miércoles, octubre 11, 2006

Unas iglesias indignas

Desgraciadamente, tanto la iglesia catalana como la vasca están en un proceso de total descomposición, no solo encabezan el ranking de las regiones con menos asistencia a los actos religiosos, sino que su actuación contribuye muy decisivamente a ello. No se trata de que una parte sustancias de ambos cleros se sienta nacionalista, ya que al no tratarse de dogmas de fe sino de comportamientos humanos es respetable, lo que ya no es tan respetable y si condenable es la exclusión que se hace de los no nacionalistas, el silencio ante los atropellos que se cometen contra ciudadanos de otras partes de España. Si esto es grave en Cataluña en el País Vasco es criminal, ya que ese clero no apoya solo las aspiraciones políticas de los separatistas sino que colabora en sus ataques criminales y defiende a los asesinos. No debemos, ni podemos, olvidar que ETA nació en las sacristías, que armas y asesinos se han refugiado entre sotanas y que sacerdotes y jerarquía les han apoyado a lo largo de los años.
Muy triste es que los obispos de esa zona se hayan alineado con los asesinos como el ínclito Setién aquel que se negaba a ceder las iglesias para los funerales de las victimas o colaboracionistas como “el tal Blázquez” como despectivamente le llamaba Arzallus y cuya cobardía le ha empujado a ser mas nacionalista que Arana para hecerse perdonar su origen maketo, hasta llegar a ese impresentable obispo Uriarte cuyo celo en defensa del asesino Chaos, 25 muertos y decenas de heridos le contemplan, le ha hecho perder culo y sotana, junto a la dignidad, para impedir su muerte por huelga de hambre, ¡pobre idota! ¿de verdad creía que el cerdo ETARRA se iba a suicidar? Con lo cobardes que son no parece probable, pero el clérigo entró raudo y veloz en su ayuda, ayuda que, por cierto, no se conoce haya dado ni en ese grado ni en otro a las victimas del deleznable asesino, ni se conoce apoyo alguno a los que sufren el acoso de las hordas terroristas aunque sean de su ámbito, como el sacerdote. Larrinaga.
Pero, tristemente, la actitud de esas iglesias regionales no esta siendo cortado por el resto del episcopado a través de su órgano la Conferencia Episcopal, sino que les apoyan, o así parece, nombrando al “tal Blázquez” presidente de la misma, nunca pudo llegar tan alto el lamentable prelado y tan baja la Iglesia española.
Quienes somos católicos debemos elevar oraciones para que nuestros pastores dejen de actuar como lobos y si es necesario que el peso de la justicia civil caiga sobre ellos.Amén.

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