miércoles, mayo 03, 2006

Bolivia años cincuenta, ¿o treinta?


El Sr. Morales, Presidente de Bolivia, tras escuchar a “ las dos generaciones anteriores”, Fidel y Hugo, ha decidido ponerse a la cabeza de la manifestación y se ha marcado un decreto, supremo lo adjetiva en el mas puro estilo populista y “roa bastiano”, por el que nacionaliza las riquezas “hidrocarburíferas” del país.
No tiene suerte Bolivia con los dirigentes que le tocan en suerte: sin son militares porque no pasan de espadones semianalfabetos, si son elegidos democráticamente porque la tentación totalitaria, vía la versión latinoamericana que es el populismo, es demasiado fuerte para resistirla, si son revolucionarios porque o acaban convertidos en casi neoliberales, como Paz Estensoro, tras haber pasado por todas las facetas desde el marxismo radical y no habiendo comprendido nada de ninguno o se mantiene en el ideal revolucionario, casi anarquista, indigenista y entusiasmado por los efluvios de la coca, como Juan Lechín. La verdad es que de un país que ha tenido más golpes de estado que años de existencia independiente poco se puede esperar.
El último experimento es el indigenista, encabezado por D. Evo pero detrás de quién están intelectuales blancos, incluyendo algún exsacerdote español, dispuestos a convertir a los pobres bolivianos en cobayas de un nuevo experimento político, esta vez una mezcla de marxismo “avant la lettre” e indigenismo precolombino, bien aderezado con teorías fidelistas y chavezianas, es decir una mezcla curiosa.
El problema es que el experimento va a costar a los propios bolivianos mucha miseria y, posiblemente, bastante sangre, pues estos numeritos suelen acabar con el golpe de algún militar al que se le acaba la paciencia o quiere llegar al poder para implantar su propio experimento. Y mientras tanto, nuestras empresas, sobre todo Repsol, se encuentran con que les han crujido la columna vertebral, gracias a su propia incapacidad de prevenir lo que se venía encima y que todo el mundo veía. Bien es verdad que a la incompetencia de Brufau, recordemos la OPA sobre Endesa, hay que unir la estupidez de nuestro gobierno con sus entusiasmo para con D. Evo cuyo resultado, como en el caso argentino, es un nuevo varapalo a nuestras empresas.
Viendo en el poder a personajes como Evo, Hugo, Néstor, por supuesto Fidel y quizás Ollanta, da la sensación que Latinoamérica va para atrás como los cangrejos y si como muestra basta un botón, recomiendo leer el “Decreto Supremo” cuyo lenguaje nos retrotrae a la fraseología marxista del primer tercio del pasado siglo. Frases como “que en históricas jornadas de lucha el pueblo ha conquistado a costa de su sangre, el derecho de que nuestra riqueza hidrocarburífera vuelva a manos de la nación y sea utilizada en beneficio del país” o “que esta medida se inscribe en la lucha histórica de las naciones, movimientos sociales y pueblos originarios por reconquistar nuestras riquezas como base fundamental para recuperar nuestra soberanía” parecen sacadas del manifiesto comunista o similares. Parece que Bolivia vive en un mundo pasado como el de aquel simpático anciano del anuncio de TV que al individuo que llegaba a su casita, queriendo saber noticias, le preguntaba, ¿y el Real Madrid campeón de Europa otra vez?, pues eso.

1 comentario:

Pablo Otero dijo...

A los indigenistas del altiplano algo les queda de la antropofagia de los incas.

Bromas a parte, ¿cuál va a ser la postura de Brasil? Todo indica que Petrobras (empresa estatal) va a ser la más perjudicada de la nacionalización... a ver dónde acaba todo este giro latinoamericano.