sábado, febrero 26, 2011

Déjà vu

Occidente se encuentra atónito ante la ola de revueltas que se están produciendo en el llamado Mundo árabe. Una vez mas, nuestras endebles democracias no saben que hacer ante la ola que se extiende desde el Atlántico al Golfo Pérsico. Frente a dictadores a los que se les ha bailado el agua durante décadas, frente a los asesinos que incentivaron el terrorismo y a los que se les perdonó por mor del business, la arremetida de sus pueblos contra ellos no parece ser asumida por nuestra decadente clase dirigente.

Durante años hemos visto pasearse a los Ben Alí, Mubarak o Gadaffi entre las sonrisas untuosas y serviles de banqueros, intelectuales, periodistas, políticos, etc.. Mamarrachadas del estilo de Gadaffi con su corte de tetonas “guardaespaldas” y congregando a jovencitas europeas para hablarles de lo bueno que es el Islam y que las aticen sus maridos, rematado con frases del estilo “el Islam es la salvación de Europa”, coreadas con aplausos. Curiosamente, esas señoras y señoritas que jaleaban al bufón asesino o callaban ante sus dislates son las que, muy ofendidas, salen a la calle contra Berlusconi porque retoza en sus residencias privadas, eso es una humillación a las mujeres, pero no el servilismo ante el libio, ¡curioso!.

Volviendo al tema central, no debería sorprendernos la actitud de los gobiernos supuestamente democráticos, sean de derechas o izquierdas, pues su obnubilación ante los sátrapas es la historia del siglo pasado. Cuando comunistas, fascistas y nazis empiezan a tomar impulso, las democracias intentan apaciguarlos, así ocurrió con el Reino Unido, Francia y EE.UU. en 1919, cuando podían haber instaurado una Rusia democrática y abandonaron a sus aliados Blancos ( Denikin, Kolchak o Wrangel ) por miedo al virus comunista que luego se expandió. Algo similar pasó con los nazis, pues en 1933-34, Hitler pudo ser frenado sin demasiados problemas, pero la blandengue Europa prefirió hacer concesiones al monstruo que culminaron con la entrega de parte de Bohemia y Moravia, el famoso territorio de los Sudetes, a los nazis entre el alborozo general de gobernantes y pueblos que creían salvar la paz y perdieron ésta y el honor, pues Adolfo se comió Checoslovaquia poco después y a continuación….ya conocemos la historia.

Con el triunfo del comunismo en la S.G.M., otra vez Occidente reculó y de no haber sido por EE.UU., posiblemente toda Europa hubiese caído bajo el régimen asesino de Stalin, Beria, Molotov y sus acólitos, solo la enérgica actuación, Puente Aéreo de Berlín incluido, en 1948-49 frenó las ínfulas soviéticas, pero se estableció un status quo muy favorable a Moscú bajo el que gimieron decenas de millones de personas hasta 1989, siempre con la aquiescencia de los “demócratas” europeos y, también algunos americanos.

Liquidado el comunismo por sus propias contradicciones y la actitud de Reagan Thatcher y el gran Juan Pablo II, aunque no es todos los sitios, recordemos que gobierna en Cuba, Corea del Norte, Laos, Vietnam y China como mínimo u oficialmente, se inició la época de los pequeños dictadores, como o Milosevic. Pero también se les bailó el agua, en Europa hasta 1999 y en el caso de Saddam hasta 2003, ora por su petróleo, ora por su oposición a los ayatollahs, que, por cierto, llegaron al poder por la estulticia, sobre todo del Presidente estadounidense Cárter y el francés Giscard, que lejos de apoyar a los elementos liberales entregaron el poder en bandeja a los clérigos, ¡otro acierto!.

Cuando EE.UU. decide acabar con Hussein tras el 11S, la mayoría de los países se levantan…contra los norteamericanos iniciándose una de las mas absurdas, cretinas y ridículas campañas antiamericanas de la historia. Poco importaba que Saddam liquidase a su propio pueblo, la excusa es que EE.UU., solo quería proteger el petróleo, cosa absurda cuando el propio Saddam cuatro días antes de la invasión le había ofrecido a Bush Jr.el control de sus campos de crudo, pero así se escribe la historia.¡Eso sí!, cuando las tropas americanas mas o menos han pacificado el país, chinos, rusos, franceses, todos excepto estadounidenses, se han llevado las concesiones petrolíferas, ¡vaya, vaya!, ¡petróleo para aquellos que no expusieron la sangres de sus soldados!.

Esos antecedentes hace que no debamos sorprendernos de que si a Ben Alí se le liquidó sin problemas, es un pequeño país con un dictador ni mucho menos de los peores, pero sin gran cosa que ofrecer y si Mubarak se tuvo que ir, tras muchas dudas de las cancillerías y por razones estratégicas, a Gadaffi, el mas asesino, se le ha tratado con guantes de seda hasta que la llamada comunidad internacional ha visto como el pueblo lo iba expulsando hasta dejarle reducido a Trípoli y poco más. Cuando han constatado que ya no se iban a poder seguir haciendo los sustanciales negocios llegó la hora de aplicar el viejo refrán castellano: “a moro muerto, gran lanzada” y la ONU, la OTAN, bla, bla, bla han empezado a soltar denuestos contra el líder de la revolución verde, ¡eso sí!, de ayudar a los libios que están siendo masacrados, nada de nada, a esperar que caiga como fruta madura. La pregunta es ¿y si, por nuestro abandono y cobardía, la fruta de Libia, Egipto, Túnez, etc. la recogen los Islamistas?.

domingo, febrero 20, 2011

Recuerdo del "PLus Ultra"


Se acaba de cumplir el 85 aniversario del vuelo del Plus Ultra y, prácticamente, ha pasado desapercibido para los medios de comunicación y la opinión pública, lo que demuestra, una vez mas, que este país tiende a olvidar a sus héroes.

Aquella gesta aérea no hubiese sido posible sin el aparato con el que Franco, Alda y Rada realizaron el mítico viaje: el Dornier Wal, un hidroavión, metálico, de líneas muy aerodinámicas, dos motores en tándem, resistente, muy robusto, excelentes motores Napier Lion de 450 CV ( en el caso del Pus Ultra), hélices bipala de madera laminada. La velocidad era de unos 180 kms/hora, siendo la de crucero 150 Kms/hora. España encargó para su Aviación Militar, cuyo primer aparato llegó a Los Alcázares en 1922. Estos primero modelos (3) llevaban motores Hispano-suiza de 300CV, construidos en Italia. Los cuatro siguientes lo hicieron con motores Rolls-Royce Eagle IX de 360 CV. Los aparatos tuvieron una destacada actuación durante la campaña de Marruecos y, posteriormente, durante la Guerra Civil en ambos bandos.

Otros grandes vuelos, aparte del que tratamos, se realizaron con dicho modelo, como el del explorador noruego ártico Roald Amundsen, al Polo Norte o los records conseguido por el italiano Guido, mas de 22, demostrando la valía del aparato.

Volviendo al raid a Buenos Aires, el entonces comandante Ramón Franco, ascendido por méritos de guerra en África, trajo desde la factoría de Pisa, donde se construían los aviones ya que en Alemania tenían dificultades por las prohibiciones tras la P.G.M. y la escasez de logística, el avión en vuelo desde la ciudad italiana a Melilla con escalas en Barcelona y Los Alcázares (Murcia). Allí se terminó de preparar el Wal modelo W-12, matrícula M-MWAL y bautizado Plus Ultra, que el día 19 de enero de 1926 levantaría vuelo desde Melilla a Huelva donde empezó la aventura, el día 22, con el trayecto Palos-Las Palmas. En dicho trayecto, además de los tres grandes protagonistas, fueron el teniente de navío Durán y un fotógrafo, Alonso. El teniente Durán volvería a unirse en la Isla de Fernando de Noronha a la expedición.

La segunda etapa Gando- Cabo Verde se realizó, el día 26, sin problemas, y el 30 se iniciaba la etapa mas larga y peligrosa: 2300 Km. entre Cabo Verde y Recife, pero tuvo que amerizar cerca de la isla de Fernando de Noronha, a 540 kms de Recife, ya que no había apenas luz, cosa que Franco ya suponía. Tras 12 horas y 25 minutos se vio obligado a amerizar a 45 Km. de la isla, haciendo el resto a oscuras y navegando.

Entre Fernando de Noronha y Recife, el vuelo era sencillo pero la rotura de una hélice obligó a volar a ras del agua durante 100Km. Entre Recife y Río y entre ésta y Montevideo no hubo problemas, pero se trata de distancias de más de 2000Km, lo que era una distancia larga, estando en el aire mas de 12 horas. Finalmente, el trayecto Montevideo-Buenos Aires fue un paseo triunfal, siendo recibido, a las 12.27 horas del 10 de febrero de 1926, tras un total de 10.270 Km. y 59 horas y 39 minutos, por una multitud enfervorecida, culminándose una de las mas grandes gestas aéreas de la época y elevando el prestigio de nuestra aviación a límites antes desconocidos, que se plasmarían también con el vuelo de la Patrulla Atlántica a Guinea o el de Barberán y Collar.

Tras esta gesta, los honores para los tres principales protagonistas fueron innumerables y merecidos, aunque ellos querían, esencialmente, seguir volando, así Rada consiguió su título de piloto y volaría con la Aviación republicana durante la guerra.

Finalmente y para recordar el drama que fue la mencionada contienda, recordar que Ramón Franco defendió la causa republicana, aunque al final apoyase a su hermano Francisco, muriendo, en 1938, a bordo de un hidroavión CANT cuando era Jefe de la Aviación de Baleares. Ruiz de Alda fue uno de los fundadores de Falange, siendo fusilado al inicio de la guerra, cuando estaba preso en la Cárcel Modelo de Madrid. En cuanto a Pablo Rada, ferviente republicano, luchó en dicho bando, exiliándose al terminar la misma, para, posteriormente, volver a España, muriendo a los 77 años en su Navarra natal.
Estas brevísimas reseñas sobre los tres ases demuestran que los españoles cuando no se ven involucrados por la política y estamos unidos conseguimos grandes éxitos, mientras que la desunión nos destroza. En cualquier caso sirva este post para rendir homenaje a tres grandes de nuestra historia aeronáutica.

jueves, febrero 17, 2011

Irán, Libia: También los duros sufren




La estulticia de Occidente, su cobardía intelectual, moral y política, ha permitido que las brutales dictaduras musulmanas actúen sin, prácticamente, cortapisas de ningún tipo. Los líderes como Gadaffi, Alí Khameney o Ahmadineyah son tratados de una manera más que respetuosa, cobarde y vil. Hablamos de “Alianza de civilizaciones” para encubrir nuestra renuncia a defender los valores judeo-cristianos y los Derechos Humanos, justificando actuaciones que en Europa conducirían a la cárcel y al oprobio publico. Temas como el acoso sexual, recordemos lo ocurrido la periodista de la CBS en El Cairo, la agresión a homosexuales, incluyendo la muerte, lapidación de adúlteras, cortes de manos a ladrones, etc..¿Que pasaría si en nuestro continente alguien. no musulmán, defendiese algún tema de éstos?. Sin embargo, consideramos casi normal que ocurra en aquellos países e, incluso en los nuestros, donde ya se aplica la sharía en diversas zonas.

Los “progres” y no tan progres, pero siempre políticamente correctos, consideran que las libertades democráticas y los Derechos Humanos no pueden aplicarse a ciertas culturas, como si árabes, persas o chinos no tuviesen el corazón y los sentimientos como los demás, pero esa argumentación etnicista y racista nos libra de luchar en defensa de esos valores y su aplicación mundial.

De poco ha servido que países como Japón, tras la S.G.M, o Corea del Sur, Taiwán, etc. sean ejemplo de democracia, se considera que los árabes en particular y los musulmanes en general no son receptivos a los Derechos Humanos por causa de su apego al Corán, lo cual no deja de ser una excusa falsaria.

Y, he aquí, que, de repente, aunque no tan de repente para un observador medianamente perspicaz, lo que no son nuestros diplomáticos, periodistas y políticos, que la población de esos países empieza a enfrentarse a sus regímenes, pidiendo libertad y justicia. Oleadas de argelinos, tunecinos, egipcios, jordanos, yemeníes, etc. piden trabajo, pero también libertad. Evidentemente, en sociedades tan conservadoras y donde el islamismo ha sido la única vía de escape para esas personas, los peligros de que esa libertad sea manipulada y frustrada por los radicales es obvia, como se vio en Argelia en los ´90. Pero también es cierto que las poblaciones árabes están dando un ejemplo de lucha contra la tiranía.

Los ya mencionados bienpensantes han dicho, vale, las revueltas se producen en países con regímenes corruptos y apoyados por occidente, pero ¡sorpresa!, también se desencadenan en la cuna del fanatismo teocrático más radical del mundo: Irán. Ya tras las últimas elecciones, muchísimos iraníes salieron a la calle para pedir democracia y denunciar el pucherazo electoral, pero occidente les abandonó, no voló en su apoyo como ha ocurrido en Egipto, porque Irán parecía inexpugnable. Ciertamente, su régimen, ya desde los inicios, se protegió, descabezando a un ejército pro-Sha y creando la Guardia Revolucionaria y las milicias juveniles de los Basijs, recreando el modelo nazi, donde la Guardia Revolucionaria serían las S.S. y los Bajsis las Juventudes Hitlerianas. La primera está poderosamente armada, mucho mejor que las fuerzas regulares y la segunda es la gran reserva del régimen. Ante esta situación, occidente no solo abandonó a los reformistas sino que cercenó a los oponentes como los Muyahidines del Pueblo o los grupos kurdos. Pese a ello la oposición violenta de las minorías ha continuado, sobre todo en Beluchistán, pues no olvidemos que en Irán no solo habitan persas, que son únicamente el 61% del total de los cerca de 70 millones de habitantes, también hay fuertes grupos árabes, azeríes, kurdas, baluchis, turcomanas y tribus como los kashgais. Estas minorías oprimidas, se han rebelado en muchas ocasiones contra los ayatollahs, pero occidente, mas pendiente de los negocios y, también, por la aureola de la revolución del ’79, que realmente poco tuvo que ver con los ayatollahs, aunque estos la secuestraran gracias al apoyo de aquel fantasmón Presidente de EE.UU., Cárter y el no menos cretino francés, Giscard, no han querido apoyar ni las acciones armadas ni las políticas.

Pero los pueblos tienen su orgullo y, una vez mas, la gente ha salido a la calle y no solo, como se quiere hacer creer, los estudiantes teheraníes, también en Ispahán y otras ciudades, Tabriz, la gente sale a pecho descubierto a enfrentarse a los sicarios del régimen, dando un ejemplo a todo occidente, a ese occidente adocenado y ovejil.

Pero no solo en Irán, también la Libia de Gadaffi, arde y los contrarios al régimen empiezan a salir a la calle a pedir el fin del asesino dirigente y su régimen, ese régimen que Europa y EE.UU. miman, olvidando sus apoyos al terrorismo y haciendo ridículos tan espantosos como liberar al terrorista de Lockerbie so capa de que estaba gravemente enfermo y se moría, cuando le vemos tranquilamente en Trípoli tras ser recibido como un héroe por el propio hijo de Gaddafi, Saif-al Islam.

Resulta que el pueblo libio, nación inexistente, creada por los vencedores de la S.G.M. para premiar el apoyo de la secta senussi a los aliados, uniendo las antiguas colonias italianas de Tripolitania y Cirenaica junto a Fezzan y darle a Idriss, el dirigente de la secta, un reino, mas o menos lo mismo que hicieron en los ´20 con la creación artificial de Transjordania, hoy Jordania, para otorgarle un trono al hachemita Abdullah. Pues también en esa tiranía terrorista archirica en petróleo, cuyos beneficios se reparten el sátrapa y las compañías petroleras, el pueblo se rebela contra el tirano.

Ya no se trata solo de revoluciones contra regímenes corruptos más o menos prooccidentales, también las brutales tiranías sufren el hambre de libertad y justicia de sus pueblos, su rechazo a los métodos de gobierno dictatorial y tiránico, luchan por recobrar su dignidad, ¿volveremos a dejarlos abandonados?.

martes, febrero 15, 2011

Grandes ignorados(II): Louis-Ferdinand Céline

El Ministro de Cultura francés, Mitterrand, ha suspendido el homenaje a Céline, en el 50 aniversario de su muerte, por su “fuerte antisemitismo”. Resulta curioso que sea el sobrino del Presidente Mitterrand quién hable de antisemitismo, cuando su tío fue un alto funcionario de la Seguridad del régimen de Vichy y no se le impidió ser Presidente de Francia.

Igual de curioso resulta que la antisemita Francia del caso Dreyfuss, esa Francia antisemita del mencionado régimen de la S.G.M., ese hexágono que sigue siendo antisemita, aunque ahora se disfrace de antiisraelismo por “la política hebrea contra los palestinos”, olvidando que esos palestinos son brutalmente antisemitas y que durante la S.G.M. apoyaron a los nazis, entre otros el muftí de Jerusalén, tío, ¡ay los tíos!, del nefasto Arafat, héroe de esos palestinos. Pues bien, esa Francia donde, con unos 500.000 judíos se asaltan mas sinagogas y profanan cementerios de los mismos que de los cristianos, que no son poco asaltados y, por supuesto, muchísimos mas asaltos que a mezquitas o cementerios musulmanes, le niega a Céline, uno de los grandes escritores franceses y europeos, el homenaje “por antisemita”…..

Ciertamente, el escritor lo era, como muchos europeos de la época y actuales. Escribió tres panfletos asquerosos: Bagatelles por un massacre, L´École des cadavres y Les beaux drapeaus, por su antisemitismo, pero resulta mas dudoso que fuera un colaboracionista, entre otras cosa porque, pese a cierta adhesión al nazismo, éste nunca se fió de él, le llegó a encarcelar y persiguieron, no es broma, hasta a su perro.

Céline, que en realidad se llamaba Louis Ferdinand Auguste Destouches, nació en Courbevoie en 1894 y murió en París en 1961. El apodo Céline lo adoptó de su abuelo materno, Céline Guillou. Aunque no era de una familia especialmente rica, estudió en Francia e Inglaterra. Héroe de guerra de la P.G.M., resultó herido en Yprés y, por esa acción a la que se presentó voluntario y coronó con éxito, recibió la medalla militar. Médico y viajero, sirvió en las colonias francesas e inglesas de África. No me extenderé mas sobre su biografía personal, pues se encuentra en cualquier diccionario o libro de literatura medianamente serio. Solo comentar que tras Proust, es el autor francés del siglo XX mas popular y mas traducido.

Este autor, al que se le niega el reconocimiento de su patria, es esencialmente conocido por Viaje al fin de la noche que, evidentemente, es su gran obra. Como otros combatiente de la P.G.M., tras el entusiasmo inicial de una guerra que todos anhelaban, no hay mas que leer las crónicas de la época, el contacto con la brutal y sórdida realidad de las trincheras hizo que su rechazo a los dirigentes económicos, sociales y políticos fuera radical. Ocurrió con jóvenes escritores de toda la Europa combatiente que iniciaron un rechazo y una ruptura general con el pasado, que les haría abanderados de radicalismos fascistas o comunistas. Por supuesto no solo escritores, ciudadanos comunes y corrientes, soldados de alto y bajo rango, baste recordar a Hitler como arquetipo de ese rechazo, luego plasmado en el nazismo.

Pero los escritores fueron quienes divulgaron el rechazo y el odio por lo ocurrido, gente como Sasson, Owen en Inglaterra, o el propio Céline en Francia. Este último, con su experiencia de la guerra y del colonialismo anglo-francés, se radicaliza hacia un nihilismo, del que su obra rebosa. Se ha dicho que era un “diletante”, creo que todo lo contrario, no era un esteta de la escritura, mas bien su prosa, brillante incluso en los panfletos, es incendiaria, es como si te dispararan palabras, su vocabulario es, en numerosas ocasiones, grosero, hasta algo soez. Si lees Viaje al fin de la noche en soledad, al terminar sientes como un escalofrío de angustia y cierto pánico. Su radicalidad, su explicación de un mundo ciertamente desagradable, no te deja indiferente, te arrebata a favor o en contra, pero te obliga a tomar partido.

No es solo esa obra la que marca a Céline, otras como Norte o de un Castillo a otro, donde relata su exilio en Alemania y Dinamarca, reflejan la personalidad del autor, al que un Ministro, un gobierno, una clase intelectual y, en definitiva, una país decadente le niega el homenaje que su literatura merece, con un a excusa que si se aplicase a todo el mundo, ya sea el antisemitismo, el fascismo o el comunismo, nos dejaría sin escritores a quién leer. Si Francia no le homenajea, yo lo hago aunque discrepe radicalmente de sus planteamientos.

jueves, febrero 03, 2011

Grandes ignorados(I): Joseph De Maistre

El final de la S.G.M. con el triunfo de los aliados significó el inicio de una nueva época no solo en lo político, social y económico, también en el aspecto intelectual. La derrota de los fascismos, que no de los totalitarismos porque la U.R.S.S. fue una de las grandes vencedoras, significó el final de la literatura de algunos de los gigantes de la misma, pero cuyas connotaciones mas o menos fascistas les arrojaron al escarnio público y al olvido.

No solamente fueron ellos, desde aquella fecha entramos en una época donde socialdemócratas y democratacristianos ocuparon el poder en toda Europa occidental, dejando fuera, prácticamente hasta los ´90, al liberalismo e imponiendo sus modelos socializantes, también en la cultura. Por ello escritores y pensadores de ideas conservadoras desaparecieron, no solo de los planes de estudios, sino incluso de las bibliotecas y librerías. Grandes como Burke, De Maistre, Bonal, Maurras, Brasillard, Ezra Pound y otros muchos fueron fulminados y son, prácticamente, desconocidos para las generaciones posteriores al ´45.

También en España ocurrió algo similar y no solo a partir de la Transición. Desde finales de los ´60 la intelectualidad era, mayoritariamente, de izquierdas, aunque fuese solo de boquilla y en Institutos y Facultades se enseñaba a Marx, Neruda o Alberti, pero Donoso Cortés, Pemán, García Serrano, Julio Camba o Foxá, no eran ni siquiera mencionados.

Se decía que eran antidemocráticos y pre o fascistas y que sus obras estaban impregnadas de esa ideología y, por tanto, desechables. Curiosamente ni los Alberti, Hernández, Neruda,o Brecht eran catalogados como antidemocráticos pese a las loas del chileno a Stalin, comparándole con Jesucristo, o el pasado chequista del andaluz, sin olvidar el papel de Comisario político de Hernández o el comunismo militante del germano. Si se mencionaban sus planteamientos comunistas totalitarios, la “progresía” y, también, esa derecha cobardona, apelaban a separar sus ideas y actividades de su calidad literaria, vara de medir distinta para unos y otros.

Ciertamente, en los últimos tiempos se ha iniciado la recuperación de algunos, pero con grandes reticencias y oposiciones. Se han recuperado obras de Foxá, Camba o Pemán, desde luego los nada radicales, pero se olvida a otros muchos y no solo españoles. En el resto de Europa y EE.UU. también hay una cierta recuperación de otras figuras como Gaxotte o Ezra Pound, pero todavía muy minoritaria.

En algún momento ya escribí sobre alguno de ellos: Drieu de la Rochelle, Brasillard o Céline, pero creo llegado el momento de retomar el tema y recordar a los que la estupidez ideológica quiere ignorar: escritores, filósofos, pensadores como con el que inicio la serie, De Maestre, para aquellos jóvenes que, por culpa del pensamiento único y del sistema cultural español y europeo, no conocen a estos otros grandes, entren en contacto con ellos.

Joseph De Maestre fue una gran figura del pensamiento europea del siglo XIX y principios del XX. Dos características le definen: su exageración y su excelente ritmo literario. Profeta de un sistema radicalmente estructurado, enemigo sin complejos de los no católicos y de los jansenistas, es sobre todo la Revolución francesa el gran objetivo de sus ataques. Igualmente, es un panegirista del catolicismo, de un catolicismo extremo que llegó a preocupar al propio Pontífice al que cubrió de loas en su obra Del Papa. Como dice uno de los mejores estudiosos de su obra, Cioran, el otro fue Sainte-Beuve, “no hay mas que una manera de alabar: atemorizar a quién se elogia, hacerle temblar, obligarle a ocultarse lejos de la estatua que se le erige, forzarle mediante la hipérbole generosa a calibrar su mediocridad y sufrir con ella. ¿Qué es un alegato que no atormente ni perturbe, un panegírico que no mate?. Toda apología debería ser un asesinato por entusiasmo”. Por que sus planteamientos no hacían concesiones, consideraba que la Caída en el pecado era el inicio de los males del mundo, que la Revolución francesa era la forma que la Providencia usaba para castigar a una sociedad, la del Antiguo Régimen, que era pasto de la corrupción la ignominia. Para él solo un sistema de monarquía absoluta, la unión del trono y el altar con predominio de este último, era la forma adecuada de dirigir una sociedad ordenada. Frente a ello se alzaban los “salvajes” quienes no eran capaces de encardinarse en ese tipo de régimen.

Su pensamiento es político y religioso, porque la primera lo basa en la segunda. Aborrecía el concepto, la idea, del “contrato social”, rechazaba a Bacon y odiaba a Voltaire, de quién decía cosas como “mirad esa frente abyecta que el rubor no enrojeció jamás; esos dos cráteres apagados en los que aún parece hervir la lujuria y el odio; esa boca, ese rictus espantoso que le cruza la cara de oreja a oreja……”.

Su obra mas famosa es “Las veladas de San Petersburgo”, escrita como un relato durante una excursión por el Neva, recordemos que fue embajador del Reino de Cerdeña durante varios años, en la Corte rusa. Dividida en once relatos, se ha perdido el decimosegundo, donde se expone la mayoría de su ideario, incluyendo su justificación de las guerras necesarias, porque el dolor y la violencia también son utilizadas por la Providencia para acabar con el mal.

En la obra se refleja la gran erudición y los grandes conocimientos del autor, así como su estilo elegante y arrebatador, nunca aburre, aunque muchas de sus ideas sobresalten y aterren. Su ideario ha sido considerado como un preludio del fascismo, según Isaiah Berlin, lo que es más que discutible dado su acendrado catolicismo. En su época y posteriormente, tuvo una gran influencia en personajes como Baudelaire, Donoso Cortés e incluso Menéndez Pelayo u Ortega y Gasset. Su obra es una gran construcción del pensamiento conservador que tendría seguimiento en otros, como Chautebriand o Maurras. En definitiva, aunque no estemos de acuerdo con sus ideas, merece la pena leerle y reflexionar sobre su pensamiento a la par que disfrutar de su calidad literaria.