jueves, noviembre 10, 2011

El derrumbe de Europa

La situación de crisis económica iniciada en 2007 ha servido para poner de manifiesto las carencias de la unión europea y de cada uno de sus países miembros. Deficiencias no solo de índole económica o financiera sino y, sobre todo, de ideas, valores y capacidad de acción.

Desde el fin de la S.G.M. y hasta la caída de la URSS, la entonces Europa occidental vivió, primero del Plan Marshall y después a la sombra del gigante americano, lo que significaba seguridad militar y política, bajos costes en materia de defensa y todos los esfuerzos dedicados a establecer un estado de bienestar basado en una economía boyante sobre todo debido a los bajos precios de las materias primas, al abandono de los países colonizados, sin importar que cayesen en manos de verdaderos asesinos como Lumumba, Bokassa, Amín, ya que se habían convertido en un lastre económico y político cada vez mayor, y a un consenso general entre las dos fuerzas políticas hegemónicas en el continente desde 1945: democracia-cristiana y socialdemocracia, cuyas diferencias eran mas de forma y matices que de fondo.

Pero nuestra sociedad opulenta se aburría y, en cierto modo, como ocurrió en 1914, en aquel momento con la P.G.M. y ahora con las revueltas estudiantiles, los movimientos beat, hippies, etc. Y como justificación el rechazo a la Guerra de Vietnam, el modelo europeo empezó a quebrar, agravado a partir de los ’70 por el aumento en los costes petrolíferos y de otras materias primas.

En paralelo asistíamos a un avance inusitado del comunismo, sobre todo en el Tercer Mundo, pues hay que recordar que muy poco antes de caer, el poderío marxista alcanzó su mayor apogeo, recordemos la Península indochina o Angola, Etiopía, Mozambique, Nicaragua, etc., ante una progresía europea y americana que aplaudía a esas dictaduras. Era la época en que se daban doctorados “honoris causa” en Madrid a Hoenecker o se atacaba y casi se pedía su muerte, o cuando menos su vuelta al G.U.L.A.G. ( así lo dijo aquel icono de la izquierda llamado Haro Tecglen) a Solzhenitsyn por sus desgarradores escritos y comentarios sobre el mencionado sistema de campos de trabajo-concentración.

La reacción de los conservadores americanos con Reagan y los británicos con Thatcher, mas el Pontificado de Juan Pablo II rompieron con la dinámica entreguista y la reacción de los conservadores y liberales dio un vuelco a la situación, siendo el imperio tiránico de los herederos de Lenín el que se derrumbó. Todo ello en medio del pasmo europeo occidental que no tuvo, prácticamente, ni arte ni parte en este vuelco histórico.

Nuestras sociedades se hundían cada vez más en el hedonismo, el relativismo, la amoralidad, cuando no inmoralidad y ello conllevaba la incapacidad de defender aquellos principios que hicieron fuerte a Europa desde la caída del Imperio Romano hasta el siglo XX. Como ejemplo, baste el rechazo a mencionar en la Constitución europea al cristianismo como uno de los elementos, el fundamental, de la esencia europea. Nuestro continente se disolvía en la complacencia de sus propias miserias.

Al mismo tiempo, los EE.UU empezaban a centrar su interés en Asia- Pacífico donde China aparecía como el gran rival y se desentendía, aunque no del todo, de Europa, pues gracias a ese enganche aun existente los asuntos de los Balcanes se pudieron encauzar mal que bien, lo que sin ellos no hubiese sido posible, como se demostraría en lugares como Ruanda. Pero Europa empezaba a estar sola e incapaz de jugar su papel se echaba en manos de una renaciente e imperialista rusa, como siempre y así lo demostró en Georgia o mas recientemente, en Ucrania sin olvidar sus apoyos a la tiranía iraní.

La crisis económica lo único que ha hecho ha sido certificar el fin de ese intento tan mal organizado y peor dirigido por pájaros como Delors, Barroso, Juncker y otros antes y después. Tan lejos de los gigantes Schumann, Adenauer o De Gásperi, los actuales enanos que nos gobiernan son incapaces de dar solución a los problemas y toman las decisiones mas equivocadas, como echarse en brazos de la dictadura china, aquellas que signifiquen poco esfuerzo, presionados por unos pueblos de baja moral e ínfimas fuerzas, cobardes hasta la médula y siempre esperando que alguien les salve. ¿Extrañaría mucho la vuelta de los totalitarismos?, personalmente, creo que Europa está, nuevamente lista para ellos, pues la libertad no interesa, solo alguien que nos mantenga y nos diga lo que tenemos que hacer, pues nos hemos convertido en pueblos de esclavos ilotas.

No hay comentarios: