilidad ideológica del actual PP que si bien le permite aunar muchas voluntades del centro y la derecha, le debilita a la hora de plantear un modelo institucional.

A ello debemos añadir que la actual dirección del PP en el País Vasco es mucho mas entreguista que las anteriores, los Oyarzábal y compañía sufren un cierto síndrome de Estocolmo, lo que unido a la presión de la izquierda abertzale y la de un PSOE totalmente  proacuerdo, hace que se tambalee la firmeza conservadora.

Los perdedores son las víctimas del terrorismo y, por extensión, la ciudadanía española que tanto ha sufrido y que tantas veces hemos salido a la calle para conseguir que los terroristas asesinos paguen sus deudas con la sociedad, lo que ahora puede no ocurrir.

Los políticos piensan que si llega la paz la ciudadanía dará por buenos los acuerdos a los que se lleguen, sin darse cuenta que el honor, la dignidad y la justicia no pueden servir de moneda de cambio por esta supuesta paz que, no necesariamente, llegará, pues los terroristas y sus aliados políticos cada vez pedirán más, hasta conseguir sus objetivos totalitarios y mientras tanto seguirán amenazando y actuando.

Niego  la mayor, que este tema tenga que ver con el irlandés, pero si queremos ver algún reflejo veamos como los terroristas del IRA han seguido matando y, hoy mismo, la policía ha c conseguido abortar dos coches bomba, ¿es paz eso? Y no se puede decir que al IRA y a su partido no se le hayan hecho concesiones.

Solo cuando la firmeza policial actúa se consigue la victoria y solo debemos recordar a la RAF alemana, a los separatistas del sur del Tirol o Acción Directa. Cuando se ha pactado, normalmente la paz no se ha conseguido y los terroristas han acabado triunfando.

El PP debe recordar que una parte importante de su electorado no quiere que se pacte con los asesinos sean de ETA, del GRAPO o islamistas, eso lo dejamos para la izquierda, tan aficionada al ”pactismo” como acabamos de ver con el tema de Argentina en el Parlamento europeo. Los conservadores deben hacer honor a su condición y plantar cara firme a los terroristas y sus adláteres, impidiendo que las Provincias vascas se conviertan en una Albania de tiempos del comunismo que es lo que quiere esta escoria retrógrada y a la que no parece hacerles asco un PSOE entreguista y cobardón, decidido a mantener el poder aunque sea gobernando con HB, cosa que no van a conseguir, cumpliéndose aquel dicho de “perdiste el honor para conseguir la paz y has conseguido el deshonor y la guerra”, ¿quiere el PP llegar a pactos con esa gente?, ¿olvidará a sus muertos, heridos y familias destrozadas y al resto de las víctimas?, ¿venderá el honor de España por una falsa paz?, si es así habrá perdido el honor y la paz así como el beneplácito de una ciudadanía que tanto le apoyó el 20N.  

lunes, abril 16, 2012

Hipócritas

La lesión sufrida por el rey en Botsuana durante una cacería ha significado el arranque de una campaña antimonárquica de gran calado, capitaneada por la izquierda, especialmente el PSOE y parte de esa derecha entreguista al “progresismo”.

Dicha campaña da vergüenza ajena, porque se basa en unos hechos que se pueden considerar normales. Que el rey vaya de caza es lo mismo que ha hecho el “establishment” español desde tiempos remotos, que vaya a África puede ser menos normal pero no entre la élite. Nunca olvidemos que la caza ha sido un pasatiempo “chic” y de hacer negocios y también ha servido para acordar castigos al enemigo , ¿o ya no recordamos las cacerías de Garzón con ministros y jefes de policía?, ¿Por qué no se critican dichas actividades por parte de esa izquierda “tan social”?.

Si cazar un elefante cuesta 36.000 euros, supongo que salen del bolsillo del monarca, ciertamente abonado por los españoles, pero también pagamos a ministros, jueces, presidentes de comunidad, etc., por tanto sería parte del sueldo real y con ello hace lo que le parece, ¿o acaso los españoles tenemos que pedir permiso para hacer con lo nuestro lo que queramos?.

Se ha dicho que en momentos de crisis irse al país africano de caza es una frivolidad, ¿y endeudarse parta irse de vacaciones como hacen muchos ciudadanos?, ¿eso qué sería?. Millones han salido esta Semana Santa y nadie les ha criticado, entre ellos el poder político, mediático y social y nadie les ha criticado, cuando muchos viven del erario público y usan para sus vacaciones medios públicos.

También se ha criticado que con ese dinero se podían haber hecho cosas mejores, ¡y con el de las copas y comidas, cenas o puticlubs!, pero evidentemente, resulta ridículo plantear ese tema, porque todos podríamos hacerlo.

No  menos se ha dicho que el rey debe dar ejemplo y, e videntemente, es cierto, pero si por unas vacaciones debería dimitir como dice el PSOE, ¿qué no deberían hacer los Griñán y compañía con sus juergas cocainómanas?.

No creo ser sospechoso de monárquico juancarlista, mi último rey favorito fue Felipe II y nunca he sido entusiasta del actual monarca o de los Borbones en general y así lo he reflejado en diversas ocasiones, pero no lo he sido ni ahora ni cuando todo el mundo, Carrillo o Felipe incluidos, hacían loas del personaje, pero eso no implica que vea claramente, que se trata de la continuación de la ofensiva pro republicana iniciada por Rodríguez en aras de un sistema que ignoró a media España, asesinó a miles de personas y nos abocó a una brutal guerra.

Frente a esa república asesina y sectaria, prefiero esta monarquía, con sus errores, que no son pocos, pero, por lo menos no sectaria. Atacar al rey por esa cacería es una hipocresía por parte de quienes, ¡o casualidad!, mas se aprovechan de las prebendas públicas, como son los socialistas y los nacionalistas, trincones donde los haya y malversadores a más no poder. La verdad es que el ataque es contra la democracia, la libertad y la estabilidad, porque como bien dijo Pablo Iglesias, “respetaremos el orden legal si nos conviene, en caso contrario no lo acataremos” y eso está en las actas del Congreso, pues lo dijo como diputado. Así que con esas gentes, cuidado con hacerles el juego falaz de la crítica con intereses bastardos.

sábado, abril 14, 2012

La traición aletea en el ambiente

La estrepitosa derrota del PSOE en las elecciones regionales, municipales y nacionales, incluyendo Andalucía aunque pueda seguir en el poder, ha sido un golpe tremendo, no solo desde el punto de vista político, sino y, esencialmente, económico. El socialismo español ha creado una red de clientelismo tan compacta y compleja que la pérdida de tanto poder les condena a una situación difícil y ya se están produciendo despidos de trabajadores en el partido, lo que no  les importa mucho, pero si como quedan el aparato, acostumbrado a vivir del momio y los paniaguados que les han permitido mantener el poder.

Por ello creo que los análisis que se están haciendo sobre la presión socialista en la calle y el rechazo a cualquier acuerdo en el Parlamento, incluyendo votar contra sus propias leyes, tiene menos que ver con desgastar al gobierno que con su intento de llegar al poder en un gobierno de concentración.

La izquierda siempre ha considerado bastante cobardona a la derecha, incapaz de aguantar la presión de los grupos de choque, lo que he llamado en algún otro “post” la “guardia roja” formada por el 15M, los anti sistema y los delegados sindicales social-comunistas, con lo que harían flaquear al Gobierno. Ello unido a que los poderes fácticos quieren estabilidad y sus relaciones con la izquierda, sobre todo socialista, siempre ha sido, paradójicamente, mejor con el PSOE que con el PP y para ello baste recordar las loas de Botín y otros a Rodríguez, hace viable el proyecto.

Por eso, consideran que esa presión en la calle con incidentes como los de Barcelona, mas la pinza con los separatistas y neoterroristas forzarán al “establishment” y a los socios internacionales a presionar para ese gobierno de coalición que permitiría recuperar parte del poder económico y político y posicionarse cara a las próximas elecciones. Por supuestos que los millones de parados, la brutal crisis en que nos han dejado o el desdoro internacionales importa un ardite, ellos quieren recuperar el momio del poder.

Junto a ellos los nacionalistas catalanes y los neoterroristas vascos presionan también, los primeros intentando seguir succionando la economía del resto de España y los segundos, en connivencia con la izquierda, intentado alcanzar el poder en las provincias vascas como primer paso hacia la independencia. Para ello el PSOE vasco está encantado, como Eguiguren reconoció: romper con el PP y pactar con Batasuna y formar un gobierno de coalición.

Con ello tenemos la traición a España y además sin empacho alguno: el afán de poder de los socialistas, la irracionalidad stalinista de IU y los intentos de separar de la Patria a catalanes y vascos, forman el conglomerado antiespañol.

Frente  a eso, ¿qué se puede hacer?, lo primero denunciarlo y a partir de ahí formar piña en defensa de la unidad de España y de sus intereses socio-económicos-políticos. No será el socialismo rubalcabiano ni el terrorismo vasco ni el victimismo catalán quién saque a España de la crisis actual, solo la unidad de todos los españoles, rechazando a quienes por intereses bastardos, prefieren la destrucción de España y obligando a esos partidos a batirse en retirada.

No debe acobardarnos las demostraciones callejeras, ni los intentos rupturistas de la escoria separatista, debemos ser firmes en nuestros planteamientos, defensa de la libertad y de la unidad de España, demostrando a ese lumpen que no representan más que sus intereses propios e inmorales.