lunes, junio 18, 2007

17 de junio de 1953

Ayer se cumplió el 54 aniversario del levantamiento en Berlín Oriental y, salvo error u omisión, ningún medio de comunicación español ha reseñado el hecho. Es verdad que había temas de candente actualidad: el fin de la liga de fútbol, la F1, la composición de los ayuntamientos los días anteriores o la crisis de Palestina. Siendo cierto e importante lo anterior, creo que hubiese sido interesante alguna reflexión sobre ese acontecimiento, esencialmente porque fue la primera revuelta popular contra un régimen comunista y porque dicha revuelta fue realizada por los que, según se nos vende por la progresía, era la punta de lanza del socialismo: la clase obrera. Pues bien, la clase obrera que llevaba en la zona oriental de Alemania ocho años de dictadura comunista, estaba harta de la tiranía y de las malas condiciones económicas y laborales. La chispa fue la decisión del Gobierno de Ulbricht de aumentar las cuotas de producción sin aumentar los míseros salarios. Eso hizo que, espontáneamente, los obreros de las fábricas de Berlín este se declararan en huelga y salieran en manifestación. Pronto se les unieron otros ciudadanos y la revuelta se extendió por toda la RDA. El gobierno fue incapaz de controlar la situación y la URSS, verdadera rectora del país, recurrió al ejército rojo, como posteriormente haría en Budapest en 1956 o en Praga en 1968, para aplastar las manifestaciones que ya no solo recababan mejores condiciones laborales y económicas, sino libertad política, igual que ocurriría en Hungría y Polonia en el mencionado ’56 o Checoslovaquia ’68.
Otro elemento importante fue, también como ocurriría en los otros momentos señalados, la pasividad de Europa occidental, incapaz de mover un dedo en defensa de quienes luchaban por su dignidad y su libertad. Esa Europa que estaba en pleno proceso de su desarrollo económico, político y social y empezaba a marcar las líneas de su futura unión, con la creación unos años antes de la CECA, no fue capaz de salir en defensa de sus hermanos del otro lado que lo único que anhelaban era tener las mismas posibilidades que los occidentales. Tampoco EEUU, pese a las grandilocuentes palabras de Eisenhower llegado al poder con la promesa de frenar al comunismo, realizó el mas mínimo gesto de apoyo al levantamiento, como también ocurriría en el ’53, ´56 y ´68. Occidente parecía no tener interés, salvo de boquilla, en la defensa de la libertad mas allá de su zona de influencia, con el apoyo entusiasta de la “progresía” que adoraba al “padrecito Stalin” y que consideraba a los manifestantes elementos manipulados por agitadores, demostrando su elitismo y desprecio hacia los trabajadores que decían defender, considerándoles incapaces de discernir sus propios anhelos, ¿nos suenan estos argumentos en la España de Rodríguez?.
Aquellos hechos, que pueden parecer lejanos en el tiempo y sucedidos en otro contexto histórico, nos deberían servir para recapacitar sobre situaciones paralelas que están ocurriendo actualmente. No solo existen tiranías comunistas, caso de Cuba, China, Vietnam, etc. cuyos disidentes son encarcelados, apaleados, cuando no asesinados, y frente a estos abusos occidente apenas mueve un músculo. Especialmente repugnantes son los casos de China y Cuba, en el primero con manifestaciones cada vez más amplias y violentas, que se enfrentan a un régimen comunista obsesionado por el incremento económico y la dureza política. Todos aquellos que no aceptan las directrices de los sátrapas capital-comunistas, son perseguidos: sacerdotes que rechazan el camelo de la “iglesia patriótica”, campesinos que se rebelan contra la política del hijo único, trabajadores que se levantan contra el esclavismo existente, etc. y frente a ello, occidente sonríe y trata de hacer negocios con ellos. Apenas duraron las sanciones por los salvajes sucesos del ’89, el miedo al gigante amarillo y la ambición no tardaron en relegar al olvido a quienes se levantaron contra la tiranía. Otro tanto pasa con Cuba y aquí nuestro gobierno es el mas repugnante de todos, con sus apoyos al asesino Castro y sus desprecio por los disidentes, apoyando sin fisuras al régimen y, eso si, haciendo suculentos negocios con el trabajo de los cubanos, quienes sin derechos laborales, económicos y sociales engordan las faltriqueras de los tiranos del entorno castrista y el de los empresarios del entorno rodrigueril.
Pero tampoco debemos olvidarnos de esos otros regímenes crueles, más crueles todavía porque lo son en nombre de algo tan noble como la religión. Me refiero a los países musulmanes, verdaderas dictaduras desde Marruecos a Indonesia y desde Irán al Yemen. Debido a las riquezas de los petrodólares, occidente y Rusia no dudan en bailarles el agua e ignoran a quienes, minoritaria pero valientemente, luchan por la libertad y la democracia contra el oscurantismo de ese mundo. Pocas veces los gobiernos, ong´s y otras organizaciones, muy preocupadas por Guantánamo y los derechos de los asesinos allí encarcelados, por los “pobrecitos” terroristas de ETA, Brigadas Rojas u otra ralea, tiene la mas mínima preocupación por las victimas de esos regímenes, probablemente porque su cobardía y miseria moral, así como sus apoyos, viene de quienes se sienten mas cerca de los totalitarismos que de quienes luchan por la libertad del individuo.
Ante un panorama tan lamentable, la reciente reunión de Praga ha sido un soplo de aire y una inyección de ánimo a quienes luchan por esa libertad y que tuvieron su primer ejemplo tras la SGM en las jornadas del 17 de junio de 1953 tan olvidadas hoy día por causa de ese pensamiento débil y de lo políticamente correcto, el primero que además de débil es miserable y el segundo basa su corrección en el apoyo a los tiranos de este mundo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Simplemente deciros que aunque os gastéis mucho dinero en el periodismo digital, y busquéis confundir a la audiéncia con páginas como la de rebeliondigital - la antítesis al periodismo de calidad que está haciendo Rebelión.org-, no vais a engañar a nadie!!

Un saludo desde los pocos comentarios y reacciones que provocan vuestros intereses.