¡Pues ya hemos empezado!, en la Cañada Real Galiana, zona donde viven mas de 10.000 marroquíes, por decir una cantidad ya que nadie sabe cuantos son, se ha producido la primera intifada en España. Con la excusa de oponerse al derribo de una vivienda ilegal, centenares, por no decir miles, de musulmanes se organizaron para tender una emboscada a la policía, policía que, una vez mas, no parecía tener la mas mínima información de lo que allí se tramaba y que aparecieron en escaso número, primero policías municipales sin medios antidisturbios y cuando éstos fueron atacados, llegaron en su ayuda algunos miembros de las Unidades de Intervención que, ignoro si por insuficiencia, incapacidad o desconocimiento, se dejaron emboscar por los neoterroristas marroquíes que a parte de obligarles a salir corriendo, ¡que espectáculo vimos en televisión!, tuvieron un número considerable de heridos, algunos graves.
Lo primero que sorprende es que se haya permitido crecer, tal como lo ha hecho, ese barrio, por llamarlo de alguna manera, donde se encuentra gran parte del lumpen de Madrid, miles de marroquíes, gitanos, rumanos, etc. la mayoría dedicado a negocios delictivos. No olvidemos que los incidentes en esa zona son frecuentes, recordemos los ataques y asaltos a los camiones de la basura. Lo segundo que parece insólito es que las Fuerzas de Seguridad no tengan información sobre lo que allí se cuece, lo que es sintomático de que esa zona está fuera del control del estado.
Lo tercero, la escasa capacidad de la Policía Nacional para actuar, pedir refuerzos y acabar con la revuelta. Lejos de eso, les vimos salir huyendo para no volver, lo que no se puede concebir más que como una victoria de los ilegales. No se si la culpa es de los mandos policiales o del Ministerio del Interior, pero alguien debería haber dimitido ya por ese ridículo espantoso que, además, manda un peligroso mensaje a la chusma: tenéis poder. Ese mensaje queda agrandado ante lo sucedido posteriormente, cuando al día siguiente se produjo una manifestación ilegal que llegó hasta la Junta de Distrito de Vicálvaro, marcha que, lejos de ser reprimida por las Fuerzas de Orden Público, es protegida hasta Vicálvaro a lo largo de la A3, con el consiguiente caos en dicha carretera, ¡fantástico!.Pero como las cesiones no eran suficientes, un juez suspende las demoliciones, el alcalde Gallardón decide crear una comisión para “encontrar soluciones” y la casa derribada ya está reconstruida, ¿dónde está la legalidad?. Para colmo de sarcasmo, algunos elementos de la “progresía” hablan de “excesos policiales”, ¡cuando es a los que les han partido la cara y han tenido que salir corriendo!. Por cierto, que no he oído ni al PSOE ni al PP decir nada en defensa de la legalidad y la restauración del orden supongo que, una de dos, porque no es políticamente correcto al ser moros los que atizaron a la policía o por miedo a que esos moros les pongan una bomba en salva sea la parte. En cualquier caso, el espectáculo ha sido clamoroso y, siendo el más espectacular, no es el único, pues pandillas de “jóvenes magrebíes”, verdaderos aprendices de terroristas, siembran el pánico en Lavapiés mientras las autoridades locales y nacionales miran para otro lado. Está claro que lo mismo que Londres se sorprendió un día con la cantidad de terroristas y simpatizantes que campaban por sus respetos en dicha ciudad y cuya actuación se ha plasmado en el control de numerosas zonas por los radicales y en los atentados efectivos o abortados, hasta el extremo de ser la capital conocida por Londonistan, en Madrid llevamos el mismo camino y, a no tardar, otras grandes ciudades españolas se van a encontrar igual. ¿Tendremos los ciudadanos legales españoles sufridores de impuestos para abono de tanto dislate y golfo que pagarnos también nuestra seguridad en vista de la inoperancia policial?, si es así exijo que se reformen las leyes para que pueda tener derecho a disponer de armas con que defenderme de la chusma, ya que los dirigentes a los que los españoles mantenemos con nuestro dinero no cumplen con su primera obligación: defender la legalidad y dar seguridad en libertad.
Lo primero que sorprende es que se haya permitido crecer, tal como lo ha hecho, ese barrio, por llamarlo de alguna manera, donde se encuentra gran parte del lumpen de Madrid, miles de marroquíes, gitanos, rumanos, etc. la mayoría dedicado a negocios delictivos. No olvidemos que los incidentes en esa zona son frecuentes, recordemos los ataques y asaltos a los camiones de la basura. Lo segundo que parece insólito es que las Fuerzas de Seguridad no tengan información sobre lo que allí se cuece, lo que es sintomático de que esa zona está fuera del control del estado.
Lo tercero, la escasa capacidad de la Policía Nacional para actuar, pedir refuerzos y acabar con la revuelta. Lejos de eso, les vimos salir huyendo para no volver, lo que no se puede concebir más que como una victoria de los ilegales. No se si la culpa es de los mandos policiales o del Ministerio del Interior, pero alguien debería haber dimitido ya por ese ridículo espantoso que, además, manda un peligroso mensaje a la chusma: tenéis poder. Ese mensaje queda agrandado ante lo sucedido posteriormente, cuando al día siguiente se produjo una manifestación ilegal que llegó hasta la Junta de Distrito de Vicálvaro, marcha que, lejos de ser reprimida por las Fuerzas de Orden Público, es protegida hasta Vicálvaro a lo largo de la A3, con el consiguiente caos en dicha carretera, ¡fantástico!.Pero como las cesiones no eran suficientes, un juez suspende las demoliciones, el alcalde Gallardón decide crear una comisión para “encontrar soluciones” y la casa derribada ya está reconstruida, ¿dónde está la legalidad?. Para colmo de sarcasmo, algunos elementos de la “progresía” hablan de “excesos policiales”, ¡cuando es a los que les han partido la cara y han tenido que salir corriendo!. Por cierto, que no he oído ni al PSOE ni al PP decir nada en defensa de la legalidad y la restauración del orden supongo que, una de dos, porque no es políticamente correcto al ser moros los que atizaron a la policía o por miedo a que esos moros les pongan una bomba en salva sea la parte. En cualquier caso, el espectáculo ha sido clamoroso y, siendo el más espectacular, no es el único, pues pandillas de “jóvenes magrebíes”, verdaderos aprendices de terroristas, siembran el pánico en Lavapiés mientras las autoridades locales y nacionales miran para otro lado. Está claro que lo mismo que Londres se sorprendió un día con la cantidad de terroristas y simpatizantes que campaban por sus respetos en dicha ciudad y cuya actuación se ha plasmado en el control de numerosas zonas por los radicales y en los atentados efectivos o abortados, hasta el extremo de ser la capital conocida por Londonistan, en Madrid llevamos el mismo camino y, a no tardar, otras grandes ciudades españolas se van a encontrar igual. ¿Tendremos los ciudadanos legales españoles sufridores de impuestos para abono de tanto dislate y golfo que pagarnos también nuestra seguridad en vista de la inoperancia policial?, si es así exijo que se reformen las leyes para que pueda tener derecho a disponer de armas con que defenderme de la chusma, ya que los dirigentes a los que los españoles mantenemos con nuestro dinero no cumplen con su primera obligación: defender la legalidad y dar seguridad en libertad.






Mañana, fiesta de la Virgen del Pilar, es también el día de la Fiesta Nacional. Confieso que no me siento especialmente atraído porque la fecha del descubrimiento de América se haya convertido en la fiesta de España. Reconociendo la gran gesta de los españoles y los muchos héroes que de allí surgieron tanto en el ámbito puramente militar, Hernán Cortés, Pizarro hasta el religioso, tantos misioneros que cristianizaron y civilizaron a lo que no eran, pese a la propaganda indigenista y progre, mas que pueblos salvajes sometidos a la tiranía bestial de algunas minorías, como los Incas, hasta el gran desarrollo de las leyes ,que hoy llamaríamos derechos humanos, del padre Las Casas y otros. Repito que aun reconociendo esa gesta y que debe ser recordada, pese al rechazo cada vez mayor entre los pueblos favorecidos y que no lo consideran así sino humillados, olvidando que quienes les humillan desde la independencia son su dirigentes y quienes les defendías eran las leyes y autoridades españolas, creo que España como tal tiene otras fechas mas importantes para su historia. Personalmente considero que hay dos fundamentales: el 2 de enero de 1492 cuando con la reconquista de Granada se puso fin a mas de siete siglos de dominación musulmana o el 2 de mayo de 1808 cuando el pueblo español, pese a la cobardía y entreguismo de su casta dirigente, se levantó contra la ocupación napoleónica brindando una de las gestas mas grandes de la historia protagonizada por un pueblo, si por un pueblo, el español. Creo que cualquiera de las dos reúne más méritos para ser nuestra fiesta nacional. Prueba de que para la mayoría de la gente el 12 de octubre es mas “el Pilar” que otra cosa es que nunca ha tenido arraigo entre nosotros como tal fiesta nacional y mas bien, como se decía antaño como Día de la Hispanidad, descafeinada también desde las lamentables celebraciones del quinto centenario donde el gobierno socialista de entonces dedicó mas tiempo a pedir perdón por la gloriosa gesta que a reivindicar con orgullo aquellos hechos. Tampoco las “hermanas” naciones americanas alabaron el hecho y, en plena eclosión del gorila rojo y los indigenistas, se atacaron los símbolos del descubrimiento y sus personajes en numerosas capitales de aquellas naciones. Por tanto, no parece que se trate de una medida muy acertada.
Hoy, día 7 de octubre es el aniversario de la “más alta ocasión que vieron los siglos” según Cervantes: la batalla de Lepanto. Es verdad que desde 1571 han pasado muchos siglos, pero aquel hecho histórico merecía, por lo menos, aparecer en las efemérides de los medios de comunicación. Si nos recuerdan el 70 aniversario de la evacuación de niños españoles a la URSS o el décimo aniversario del Teatro Real de Madrid, e incluso algunos la ocupación japonesa de las Aleutianas en 1942, uno de los hechos mas importantes de nuestra historia y de la cristiandad no debería olvidarse. Si ello ocurre es de suponer que será por aquello de no ofender a los musulmanes en aras de la Alianza de Civilizaciones o, simplemente, porque esos hechos, donde la iglesia y la religión tuvieron un papel esencial, mejor no divulgarlos en época de laicismo radical.
Asistimos sorprendidos y, por lo menos en mi caso, con regocijo a la transformación sufrida por Rodríguez y sus mamporreros en los últimos tiempos. Cual Saulo en el camino de Damasco, el Presidente por accidente se ha transformado y con el, ¡faltaría mas!, la muchachada “new red” pasando de la nación “concepto cuestionable” y a no mencionar nunca a España, como mucho el estado o el país, a decir por cualquier gilipollez, generalmente vinculada con prohibición o coste, la apostilla gobierno de España. Una gente que, memoria histórica, se paseaba en los ’70 pidiendo la autodeterminación del País Vasco, que, prácticamente, ni celebraron el 500 aniversario del Descubrimiento de América, recordemos los ataques por parte de la izquierda a dicho evento y al gobierno del señor X “celebrándolo” pidiendo excusas a todo el mundo, que no celebran la reconquista de Granada, que quitan del escudo de Aragón la cabeza del moro “por no ofender”, etc., etc., de pronto se envuelven en la palabra España y, parece ser, nos van a montar un fasto el próximo 12 de octubre. ¡Si a lo mejor vemos a Rodríguez o a Pepiño con una bandera española en la solapa!, sería fantástico. Ya decía aquel que el patriotismo era el último refugio de los sinvergüenzas y, efectivamente, cuando se usa el patriotismo por intereses bastardos quienes lo hacen son unos sinvergüenzas.
