martes, mayo 16, 2006

Breve reflexión sobre San Isidro

Ayer fue la fiesta de San Isidro Labrador, patrón de la ciudad de Madrid. Al hilo de la efemérides pienso en su figura, la de un santo “contra natura”, un santo vulgar, un pocero y después labrador que no destacó por nada en su vida, salvo por lo más importante: su fe y su bondad. Por tanto es un santo poco telegénico, diríamos, de puro sencillo casi insulso. En una sociedad donde vende lo grande, lo fastuoso, incluso en el santoral, este hombre no parece tener lugar. No es una Juan Pablo II, el atleta de Dios, no es un San Francisco Javier, ni siquiera una Madre Teresa. Y sin embargo, su figura nos debería hacer reflexionar sobre la desmesura de nuestra época, basada en lo fastuoso, lo grandioso, lo televisivo, no en la humildad, el recogimiento, el sosiego. No tenemos equilibrio porque todo es rápido, pasa de moda, estamos inquietos por conseguir lo último sea un santo o unas zapatillas, no vemos la importancia de la introspección, del pararnos y ver que hacemos con nuestra vida.
Por ello deberíamos prestar algo mas de atención a San Isidro, su vida tal vez no fuese factible en los tiempos que corren, pero acordarnos de él alguna vez, pararnos a orar con cierto sosiego, ir a misa a esas horas tempraneras en que hay poca gente asistiendo a la Celebración y, por ello, parece que nos centramos mas que en las muy concurridas y cantadas de 12, nos puede ayudar a encontrar ese equilibrio tan difícil en la vorágine cotidiana. Pidamos al santo que nos ilumine con su fuerza tranquila para que nuestra vida no sea dirigida solo por los “superstars” sino también por los humildes y sencillos, como él.

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