lunes, octubre 05, 2009

Cobardía moral y miseria intelectual



Desde la llegada de Rodríguez al poder a lomos de la cobardía social y de la mentira ideológica, asistimos a la falsificación de la historia de España.

Con la excusa de una supuesta “memoria histórica”, olvidando que la memoria es propio de las personas y no de los acontecimientos sean históricos o no, Rodríguez y sus ideólogos se han inventado esa pantomima con el objetivo de ganar una guerra que perdieron y no con mucho heroísmo, para cambiar la realidad de que el ganador de la misma gobernó este país hasta su muerte sin que nadie le disputase el poder.

Siguiendo el viejo adagio de “ a moro muerto, gran lanzada”, los izquierdistas patrocinan todo tipo de maniobras tendentes a esa mixtificación y así convierten en héroes a no pocos cobardes, casos de los dirigentes republicanos que, al final de la guerra, se atropellaban para huir, abandonando a sus seguidores a manos de los vencedores, o en personajes éticos a verdaderos ladrones como esos mismos dirigentes que arramblaron con todo tipo de elementos de valor, ya fuesen acciones o joyas, con lo que tuvieron un exilio feliz mientras sus ingenuos seguidores languidecían en campos de concentración franceses.

No contentos con falsificar la realidad para justificar a los golfos a quienes consideran sus guías, tratan de borrar las huellas del honor, la dignidad y la valentía de sus rivales, supongo que para ocultar la vergüenza de su iniquidad, incapacidad, cobardía y miseria moral. Por ello han decidido borrar del Alcázar de Toledo los recuerdos de la heroica resistencia de los allí sitiados, que no pudo ser abatida ni con el repugnante chantaje asesino de la muerte del hijo de Moscardó, ni con las masas de milicianos al ataque, ni con las minas, ni con la artillería, con lo que los dirigentes republicanos que por allí pasaron, algunos en excursiones desde Madrid acompañados por sus zorras, para hacerse la fotografía en el Alcázar vencido, se quedaron con las y, al final, tuvieron que salir literalmente corriendo ante la llegada de las tropas nacionales.

Ese ridículo estruendoso, que dio la vuelta al mundo y dejó en ridículo al “heroico” ejercito del “pueblo”, como ocurrió tantas veces a lo largo de la contienda, no puede ser tolerado por la camarilla rodrigueril, quienes faltos de dignidad y altura intelectual y moral, son incapaces de admirar o, por lo menos, respetar el valor de sus compatriotas que, aunque fuese con ideales muy opuestos a los suyos, dieron un ejemplo que a todos debería enorgullecer. Pero, claro, a quienes se apoyan en la falsedad y la vileza para descalificar al adversario no se les puede pedir altura de miras, solo que hozen en su propia basura intelectual y moral.

Pero por mucho que quieran borrar el rastro de la dignidad y el valor, ya sea en el Alcázar o denostando a los bravos españoles que conquistaron América o machacaron a los turcos en Lepanto, ¡si Rodríguez a tus amigos de la “alianza de civilizaciones”!, digo que por mucho que quieran hacer olvidar el pasado, en lo bueno y en lo malo, no lo van a conseguir, porque un pueblo sin historia no tiene futuro y, aunque le pese a esa progresía cutre, la dignidad, el honor y la gallardía de los valientes siempre tendrán su lugar señero en la historia de nuestra Patria.

1 comentario:

D45 dijo...

Es lo que se llama memoria selectiva, que solo se recuerda aquello que se desea recordar. A los suciatas le pasa lo mismo y no lo pueden resistir.

Saludos.