Los últimos acontecimientos dibujan un panorama muy preocupante sobre la actitud del socialismo contra aquellos que no están de acuerdo. Es verdad que el PSOE tiene una larga tradición antidemocrática desde su nacimiento, como ya he recogido en otros comentarios, pues su componente marxista nunca ha dejado de estar presente, unas veces con mas fuerza y otras con menos.
Muchos creíamos que tras la caída del Muro de Berlín y los datos, ya indiscutibles, de la aberración marxista, el Partido Socialista, como sus homólogos de Occidente, echarían al cubo de la basura histórica tan aberrante ideología. Desgraciadamente, la realidad es otra y el PSOE, sobre todo en los últimos años, coincidiendo con la pérdida del poder empezó una radicalización que tuvo su expresión mas fascistoide con las manifestaciones por el Prestige y la Guerra de Irak donde las agresiones a edificios y personas del PP fueron continuas, culminando en la jornada de reflexión. Estos hechos recordaban lo ocurrido cuando las izquierdas perdieron el poder en 1933, cosa que no aceptaron al entender que solo ellos podían gobernar la República y que la derecha, permítaseme el juego de palabras, no tenía derecho a ejercer ese gobierno por muy legítimamente que lo hubiese ganado en las urnas, donde, por cierto, votaron las mujeres por primera vez pese a la oposición de las izquierdas. Tras muchos años de gobierno con González, no podían tolerar la derrota, por dos veces, en las urnas y trataron de derribar al gobierno mediante una supuesta presión popular, a la que se unió el curioso 11M.
Una vez vueltos al poder, se suponía que la radicalidad disminuiría o desaparecería, pero el modelo ZP contempla, como el de Largo Caballero y Prieto, la aniquilación del enemigo y así hemos visto el desarrollo de toda una campaña donde la alianza PSOE, ETA, IU y ERC trata de hacer desaparecer al exponente de la derecha liberal-conservadora y amedrentar a sus líderes y militantes: ataques en Cataluña, detención de militantes del PP bajo falsos cargos, ataques a los valores de una parte sustancial de los españoles, intento de control de la educación y de los órganos independientes como el Poder Judicial, etc..La acción social-separatista intenta una toma del poder prolongada, basada en la inexistencia de oposición y del control de todos los resortes de la sociedad, lo que permitiría un gobierno social-separatista por muchos años. Para ello necesitan una ideología, y estando tan cuestionada la marxista, el reagrupamiento ideológico se hace bajo las banderas de otras ideas: pacifismo ( ¡jo con los pacifistas!), antiglobalización, antisemitismo, antiamericanismo, etc. No teniendo un “corpus” ideológico sustantivo, van picando de un lado y de otro, llegando a cometer aberraciones como considerar matrimonio a la unión entre homosexuales, o fomentar el aborto libre, etc.. En política exterior se tienen que aliar con el “lumpen” internacional como Fidel, Hugo o Evo y, lógicamente, por su antisemitismo y antiamericanismo, cono los terroristas de Hamás o Hizbolá, paso lógico tras su alianza con ETA.
Además de cometer esas aberraciones, encima se jactan de ellas, como las diversas tomas de posición tanto respecto a la República, la religión o Israel, que culminó con la patética foto de ZP con la kufiya o las declaraciones del ínclito Moratinos amenazando al Sr. Hachuel por criticar este caballero la política antiisraelí de ZP.
Al substrato marxista han unido ese substrato tercermundista, ambos totalitarios y liberticidas, modelo que intentan imponer en España, ¿lo vamos a consentir?:
Muchos creíamos que tras la caída del Muro de Berlín y los datos, ya indiscutibles, de la aberración marxista, el Partido Socialista, como sus homólogos de Occidente, echarían al cubo de la basura histórica tan aberrante ideología. Desgraciadamente, la realidad es otra y el PSOE, sobre todo en los últimos años, coincidiendo con la pérdida del poder empezó una radicalización que tuvo su expresión mas fascistoide con las manifestaciones por el Prestige y la Guerra de Irak donde las agresiones a edificios y personas del PP fueron continuas, culminando en la jornada de reflexión. Estos hechos recordaban lo ocurrido cuando las izquierdas perdieron el poder en 1933, cosa que no aceptaron al entender que solo ellos podían gobernar la República y que la derecha, permítaseme el juego de palabras, no tenía derecho a ejercer ese gobierno por muy legítimamente que lo hubiese ganado en las urnas, donde, por cierto, votaron las mujeres por primera vez pese a la oposición de las izquierdas. Tras muchos años de gobierno con González, no podían tolerar la derrota, por dos veces, en las urnas y trataron de derribar al gobierno mediante una supuesta presión popular, a la que se unió el curioso 11M.
Una vez vueltos al poder, se suponía que la radicalidad disminuiría o desaparecería, pero el modelo ZP contempla, como el de Largo Caballero y Prieto, la aniquilación del enemigo y así hemos visto el desarrollo de toda una campaña donde la alianza PSOE, ETA, IU y ERC trata de hacer desaparecer al exponente de la derecha liberal-conservadora y amedrentar a sus líderes y militantes: ataques en Cataluña, detención de militantes del PP bajo falsos cargos, ataques a los valores de una parte sustancial de los españoles, intento de control de la educación y de los órganos independientes como el Poder Judicial, etc..La acción social-separatista intenta una toma del poder prolongada, basada en la inexistencia de oposición y del control de todos los resortes de la sociedad, lo que permitiría un gobierno social-separatista por muchos años. Para ello necesitan una ideología, y estando tan cuestionada la marxista, el reagrupamiento ideológico se hace bajo las banderas de otras ideas: pacifismo ( ¡jo con los pacifistas!), antiglobalización, antisemitismo, antiamericanismo, etc. No teniendo un “corpus” ideológico sustantivo, van picando de un lado y de otro, llegando a cometer aberraciones como considerar matrimonio a la unión entre homosexuales, o fomentar el aborto libre, etc.. En política exterior se tienen que aliar con el “lumpen” internacional como Fidel, Hugo o Evo y, lógicamente, por su antisemitismo y antiamericanismo, cono los terroristas de Hamás o Hizbolá, paso lógico tras su alianza con ETA.
Además de cometer esas aberraciones, encima se jactan de ellas, como las diversas tomas de posición tanto respecto a la República, la religión o Israel, que culminó con la patética foto de ZP con la kufiya o las declaraciones del ínclito Moratinos amenazando al Sr. Hachuel por criticar este caballero la política antiisraelí de ZP.
Al substrato marxista han unido ese substrato tercermundista, ambos totalitarios y liberticidas, modelo que intentan imponer en España, ¿lo vamos a consentir?:
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