jueves, agosto 17, 2006

Alianza de Civilizaciones: fascistas, nazis, marxistas e islamistas.

“Dios los cría y ellos se juntan” dice el refrán y en el caso que abordamos es una gran verdad, ya sea dos a dos o a tres bandas fascistas, nazis, marxistas y su cohorte de “progresistas” e islamistas se han unido y unen para combatir la libertad representada por las democracias. Ahora que está de moda la recuperación de la memoria histórica, vamos a recuperar alguna.
Ya en los años ’20 Lenin creó organizaciones musulmanas para luchar contra el “imperialismo” occidental, esencialmente británico, sobre todo en Oriente Medio y la India y para ello no dudó en apoyar a los mullahs de turno. ¡Eso si!, en la Unión Soviética ni gota de esa libertad para los musulmanes bajo la férula bolchevique y de ello se encargaba su adlátere Stalin por aquellas fechas Comisario del Pueblo para la Nacionalidades, eufemístico título para definir al encargado de reprimir los deseos de verdadera libertad de los pueblos oprimidos por los comunistas. Hasta tal extremo llevó su entusiasmo que hasta aniquiló a Sultán Galiev creador del islamocomunismo, engendro raro pero que tuvo algún predicamento en los ’30.
Por aquellas mismas fechas, los fascistas mussolinianos ya apoyaban con dinero y armas a un siniestro personaje erigido por los británicos como Gran Muftí de Jerusalén: Haj Amin al-Husseini. Este individuo fue elegido para el cargo, lo de Gran fue cortesía británica, por el Alto Comisario británico Sir Herbert Samuel en 1925. Desde el principio se dedicó no a sus funciones religiosas y sociales sino a iniciar una campaña contra los judíos que culminaron con las matanzas de 1929 y la revuelta de 1936, cuando bandas de asesinos y terroristas musulmanes dirigidos por otro pájaro Fawzi al Kaujki, un sirio dedicado al bandidaje y al que el Alto Comité Árabe, institución creada por el Muftí como “gobierno árabe de Palestina”, le nombró general de un llamado Ejército de Liberación Árabe. Pese a ello el “prócer” islamista no fue detenido, pese a que ya se conocían sus coqueteos con fascistas y nazis. El asunto siguió durante la S.G.M. cuando apoyó el levantamiento en Irak, instrumentado por los alemanes que lo apoyaron incluso con aviación, o la creación de fuerzas musulmanas encuadradas en los ejércitos italiano y alemán, destacando en este último la Legión Árabe y, sobre todo, las divisiones bosniomusulmanas de las Waffen SS Handschar y Kama que se hicieron tristemente famosas liquidando serbios. Por cierto, que aquellos viejos rencores afloraron en los ’90 y muchos serbios descendientes de victimas de los nazimusulmanes bosnios fueron los que masacraron la Sarajevo musulmana, ¡el tiempo no había borrado los recuerdos familiares y sociales!.
Acabada la S.G.M., el ínclito Al Husseini residió en Francia, donde aunque bajo vigilancia no fue juzgado por colaboracionista, cuando en toda Europa se fusilaba a troche y moche solo por haber militado en organizaciones nazis o fascistas o haber combatido por las naciones del Eje. De allí pasó a Egipto donde contribuyó a la nueva campaña, esta vez contra el recién creado Estado de Isarel, a través de su renacido Alto Comité Árabe y su viejo compinche Kaujki. Por cierto, recordemos que el A.C.A. y los países árabes no reconocieron el dictamen de Naciones Unidas de diciembre de 1947 por el que se creaba un Estado Palestino y uno Judío, ya que tanto se habla de respeto a las decisiones de la ONU.
El féliz Muftí vivió tranquilamente y como un héroe hasta su muerte en 1974, sin que fuese juzgado por su colaboración en las muertes de judíos o su apoyo, incluso con las armas, de la causa fascista y nazi. Como último apunte sobre él, recordemos que era tío de Arafat, ¡de casta le vino al galgo!.
Pero el apoyo de los musulmanes a los nazis no fue exceocional, no olvidemos que el difunto Presidente Sadat de Egipto colaboró con el Áfrika Korps para derrotar a los aliados y que muchos dirigentes árabes apoyaban la causa nazi y que retratos de Rommel colgaban en muchas viviendas árabes. La excusa es que los nazis eran aliados objetivos en la lucha de los pueblos árabes por su libertad. Sin embargo los rusos, cosacos, ucranianos, etc. que apoyaron a los nazis para librarse de los comunistas, al terminar la S.G.M. y aunque se hubiesen refugiado en zonas occidentales fueron entregados a los bolcheviques que los masacraron, cosa que no pasó con Al Husseini, Kaujki, Sadat, etc.
Pero si el apoyo fascista y nazi fue evidente y sigue siéndolo, pues todos lo grupos neonazis del mundo se siguen declarando antisemitas y proislámicos, el comunista no lo es menos. Recordemos como la KGB entrenaba y financiaba a los grupos terroristas palestinos e incluso los dirigía a través de sus “sucursales de Alemania Oriental o de elementos como el famoso Carlos. Como hoy día los partidos marxistas y, también, socialistas siguen apoyando a terroristas islámicos como Hamás o Hizbullah, recordemos las recientes manifestaciones por el enfrentamiento entre los terroristas de Hizbullah e Israel, o como países comunistas como Cuba, Vietnam o China siguen apoyándolos a ellos y a sus patrocinadores Irán y Siria.
El último esperpento fue el entusiasmo “progre” y nazi por la posible presencia del Presidente de Irán en Alemania con motivo del mundial, todavía resuena el entusiasmo de ambos “ismos” por la posible presencia, luego no efectuada, del líder islamista.
¿Qué une a marxistas, “progresistas”, nazis e islamistas?. Al principio lo referí, el odio a la libertad, el miedo al individuo autónomo capaz de pensar y tomar sus decisiones, pues al tratarse de ideologías totalitarias donde el líder y sus acólitos dominan al grupo e imponen sus referencias ideológicas, sea la doctrina marxista o el Corán, no pueden consentir la actuación individual o el disenso, pues esa actitud rompe su estrategia y les impide el control al que aspiran para imponer sus ideas, que siempre es por la fuerza pues la fuerza de la razón nunca acepta esos totalitarismo repugnantes y antihumanos.
Por ello conviene recordar estos hechos del pasado que siguen teniendo proyección hoy día, para que no olvidemos que la lucha por la libertad es una lucha continua y que los enemigos de la misma son muchos, especialmente los citados.

No hay comentarios: