jueves, diciembre 16, 2010

Parlamento cobarde y dictatorial



Hemos asistido a uno de los espectáculos más bochornosos de nuestra vida parlamentaria: prácticamente todos los partidos han apoyado o se han abstenido en la votación para ampliar el Estado de Alarma. Con ello han demostrado, no su preocupación por los derechos de los ciudadanos, sino cuenta les gusta gobernar por decreto, es decir: totalitariamente.
Del PSOE ya nos lo podíamos imaginar, su historia centenaria y sus amistades actuales y de antaño avalan su autoritarismo cuando no ansias dictatoriales; del PNV y CiU porque lo que quieren es seguir gobernando en sus feudos sin interferencias del poder central y, caso vasco, recuperar ese poder perdido en parte, solo en parte.
Más sorprendente resulta la actitud del PP. Ya sabemos que la doctrina Arriola, seguida fielmente por Rajoy, es la de ponerse de perfil y esperar que le caiga el poder sin esforzarse ni pronunciarse y, por ello, toma la decisión más cobarde e inicua: la abstención.
Estos son los políticos que nos gobiernan y los que aspiran a ello, ¡perdón! a mandarnos, sin tener que negociar, acordar o pactar, Convirtiendo en chivos expiatorios a unos trabajadores que, cierto, cometieron una arbitrariedad y serán castigados. Pero, me pregunto, con las arbitrariedades, presuntos y no tan presuntos delitos que cometen los políticos, ¿qué castigo tienen?, ¿qué estado de alarma se les aplica?, ¿por qué no se les puede encausar sin que sus homónimos parlamentarios den el visto bueno?,etc,etc.
Se ha tratado y conseguido en gran parte, desviar la atención de los graves problemas del país con este camelo manipulado, recordemos que el espacio aéreo se cerró antes del plante de los controladores. Así pasa sin más escándalo, que nuestra deuda se haya tenido que colocar a un 5% de interés y no se ha podido colocar toda, interés que no se alcanzaba desde 1997; o que Moody´s piense en rebajarnos el raiting; o que el paro sigue aumentando; o que el gobierno ha vuelto a equivocarse en otro dato, que solo en pensiones va a costarnos otros 2600 millones de euros; la subida de la inflación y así todos los desastres gubernamentales que nos afectan a los ciudadanos.
Ante tan graves temas, sin olvidar el terrorismo o la crisis con Marruecos, el asunto de los controladores ha venido muy bien a todos: al gobierno porque ha demostrado “firmeza” y desviado la atención y a la oposición porque, una vez más, no ha hecho nada y espera los réditos.
La pregunta es: ¿qué ocurrirá cuando haya una huelga salvaje de, pongamos, el metro de Madrid o el servicio de limpiezas de Valencia o agricultores bloqueando carreteras?, ¿nuevo estado de alarma o ya de sitio?.
Como última pregunta sobre nuestro “democrático” sistema: ¿cuantos estados de sitio o similares hubo en España desde inicio de los ´50 hasta la llegada de la democracia?, miremos los datos.

lunes, diciembre 13, 2010

Otro "golpe" de estado

Verdaderamente, desde el viernes 3, la semana ha sido una de las peores, sino la peor, del gobierno en mucho tiempo. No solo los datos económicos y de paro seguían en aumento, sino que no pudo visitar a su amigo Evo ni asistir a la Cumbre Iberoamericana. Pero...¿no pudo o no quiso porque estaba preparando la encerrona aérea?.

Las tremendas noticias socio-económicas pasaron, prácticamente, desapercibidas ante el tema de los controladores, que atrajo la atención de la opinión publica, dando una baza al gobierno para respirar, al mismo tiempo que encontraba otro chivo expiatorio que además picó ¡y de que manera!.

La situación generada por el abandono del puesto de trabajo ha sido considerada como poco menos que un crimen de estado, cuando no se ha tratado mas que de una grave irregularidad laboral que afectaba, como mucho, a 400.000 personas, que no quiero decir que los problemas que se les han creado no hayan sido graves, porque la espera masiva en un aeropuerto y sin saber cuando se puede uno ir de viaje es mas que lamentable. Pero no creo, bajo ningún concepto, que por ello haya que decretar un estado de alarma y poner bajo control militar a los “abandonistas”.

¿Recordamos la huelga del Metro de Madrid, donde se incumplieron los servicios mínimos, se atacó a trabajadores que querían incorporarse a su puesto y destrozaron material sensible?. ¿Nos acordamos de la huelga general, pactada con el gobierno, en la cual se agredió incluso a la policía, se impidió la incorporación de trabajadores que querían hacerlo y hubo serios destrozos?

Visto lo visto, ¿no había mas razones para militarizar a los de CC.OO. y U.G.T. que a los de USCA?. Pero ese es uno de los temas: en el control aéreo los sindicatos el régimen no tienen ninguna representatividad y, por ello, no pastan en los pesebres del PSOE, cosa intolerable para estos sectarios.

Se ha criticado a los controladores por ganar mucho, ¿pero quién no pelea porque le suban el sueldo?. Dicen que a ellos les han bajado 100.000 euros anuales, a los del metro les bajaban 60 y ya vimos lo que pasó. Además, olvidamos la importancia de su puesto de trabajo, pues no cualquiera sirve para el mismo como han reconocido los propios controladores militares.

El colectivo actúo bastante irresponsablemente, pero no mas que lo han hecho otros y, tampoco olvidemos, que el decreto que sirvió de detonante contravenía el Estatuto de los Trabajadores.¿Nos imaginamos si lo hace el PP con trabajadores donde imperen CC.OO. y U.G.T.?.

Esta claro que esta maniobra ha sido un golpe de mano encubierto, tipo lo ocurrido, aunque en otro contexto, entre el 11 y el 14M, para demostrar la “fortaleza” del gobierno y su enfrentamiento con “los ricos”.

A medida que se acercan las elecciones autonómicas y municipales, así como las generales veremos muchas historias de este tipo, la última, visto que ya la gente se cuestiona el Decreto de Alarma y empieza a no apoyar al gobierno, ha sido el “caso galgo” y seguirán muchas, pero que muchas historias mas.

Por ello, debemos estar alerta y no caer en las trampas de Rodríguez-Rubalcaba y el PSOE. Por supuesto que los infractores deben ser castigados, pero también los del metro o la huelga general aunque sean de los sindicatos pesebristas. El Estado de Derecho debe ser para todos, incluso para quienes han declarado un Estado de Alarma de más que dudosa constitucionalidad.

jueves, diciembre 02, 2010

Treinta y cinco años después

Desde hace siete años la situación española ha ido empeorando en todos los aspectos: económicos, morales, sociales o políticos. La llegada al poder de un grupo que no lo esperaba, ni ellos ni sus adversarios de partido, sin ninguna formación más que las cuatro ideas trasnochadas del socialismo “avant lettre” y sin experiencia laboral o profesional, predecía lo que ocurriría.

Sin embargo, una sociedad “acojonada” por un atentado aun no resuelto y falta de voluntad, cedió a los cantos de sirena de los “Rodríguez boys and girls”. Esa sociedad había ido perdiendo sus valores ya desde la Transición, un cambio que hoy se cuestiona desde todos los lados, pero que ya en aquellas fechas y no es por tirarme flores, algunos criticamos de palabra y letra, especialmente el tremendo Título octavo.

Pero aquello no preocupaba mucho a una población que desde los ’60 se estaba acostumbrando a una mejora económica sustancial y a una indiferencia política y moral. Buen ejemplo de lo cual puede ser la serie de cutres películas de aquella época, siempre girando en torno al sexo, al parecer única obsesión de los españoles, situación que se agravó entre los ’70 y los ’80. Pero aquel circo y pan, éste ya de cierta calidad, era lo importante.

Es cierto que había una cierta efervescencia política desde finales de los ’60, pero reducida a núcleos muy pequeños que generaban mucho ruido. Esos grupúsculos querían tomar posiciones cara al inminente futuro, posiciones de poder ¡claro está!.

No voy a recordar los diversos eventos de la Transición, tan mal conocidos pese a lo mucho que se ha dicho y escrito, pero aquellos polvos, bien aderezados por el manipulado golpe del 23F, dio el poder a una casta económico-política que 35 años después nos sigue gobernando, eso sí, la endogamia del sistema hace que las sucesivas generaciones de líderes sean cada vez mas absurdos, ridículos y descerebrados como ocurre con aquellos que solo emparientan entre ellos.

Pero esa dinámica ha sido permitida por una sociedad donde el hedonismo ha calado hasta extremos inauditos, incluso por encima de los países hasta ahora considerados más amorales, como Holanda o Suecia, por citar algunos. Según un reciente estudio, la juventud española y la sueca son las mas “liberales” en el sentido peor de la expresión y, lógicamente, las menos religiosas. A ello habría que añadir que una parte sustancial de la nacional es la más vaga del planeta.

Aquella “progresía” de los ’60 y ’70 han engendrado esta nueva generación “nini” y, lógicamente, a la cabeza solo podía estar “bambi”, todo muy políticamente correcto y acorde a este devenir de mas de 40 años donde la dirigencia y no solo la política sino también la intelectual y, en muchos casos, la eclesial ha tratado de convertir a España en el país mas “avanzado” en vagancia, degeneración e inmoralidad, con su dosis de cobardía ética y física.

Por eso, me sorprende tanto que ahora mucha gente brame contra Rodríguez y sus chicas/os, cuando es lo que ha querido esta desestructurada y sórdida sociedad y quién mejor representa, por lo menos a mas de 11 millones, que no es poca cosa.

Sinceramente no creo que la marcha de Rodríguez o el cambio de partido en el poder solucione los problemas, desde luego sería un primer paso, pero el verdadero drama de los españoles está en nuestros corazones y nuestras mentes, incapaces de asumir y defender los valores cristianos que hicieron grande y fuerte a la Patria. No se trata de retornar a ningún tipo de clericalismo trasnochado, simplemente de reflexionar sobre lo que hemos abandonado y los resultados obtenidos, tal vez con esa reflexión reorientemos el camino que nos salve de el actual marasmo, pues de nos ser así, sinceramente creo que solo nos queda el caos y el desastre.