Desde hace unos años, en la política catalana ha surgido un nombre, tripartito, para definir la colaboración ente PSC-ERC-IC, definiendo la coalición de tres partidos autónomos que se unen para hacer una política consensuada.
La realidad es muy distinta, “de facto” aunque no “de iure” se trata de lo mismo: nacionalistas y de izquierdas, la duda que me queda es si son mas nacionalistas que de izquierdas o viceversa pero, objetivamente, no se diferencian en, prácticamente, nada. Comparten el ideario nacionalista radical, planteamientos neomarxistas con su cohorte de estatismo, intervencionismo y antiliberalismo, junto a su odio al PP en particular y a la derecha en general. Desde esta visión, creo que se entiende perfectamente la reedición del anterior pacto, el rápido acuerdo y el ninguneo de CiU, cualquier observador ligeramente atento es consciente de que no era posible otro acuerdo en Cataluña. No era posible la llamada “sociovergencia” porque chocaban dos aspectos esenciales: uno al que no se ha querido dar importancia, pero que la tiene, que es la ideología. El PSC, que por su configuración al crearse ha tenido siempre una ala marxista, ha visto como la misma se ha ido imponiendo y marginando a sus componentes socialliberales y socialdemócratas. Junto a ello la deriva nacionalista ha sido espectacular, lo que ha facilitado su aproximación a ERC. Este, siempre nacionalista y separatista, lo cual en democracia no es ilegítimo, representante de las clases medias bajas y menestrales de Cataluña, ha derivado desde la templanza de un Tarradellas al mangoneo de un Colom y a las actitudes mafiosas de un Puigcercós y proetarras de Carod. Parece que los antiguos elementos terroristas de Terra Lliure se están imponiendo en el partido. Respecto a IC, francamente, al ser un “totum revolutum” no se puede esperar más que manifestaciones como la de alguna componente del mismo diciendo que su heroína era “La Pasionaria”, sin más comentarios. Esta similitud de planteamientos, plasmada en el estatuto, verdadera constitución de Cataluña, el cual, aparte de su antiespañolismo, lo que manifiesta es que está mas cerca de las antiguas constituciones de los países del este que de las que rigen a las naciones más adelantadas y democráticas, ha conducido a este nuevo gobierno.
¿Y CiU?, pues su estupidez y soberbia le ha llevado, otra vez, a quedarse fuera del gobierno, lo que para el PRI catalán puede ser el inicio de su decadencia. En vez de aliarse con sus homónimos ideológicos, el PP, lo ha despreciado y perseguido, pensando que el ideario nacionalista era mas importante que la componente ideológica, craso error del que le han despertado tanto el PSC como ERC. Ahora CiU se queda descolocada en Cataluña y, también, en el Parlamento español, pues no es necesario como apoyo en el Congreso, aunque puede incordiar en el Senado, perdiendo su posición de grupo llave a favor de ERC y, con ello, los posibles beneficios lo que para un partido acostumbrado al poder, otra travesía del desierto puede ser definitiva.
¿Acabarán formando un solo partido o coalición estable entre PSC-ERC e IC? Hoy por hoy no parece factible pero no se debería descartar hacia el futuro una repetición, en la izquierda, de CIU, pues ante una sociedad acobardada como la catalana, con una clase empresarial entregada y una derecha, sea CIU o el PP, a la deriva, podría ser una fórmula de éxito. La misma tendría razón de ser, sobre todo si el PSOE diera el ansiado giro hacia la normalidad y se dejara de políticas absurdas, lo que le llevaría a la creación de un nuevo PSOE en Cataluña, lejos de la deriva radical del PSC. Pero todo eso es un posible futurible, la situación actual es que tres partidos clones van a llevar a Cataluña y de paso a España, hacia un futuro incierto pero muy, muy peligroso.
La realidad es muy distinta, “de facto” aunque no “de iure” se trata de lo mismo: nacionalistas y de izquierdas, la duda que me queda es si son mas nacionalistas que de izquierdas o viceversa pero, objetivamente, no se diferencian en, prácticamente, nada. Comparten el ideario nacionalista radical, planteamientos neomarxistas con su cohorte de estatismo, intervencionismo y antiliberalismo, junto a su odio al PP en particular y a la derecha en general. Desde esta visión, creo que se entiende perfectamente la reedición del anterior pacto, el rápido acuerdo y el ninguneo de CiU, cualquier observador ligeramente atento es consciente de que no era posible otro acuerdo en Cataluña. No era posible la llamada “sociovergencia” porque chocaban dos aspectos esenciales: uno al que no se ha querido dar importancia, pero que la tiene, que es la ideología. El PSC, que por su configuración al crearse ha tenido siempre una ala marxista, ha visto como la misma se ha ido imponiendo y marginando a sus componentes socialliberales y socialdemócratas. Junto a ello la deriva nacionalista ha sido espectacular, lo que ha facilitado su aproximación a ERC. Este, siempre nacionalista y separatista, lo cual en democracia no es ilegítimo, representante de las clases medias bajas y menestrales de Cataluña, ha derivado desde la templanza de un Tarradellas al mangoneo de un Colom y a las actitudes mafiosas de un Puigcercós y proetarras de Carod. Parece que los antiguos elementos terroristas de Terra Lliure se están imponiendo en el partido. Respecto a IC, francamente, al ser un “totum revolutum” no se puede esperar más que manifestaciones como la de alguna componente del mismo diciendo que su heroína era “La Pasionaria”, sin más comentarios. Esta similitud de planteamientos, plasmada en el estatuto, verdadera constitución de Cataluña, el cual, aparte de su antiespañolismo, lo que manifiesta es que está mas cerca de las antiguas constituciones de los países del este que de las que rigen a las naciones más adelantadas y democráticas, ha conducido a este nuevo gobierno.
¿Y CiU?, pues su estupidez y soberbia le ha llevado, otra vez, a quedarse fuera del gobierno, lo que para el PRI catalán puede ser el inicio de su decadencia. En vez de aliarse con sus homónimos ideológicos, el PP, lo ha despreciado y perseguido, pensando que el ideario nacionalista era mas importante que la componente ideológica, craso error del que le han despertado tanto el PSC como ERC. Ahora CiU se queda descolocada en Cataluña y, también, en el Parlamento español, pues no es necesario como apoyo en el Congreso, aunque puede incordiar en el Senado, perdiendo su posición de grupo llave a favor de ERC y, con ello, los posibles beneficios lo que para un partido acostumbrado al poder, otra travesía del desierto puede ser definitiva.
¿Acabarán formando un solo partido o coalición estable entre PSC-ERC e IC? Hoy por hoy no parece factible pero no se debería descartar hacia el futuro una repetición, en la izquierda, de CIU, pues ante una sociedad acobardada como la catalana, con una clase empresarial entregada y una derecha, sea CIU o el PP, a la deriva, podría ser una fórmula de éxito. La misma tendría razón de ser, sobre todo si el PSOE diera el ansiado giro hacia la normalidad y se dejara de políticas absurdas, lo que le llevaría a la creación de un nuevo PSOE en Cataluña, lejos de la deriva radical del PSC. Pero todo eso es un posible futurible, la situación actual es que tres partidos clones van a llevar a Cataluña y de paso a España, hacia un futuro incierto pero muy, muy peligroso.
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