jueves, octubre 27, 2011

La Universidad Complutense rinde pleitesía al totalitarismo marxista


El Sr. Carrillo, Rector de la Universidad Complutense, nunca pudo la histórica universidad caer mas bajo ni el llegar tan alto, e hijo del insigne asesino comunista de Paracuellos y otras sacas, Santiago Carrillo, ha decidido homenajear, mediante un monolito a las Brigadas Internacionales, como “luchadores por la libertad”.

Parece sorprendente que a estas alturas de la historia todavía se vea en aquellos combatientes a defensores de la libertad. Mucho se ha escrito, documentos hay en cantidad, donde quedan demostradas varias cosas: la primera, que la organización de aquellas unidades fue realizada por parte del KOMINTERN, es decir, el brazo internacional del comunismo soviético; en segundo lugar que la inmensa mayoría de sus componentes estaba formado por el lumpen de los barrios obreros de las ciudades francesas, la mayoría parados sin futuro, excombatientes inadaptados, amén de una buen parte de facinerosos y escoria social. Ciertamente, existió una minoría de intelectuales comunistas, sobre todo anglosajones, que son los que han dado “el tono” a esa masa siniestra. Aunque recordemos que algunos de los mas famosos, como Orwell o Hemingway jamás formaron parte y pocos años después se retractaron de su marxismo.

A ellos se unieron huidos de los países gobernados por el fascismo o el nazismo, de donde también salieron los dirigentes. En tercer lugar, abundando en lo anterior, todos los jefes de las brigadas fueron comunistas, enviados por el Kremlin, entre ellos los conocidos Walter, Kléber o Longo, pseudónimos de militantes stalinistas de Europa Central o del sur, salvo Córdova dirigente argentino de la KOMINTERN, algunos de los cuales serían después ejecutados en las purgas de Moscú del ’38 y otros llegarían a alcanzar altos cargos en sus países, como Willy Brandt en Alemania Occidental, Walter Zeisser como jefe de la Stasi, Tito el líder genocida yugoslavo o el no menos conocido asesino albanés Hoxha, entre otros. Tampoco se debe ignorar que pese al mito, el valor militar de las Brigadas fue muy desigual, sobre todo tras quedar prácticamente aniquiladas la XI y la XII en la Batalla de Belchite. Ya, después de la de Brunete, se había producido deserciones e insurrecciones entre los internacionales, por considerar que se les consideraba carne de cañón y porque en la Base de Albacete, su Cuartel General, André Marty, que pasaría a la historia como el “carnicero de Albacete”, se dedicaba a depurar a todos los no comunistas o a los supuestos trostkystas, depurar significaba su eliminación. A tal grado de caos llegaron que el gobierno republicano tuvo que enviar a la Guardia de Asalto a reprimir el motín.

Si bien en septiembre del ´36, su actuación, gracias a su moderno equipamiento, había contribuido a la defensa de Madrid, a partir de principios del ´37 y tras las mencionadas batallas de Brunete y Belchite, su ánimo había bajado y el gobierno marxista se vio obligado a intercalar españoles en sus filas, hasta el extremo que un poco antes de su retirada, por razones de estrategia, en septiembre del ´38, la mayoría de sus componentes era español.

Pues bien, a esta gente se le han dedicado innumerables homenajes, siendo por cierto, uno de los primeros, el que le ofreció el Sr. Gallardón siendo Presidente de la Comunidad de Madrid. Ahora, la Complutense, siguiendo su triste tradición de lameculos de los marxistas totalitarios, recordemos el doctorado “Honoris causa” al dirigente germanooriental Hoenecker, por ejemplo, levanta ese monolito insultante no solo para quienes defendemos la democracia y la libertad, de verdad, sino, incluso, para las múltiples víctimas de los asesinos dirigentes de esas unidades, no solo durante la Guerra Civil, sino antes y después. Sería conveniente que nuestra clase “intelectual” y política reflexionase sobre a quién se le ofrecen homenajes, pues resulta lamentable, cuando no trágico, que al mismo tiempo que se quitan honras públicas a Franco, José Antonio, etc. se honre a la hez marxista como Largo, Pasionaria, Carrillo y ahora a los “internacionales” cuyo concepto de la libertad pasaba y pasa por el GULAG o el tiro en la nuca.

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