Estamos tan imbuidos en nuestros problemas nacionales que no prestamos la debida atención a lo que ocurre fuera de nuestras fronteras, pese a que en un mundo globalizado como éste casi todo está interrelacionado. Sobre todo nos deben interesar los acontecimientos en Latinoamérica ya que nuestros intereses económicos en la región son muy fuertes y cualquier situación que se produzca afecta a los mismos.
Se han producido dos hechos que deben preocuparnos: la desaparición de la Comunidad Andina de Naciones y la crisis de MERCOSUR. En el primer caso, la actitud del Presidente venezolano de liquidar el mismo ha generado una cierta confusión en alguno de sus aliados mas firmes, como Evo Morales, pero parece una decisión lógica dentro de la dinámica del golpista Chávez, pues su intención era controlar la misma utilizando para ello sus ofertas de petróleo a bajo precio y otros incentivos económicos. A cambio el marcaría las acciones políticas encaminadas, esencialmente, a la confrontación con EEUU y a intentar convertirse en la potencia líder del subcontinente, tal vez junto a Brasil. Sin embargo Colombia, Ecuador y Perú no están interesados en esa confrontación y prefieren firmar acuerdos de libre comercio con EEUU rompiendo el intento de frente “antiimperialisrta” del dirigente venezolano, que no puede aceptar ese desafío a su liderazgo y prefiere romper la baraja dejando descolgado, esencialmente, a su amigo Morales. Esta es una demostración más de la incapacidad de los populismos autoritarios para gestionar adecuadamente la acción económica y política de sus países y grupos regionales, pues su interés es imponer sus criterios a cualquier precio y generar confrontaciones que les permitan desviar la atención de sus crasos errores de gestión.
Respecto a MERCOSUR, la situación tiene ciertas similitudes con la anterior, la parálisis del mismo se agudiza por la confrontación entre dos de sus miembros, Argentina y Uruguay, por la implantación de unas fábricas de celulosa en el segundo, lo que ha llevado a ecologistas radicales a bloquear los puentes que comunican ambos países con la excusa de que dichas usinas contaminarían el rio Uruguay. La actitud populista de Kirchner, con su apoyo a los grupos antisistema, ha envalentonado a los ecologistas cuyas acciones están generando un problema grave en la economía uruguaya. A ello hay que añadir que el Presidente uruguayo probablemente abra negociaciones para un tratado de libre comercio con EEUU lo que irrita profundamente al populista Kirchner, pues, como en el caso de Chávez, uno de los distintivos del populismo es el antiamericanismo, casi su única idea fuerza.
A esta crisis bilateral hay que añadir la del gigante del grupo, Brasil, con una crisis política importante debida a la corrupción del PT el partido del Presidente Lula, que no le está permitiendo tomar decisiones firmes. Para colmo, el cierto desinterés por la organización del único país estable, Chile, no colabora a la solución del problema.¿Se desintegrará MERCOSUR como la CAN?, ¿Qué implicaciones tendrán estas crisis en nuestras empresas?, son temas que los responsables políticos y económicos de nuestro país debían analizar con cuidado y ejercitar las adecuadas acciones, pues nos jugamos mucho en ello. Pero también el conjunto de la sociedad española debíamos prestar un poco de atención a estos asuntos de forma y manera que a través de los cauces establecidos podamos expresar nuestra opinión e influir en nuestros líderes para que actúen en consecuencia y de la mejor manera posible en defensa de los intereses de los españoles y no solo de los suyos ideológicos y políticos.
Se han producido dos hechos que deben preocuparnos: la desaparición de la Comunidad Andina de Naciones y la crisis de MERCOSUR. En el primer caso, la actitud del Presidente venezolano de liquidar el mismo ha generado una cierta confusión en alguno de sus aliados mas firmes, como Evo Morales, pero parece una decisión lógica dentro de la dinámica del golpista Chávez, pues su intención era controlar la misma utilizando para ello sus ofertas de petróleo a bajo precio y otros incentivos económicos. A cambio el marcaría las acciones políticas encaminadas, esencialmente, a la confrontación con EEUU y a intentar convertirse en la potencia líder del subcontinente, tal vez junto a Brasil. Sin embargo Colombia, Ecuador y Perú no están interesados en esa confrontación y prefieren firmar acuerdos de libre comercio con EEUU rompiendo el intento de frente “antiimperialisrta” del dirigente venezolano, que no puede aceptar ese desafío a su liderazgo y prefiere romper la baraja dejando descolgado, esencialmente, a su amigo Morales. Esta es una demostración más de la incapacidad de los populismos autoritarios para gestionar adecuadamente la acción económica y política de sus países y grupos regionales, pues su interés es imponer sus criterios a cualquier precio y generar confrontaciones que les permitan desviar la atención de sus crasos errores de gestión.
Respecto a MERCOSUR, la situación tiene ciertas similitudes con la anterior, la parálisis del mismo se agudiza por la confrontación entre dos de sus miembros, Argentina y Uruguay, por la implantación de unas fábricas de celulosa en el segundo, lo que ha llevado a ecologistas radicales a bloquear los puentes que comunican ambos países con la excusa de que dichas usinas contaminarían el rio Uruguay. La actitud populista de Kirchner, con su apoyo a los grupos antisistema, ha envalentonado a los ecologistas cuyas acciones están generando un problema grave en la economía uruguaya. A ello hay que añadir que el Presidente uruguayo probablemente abra negociaciones para un tratado de libre comercio con EEUU lo que irrita profundamente al populista Kirchner, pues, como en el caso de Chávez, uno de los distintivos del populismo es el antiamericanismo, casi su única idea fuerza.
A esta crisis bilateral hay que añadir la del gigante del grupo, Brasil, con una crisis política importante debida a la corrupción del PT el partido del Presidente Lula, que no le está permitiendo tomar decisiones firmes. Para colmo, el cierto desinterés por la organización del único país estable, Chile, no colabora a la solución del problema.¿Se desintegrará MERCOSUR como la CAN?, ¿Qué implicaciones tendrán estas crisis en nuestras empresas?, son temas que los responsables políticos y económicos de nuestro país debían analizar con cuidado y ejercitar las adecuadas acciones, pues nos jugamos mucho en ello. Pero también el conjunto de la sociedad española debíamos prestar un poco de atención a estos asuntos de forma y manera que a través de los cauces establecidos podamos expresar nuestra opinión e influir en nuestros líderes para que actúen en consecuencia y de la mejor manera posible en defensa de los intereses de los españoles y no solo de los suyos ideológicos y políticos.
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