domingo, agosto 27, 2006

Estado de derecho, ¿que estado de derecho?

Lo que distingue a un estado autoritario o totalitario de uno democrático es el sometimiento de todos los ciudadanos e instituciones al imperio de la Ley, incluyendo a la propia judicatura. Para que esto se cumpla, los jueces deben ser independientes del poder político y del legislativo, es decir, debe quedar establecida la separación de poderes de la que ya nos habló Montesquieu.
En España presumimos que somos una democracia desde que se aprobó la Constitución en 1978, pero la realidad es que no es así y no lo ha sido sobre
todo desde la llegada al poder del PSOE en 1982. Uno de los grandes mitos de la propaganda de la izquierda es el de su respeto a la legalidad y su defensa de la democracia mientras que la derecha no cree en la legalidad ni en la democracia. Pero la verdad es justamente la contraria, no solo en España sino en el resto del mundo y para ello solo debemos recordar como han llegado al poder los comunistas en cualquier país. En cuanto a los socialistas la cosa es un tanto confusa, ya que en muchas ocasiones han ido aliados con los comunistas y colaborado estrechamente con ellos, como se ha visto a lo largo de la historia. Pero, ciñéndonos a España, recordemos su aventurerismo antidemocrático, cuando ya desde su nacimiento se aliaban con bandas de matones para imponer su ley, o su actuación en las revueltas de 1917, en octubre de 1934 o 1936.
El PSOE, prácticamente, dejó de existir hasta bien entrados los ´70 cuando el SPD alemán volcó gran cantidad de dinero para crear un nuevo PSOE desbancando a los viejos dirigentes, en el doble sentido de antiguos y ancianos y sustituyéndolos por los Guerra, González, etc.. Mientras duró la dictadura, los socialistas ni habían aparecido dejando toda la faceta de oposición a Franco para el PCE y poco más.
Con la llegada de la democracia, el PSOE, apoyado por el dinero alemán y el SPD, consiguió desbancar al PCE y convertirse en la fuerza de oposición principal, consiguiendo tras el confuso golpe del 23F, del que, como del 11M, no sabemos mas que contradicciones y fragmentos incompletos sin que se hayan desvelado, por ejemplo, las relaciones de Armada con el PSOE, llegar al poder. A partir de ese momento, la incipiente democracia española quedó, de hecho, convertida en un cortijo de los nuevos exponentes del PSOE y el todavía débil estado de derecho desapareció. A modo de recordatorio de actuaciones en esa línea:
-Llegada a la judicatura de personas sin relación con la misma a través de aquella fórmula del “reconocido prestigio”, como la actual Vicepresidenta.
-Nombramiento de Fiscal General del Estado entre las filas del PSOE, con personajes como aquel antiguo luchador de lucha canaria, el famoso “pollo del Pinar”, verdadero felpudo de las directrices felipistas.
-Escándalos como la incautación de Rumasa, asunto FILESA, hermanos Guerra, GAL, Flick y Flock
Nada de aquello tuvo como consecuencia ningún tipo de sanción a elementos culpables del PSOE o sus amigos, sobre todo se echó tierra encima o se nombró Ministro al juez de turno, Garzón.
Pero si grave fue la actuación del gobierno felipista, la situación es insostenible con el gobierno ZP, pues con el mismo no queda rastro de un verdadero estado de derecho. Podrá decirse que exagero, pero la realidad es que España ha dejado de ser un estado regido por la Ley y donde, además, la ley se retuerce o salta según el interés del partido en el gobierno y sus aliados. Si para muestra basta un botón, hay van algunos:
-“Recomendaciones” del Fiscal general para que los jueces apliquen la Ley, según ”las nuevas circunstancias”, en el caso de ETA.
-Detención sin pruebas, en el más puro estilo dictaduras, de miembros del partido político de la oposición.
-Inactividad de los fiscales, por orden del Fiscal general, en la persecución de ETA y su entorno.
-Modificaciones en la judicatura mediante cambios torticeros en la Ley.
-Modificación encubierta de la Constitución a través de estatutos regionales.
-Inactividad fiscal ante graves hechos como los prestamos por entidades bancarias, como La Caixa, a miembros del gobierno, Montilla, responsables en asuntos en los que la entidad bancaria tiene intereses.
-Inactividad fiscal y judicial ante la acumulación de daos que demuestran la existencia de muchas interrogantes en la actuación de las Fuerzas de Seguridad en la jornada del 11M y siguientes, tales como los explosivos, la famosa mochila, la no menos famosa furgoneta, etc.
-Como colofón, la excarcelación de Vera sin arrepentimiento y sin haber devuelto un euro.
Muchas mas actuaciones se podrían mencionar, pero con las expuestas creo que está claro que España no es un estado democrático de derecho, sino un estado pretotalitario donde la Fiscalía y la Judicatura, salvo honrosas excepciones, están dominadas por el Ejecutivo y, por tanto, no existe separación de poderes, vieja aspiración socialista como ya nos dijo Guerra con aquello de “Montesquieu ha muerto” y cuyo actual régimen debemos combatir para evitar que acabemos, en el mejor de los casos como el México del P.R.I. y en el peor como la Cuba de Castro, eso si queda algo de España dentro de poco

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