Hoy se cumple el aniversario del asesinato de Calvo Sotelo, 70 años de aquella infamia, de aquel crimen contra uno de los líderes políticos más brillantes del primer tercio del siglo XX.
Calvo Sotelo se distinguió siempre por su defensa de la monarquía, nunca abjuró de sus principios, por lo que se podrá estar o no de acuerdo con él, pero no se puede negar su gallardía y rectitud, ni cobardía ni entreguismo.
En su aniversario, parece el momento adecuado para recordar a quienes hablan de la memoria histórica que ésta es amplia y abarca muchos aspectos, uno de los cuales es el crimen de Calvo Sotelo, crimen cometido sino con la aprobación por lo menos con la aquiescencia del Gobierno de la República, formado tras las elecciones de Febrero del 36 por el Frente Popular, conjunción de republicanos, socialistas, comunistas, etc.. Que el Presidente de las Cortes, Casares Quiroga, amenazó a Calvo Sotelo, que el Frente Popular justificó el asesinato como represalia del sufrido por el teniente Castillo, como si los enfrentamientos entre pistoleros de distintas facciones tuviesen algo que ver, que el asesino pertenecía a la guardia personal del líder socialista Indalecio Prieto, etc.
La realidad es que el clima de guerra civil generado por la izquierda desde octubre de 1934, con su levantamiento contra el gobierno legal y legítimo, e, incluso, desde el 14 de abril de 1931 con la llegada ilegal de un nuevo régimen vía unas elecciones municipales que los republicanos no ganaron, pero que la cobardía de un rey y sus aláteres permitió, estaba latente y el asesinato del político monárquico acabó con las dudas que pudiesen quedar.
Desgraciadamente, se está intentando tergiversar la historia, pero está ahí para oprobio y vergüenza de muchos. Cuando celebramos el noveno aniversario de otro crimen, el de Miguel Ángel Blanco, quizás sea buen momento para reflexionar sobre hacia donde nos está conduciendo este gobierno que se declara heredero de aquella República, por tanto heredero de sus crímenes, que nunca ha repudiado, sean los producidos entre el 31 y el 36 o a partir de esta fecha. Quizás por ello se sienta mas cómodo con los asesinos de ETA que con sus victimas, pero aunque así fuese, debería recapacitar que cada vez que la izquierda ha querido llevar a España al precipicio no ha salido, precisamente, victoriosa:1917, 1934,1936; que lo recuerde.
Calvo Sotelo se distinguió siempre por su defensa de la monarquía, nunca abjuró de sus principios, por lo que se podrá estar o no de acuerdo con él, pero no se puede negar su gallardía y rectitud, ni cobardía ni entreguismo.
En su aniversario, parece el momento adecuado para recordar a quienes hablan de la memoria histórica que ésta es amplia y abarca muchos aspectos, uno de los cuales es el crimen de Calvo Sotelo, crimen cometido sino con la aprobación por lo menos con la aquiescencia del Gobierno de la República, formado tras las elecciones de Febrero del 36 por el Frente Popular, conjunción de republicanos, socialistas, comunistas, etc.. Que el Presidente de las Cortes, Casares Quiroga, amenazó a Calvo Sotelo, que el Frente Popular justificó el asesinato como represalia del sufrido por el teniente Castillo, como si los enfrentamientos entre pistoleros de distintas facciones tuviesen algo que ver, que el asesino pertenecía a la guardia personal del líder socialista Indalecio Prieto, etc.
La realidad es que el clima de guerra civil generado por la izquierda desde octubre de 1934, con su levantamiento contra el gobierno legal y legítimo, e, incluso, desde el 14 de abril de 1931 con la llegada ilegal de un nuevo régimen vía unas elecciones municipales que los republicanos no ganaron, pero que la cobardía de un rey y sus aláteres permitió, estaba latente y el asesinato del político monárquico acabó con las dudas que pudiesen quedar.
Desgraciadamente, se está intentando tergiversar la historia, pero está ahí para oprobio y vergüenza de muchos. Cuando celebramos el noveno aniversario de otro crimen, el de Miguel Ángel Blanco, quizás sea buen momento para reflexionar sobre hacia donde nos está conduciendo este gobierno que se declara heredero de aquella República, por tanto heredero de sus crímenes, que nunca ha repudiado, sean los producidos entre el 31 y el 36 o a partir de esta fecha. Quizás por ello se sienta mas cómodo con los asesinos de ETA que con sus victimas, pero aunque así fuese, debería recapacitar que cada vez que la izquierda ha querido llevar a España al precipicio no ha salido, precisamente, victoriosa:1917, 1934,1936; que lo recuerde.
2 comentarios:
Post dedicado al asesinato de Calvo Sotelo en el blog portugues "O misantropo enjaulado", A cobardia como arma
Lo que pasó y lo que está pasando únicamente es posible con la perfecta connivencia de traidores y cobardes.
A unos y otros los vamos a echar de La Moncloaca en las próximas elecciones.
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