jueves, octubre 20, 2011

A Gadaffi sí, a otros tiranos no

La muerte del tirano libio no significa la libertad de Libia. Los rebeldes forman un conjunto heterogéneo donde los supuestos demócratas son más bien una minoría, sin olvidar las disensiones entre tribus y clanes, por lo que la esperanza de que se alcance una democracia, tal como la conocemos en occidente, resulta difícil.

Pero lo que realmente llama la atención es la rapidez con la que Europa y, con mas reticencias, EE.UU. han actuado en defensa de los rebeldes, tras unas pocas manifestaciones y con un número de víctimas que, aunque una sola producida por la represión es demasiado, comparadas con las de Yemen, Siria, Bahrein o el propìo Egipto, eran un número ridículo. Por no hablar de otros tiranos no solo árabes, como los de Cuba o Corea, sin embargo han ido a por el líder de la Jamariyha.

Probablemente se deba a que el régimen era militarmente frágil, no tenía verdaderos aliados de peso y su ubicación geográfica era asequible para una OTAN no muy boyante y fracasada en Afganistán. En paralelo, el “napoleón” Sarkozy necesitaba un golpe de efecto ante una situación política interior compleja, ya se sabe: ante problemas dentro del país, una guerrita facilona. Menos claras son las razones del Reino Unido, salvo que su cada vez más estrecha relación militar con Francia la impulsase a ello. De España, mejor ni hablamos y vergonzosa ha sido la actitud de Italia, cuyos negocios con el tirano eran estentóreos y ostentosos, sobre todo con Berlusconi.

El resto de la OTAN, salvo Alemania que se negó, fueron a remolque de los “tres grandes”. Ni Rusia, ni China apoyaron la revuelta, tanto por razones de carácter interno, sus propios problemas de minorías, étnicas o religiosas, así como su escaso nivel, ninguno en China, de libertad. Por ello tampoco apoyaron las resoluciones contra Siria, además de ser un aliado estratégico del oso ruso.

En el caso de Yemen, los apoyos son de occidente por ser un régimen que lucha contra Al Qaeda o, por lo menos, permite a las fuerzas estadounidenses actuar sin cortapisas, habiendo dado lugar a éxitos contra los terroristas islámicos que, al parecer, justifican la no intervención contra Saleh.

Respecto a Siria, tanto el apoyo chino-ruso como la escasa posibilidad de una intervención de la OTAN sin pérdidas, ya se sabe que las guerras no deben generar bajas sino son impopulares, son causas mas que suficientes para que se mire, de facto, para otro lado, pese a las brutales matanzas de Assad y sus asesinos.

Así es la política actual, cobarde, rastrera, sucia y abusiva contra los más débiles, sea Gadaffi o Karadzic, por mucho que también ellos merezcan castigo, pero, ¿Castro, Kim, etc?,¿ se les seguirá recibiendo como dirigentes normales de países normales?. Esperamos la respuesta de Cameron, Sarkozy, u Obama.

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