El artículo de Tarik Alí en el diario El Mundo de ayer, día 2 de enero, es el típico ejemplo del peligro que corre occidente. El mencionado escritor, cineasta, etc., es uno de los más conspicuos defensores del islamismo, aunque desde una formación occidental y con un tipo de análisis que intenta ser “progresista” a la occidental, lo que hace que sus análisis y artículos se difundan en todos los medios occidentales. Es un miembro de la élite de un país tercermundista como Pakistán, hijo de comunistas y militante “izquierdista” desde los 60, eso si, ha podido estudiar en Oxford y tiene acceso a todos los foros. Por supuesto toda su obra está en contra de occidente, desde su “choque de fundamentalismos” donde equipara a los radicales musulmanes y a los cristianos o “Bush en Babilonia” diatriba contra la intervención norteamericana en Irak. También es autor de “A la sombra del granado” sobre las “maravillas” de la Granada musulmana y el “malvado” Cisneros y compañía. Por supuesto es asesor de políticos, incluido Blair, ya que el sujeto vive en Londres, no en su Lahore natal, ¡faltaría más!.
Bueno pues este “progre”, bon vivant, desde ese izquierdismo apoya los planteamientos islamistas mas radicales, eso si con un verbo “moderado” donde el malo es occidente, el musulmán el bueno y la culpa de los crímenes de los bárbaros islámicos es, ¡como no!, de occidente. Este tipo es escuchado y respetado, tiene influencia y su virus se esparce a través de escritos y conferencias, charlas y debates en todo occidente. Por supuesto no se le cuestiona y si alguien lo intenta, es un intolerante.
En su artículo ayer, referido a la ejecución de Saddam, arreaba a todo el mundo: pedía que se juzgara a Blair y a Bush, poco menos que llamaba tonto y vendido a Aznar y por supuesto ninguna crítica al asesino de mujeres y niños en Hajbala, de chiíes en las marismas, de sus propios familiares o de sus predecesor en el cargo. Silencio profundo sobre el terrorismo islamista, solo la culpa es de occidente que no debe estar cediendo lo suficiente. Pues bien, diarios como El Mundo, País, etc. le permiten expresarse sin problemas, pero intente Ud. escribir una carta criticándole, que no se la publicarán, o intente rebatirle que lo acallarán como fascista o similar. Ese es el problema del entreguismo occidental, que pájaros de cuenta como Tarik son exponentes de la “intelligentsia” dominante, ¡así nos va!.
Bueno pues este “progre”, bon vivant, desde ese izquierdismo apoya los planteamientos islamistas mas radicales, eso si con un verbo “moderado” donde el malo es occidente, el musulmán el bueno y la culpa de los crímenes de los bárbaros islámicos es, ¡como no!, de occidente. Este tipo es escuchado y respetado, tiene influencia y su virus se esparce a través de escritos y conferencias, charlas y debates en todo occidente. Por supuesto no se le cuestiona y si alguien lo intenta, es un intolerante.
En su artículo ayer, referido a la ejecución de Saddam, arreaba a todo el mundo: pedía que se juzgara a Blair y a Bush, poco menos que llamaba tonto y vendido a Aznar y por supuesto ninguna crítica al asesino de mujeres y niños en Hajbala, de chiíes en las marismas, de sus propios familiares o de sus predecesor en el cargo. Silencio profundo sobre el terrorismo islamista, solo la culpa es de occidente que no debe estar cediendo lo suficiente. Pues bien, diarios como El Mundo, País, etc. le permiten expresarse sin problemas, pero intente Ud. escribir una carta criticándole, que no se la publicarán, o intente rebatirle que lo acallarán como fascista o similar. Ese es el problema del entreguismo occidental, que pájaros de cuenta como Tarik son exponentes de la “intelligentsia” dominante, ¡así nos va!.
1 comentario:
Desde luego que hay que tener mucho cuidado con los presuntos amigos, esos que gustan de estar cerca para clavar mejor la daga.
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