jueves, febrero 11, 2010

Caos europeo

El devenir de la U.E. resulta cada vez más problemático a tenor de los acontecimientos que se viene produciendo en los últimos años.

El rechazo a la Constitución europea por parte de unos ciudadanos hartos de que los burócratas y políticos legislaran hasta los aspectos mas nimios de sus vidas, abrió el camino a la confusión, las dudas y la ineficacia política. Aterrorizados por el rechazo de los ciudadanos a su invento, dichos burócratas y políticos buscaron la manera de conseguir sus objetivos sin que los ciudadanos pudiesen volver a opinar, en una de las decisiones más totalitarias tomadas en Europa tras la S.G.M.

Pero si habían soslayado a sus súbditos continentales, así nos tratan, tuvieron que enfrentarse con los irlandeses a los que chantajearon con palos y zanahorias: amenazas de expulsión por un lado y concesiones a granel por el otro. Igual hicieron con aquellos políticos que se les oponían como el Presidente checo.

Mediante esas amenazas y chantajes consiguieron su objetivo, que lleva el nombre de Tratado de Lisboa, que si bien no va a servir para mejorar la vida de los europeos si crea nuevos puestos para que los parásitos de Bruselas puedan seguir viviendo a costa de los contribuyentes.

Pero ese supuesto ”europeismo” de que hacen gala los dirigentes de los países de la U.E. no es mas que una falacia como se demuestra con el bajo perfil de los personajes llamados a ocupar los puestos cabeceros de la UE pos Lisboa: un belga discreto y gris, Van Rompuy y una británica exagente del KGB soviético y totalmente lega en aspectos de política exterior. Con esos nombramientos consensuados por los que de verdad mandan, es decir Merkel y Sarkozy, amén del británico Brown, se aseguran una Comisión prácticamente inoperante y dócil a los intereses de los dos grandes de Europa y del Reino Unido.

Lógicamente, esta debilidad rectora no ha tradado en demostrase y así tanto en el tema del terremoto de Haití como en la crisis griega hemos visto que han sido los países, sobre todo Alemania y Francia y no la U.E. quienes han tomado las riendas, bien es verdad que el primer caso con una contribución y velocidad ridículas y en el segundo con un coste económico para muchos países, España incluida.

¿Y la Presidencia española?, pues inoperante como no podía ser de otra manera, no solo por la levedad de Rodríguez, sino porque España pìnta menos que “ la parrala en los títeres” como diría un castizo. ¿Nos acordamos de aquello de que volvíamos al corazón de Europa?, más bien parece que, parafraseando a Conrad, donde estamos es en el corazón de las tinieblas, ni se nos oye ni se nos ve. Como además la “conjunción planetaria” no se va a producir, pues esta Presidencia tan cara no va a servir para nada ni en defensa de los interese de España ni de Europa.

Los últimos acontecimientos deben hacernos reflexionar sobre la viabilidad de la actual U.E., que parece mas en entredicho que nunca. Ni política, ni económicamente parece que seamos capaces de liderar nada, sometidos, por razones energéticas, a los intereses rusos e incapaces de influir en Washington o Beijing nos vamos deslizando hacia la atonía mas profunda y hacia la inoperancia mas extrema. De no producirse un cambio muy, pero que muy radical, cambio que no se observa en el horizonte, lo que en un momento se creyó sería uno de los tres polos de poder mundiales puede quedarse convertido en un simple parque temático de corte histórico y vacacional, donde se recuerde los tiempos en que el mundo giraba al compás de Roma, después Madrid y mas tarde Londres y, en menor medida, París, pero que ahora no es mas que un monumento de cartón piedra con una sociedad anquilosada y envejecida, sin capacidad ni fuerza para erigirse en ese polo competitivo de EE.UU. y China, las potencias del siglo XXI.

Queridos amigos, me despido de vosotros por una temporada, espero que corta, pues debo volver a pasar por el quirófano. A quienes sois creyentes, pediros una oración por mí y a los demás vuestro ánimo y fuerza. Hasta pronto, si Dios quiere.