Que existen responsables de que una banda arrinconada, cogiese aire, volviese a rearmarse y ahora aplique toda su potencia asesina. Los responsables son muchos, pero esencialmente tres: El Presidente Rodríguez, el ministro Rubalcaba y, secundariamente pero con una cuotaparte importante, Patxi López, Eriguren y otros dirigentes socialistas vascos.
No podemos olvidar que los etarras eran, para los mencionados y para el PSOE en general, “hombres de paz”, que se permitió a De Juana una estancia en la cárcel parecida a unas vacaciones, con pareja y todo, que el fiscal general del gobierno habló del “Guantánamo electoral” cuando se hablaba de impedir a los proetarras presentase a las elecciones, o que esa especie de Fouché de medio pelo que es Rubalcaba ordenó a las Fuerzas de Seguridad que bajaran el pistón del seguimiento a los asesinos o mintió con la desfachatez que le caracteriza, sobre un inexistente desarme de la banda.
Todo ello en un ambiente de pactismo con los terroristas, avalado por la mayoría de la Cámara, conviene recordarlo y con la sola oposición del PP, que fue machacado por los demás actores políticos, dispuestos a llegar a un acuerdo con la escoria etarra. La desvergüenza llegó al extremo de llevar a Europa el tema y quién lo llevó fue el gobierno socialista.
Bien, aquello acabó, no podía ser de otra manera, como el rosario de la aurora, pero esa actitud ha costado muertos, heridos y destrozos materiales. Y ahora, ¿qué?, pues en realidad nada, es cierto que se está deteniendo a muchos etarras, gracias sobre todo a Francia, pero, ¿en realidad son tan exitosas las operaciones?, no parece, ya que los tres últimos atentados de ETA han demostrado una capacidad de actuación que el gobierno creía imposible. Pero, claro, más de dos años de no ser perseguidos, han permitido a los terroristas una gran reorganización humana y técnica, ensayar con nuevos explosivos y poner a punto comandos no controlados, gracias a las órdenes de Rubalcaba a la Guardia Civil y a la Policía.
Arrinconado, el PSOE pide apoyo y unidad y eso está bien, pero, ¿por cuánto tiempo?, ¿en que momento Rodríguez volverá a la mesa con los terroristas?. No se debe olvidar que tras el atentado de la T4 se siguió negociando y es dudoso que todos los puentes con ETA se hayan roto, muy dudoso y basta con escuchar las declaraciones, hoy mismo, del ¿obispo? Uriarte pidiendo, otra vez, negociaciones, ¿será receptivo Rodríguez?, esperemos que no.
Tampoco conviene ignorar que no se ha revocado la autorización del Congreso para que el gobierno negociara con la hez asesina, que pese a los tribunales y sus decisiones, ANV sigue en los ayuntamientos, que líderes históricos de la banda se pasean tranquilamente por Belfast, Dublín o Italia, ¿esto es verdadera voluntad de acabar con ETA?, me surgen dudas.
Por tanto, unidad de los españoles contra ETA, ¡toda!, pero eso no debe ni puede significar un cheque en blanco a un gobierno y a un partido que en muchas ocasiones no ha estado tan lejos de ETA, recordemos en los ’70 las manifestaciones de proetarras, socialistas y comunistas juntos o las negociaciones de Felipe con los mismos, aunque posteriormente y furioso por el ridículo hecho creara el GAL e hiciese retroceder aun mas la lucha antiterrorista, sin olvidar el entreguismo de Rodríguez. Por tanto, se hace necesaria una presión continua para que ese gobierno y su partido luchen definitivamente contra los facinerosos hasta su total aniquilación, pues las condenas y las palabras más o menos enérgicas son simples pamemas sino van acompañadas de la acción correspondiente.
No podemos olvidar que los etarras eran, para los mencionados y para el PSOE en general, “hombres de paz”, que se permitió a De Juana una estancia en la cárcel parecida a unas vacaciones, con pareja y todo, que el fiscal general del gobierno habló del “Guantánamo electoral” cuando se hablaba de impedir a los proetarras presentase a las elecciones, o que esa especie de Fouché de medio pelo que es Rubalcaba ordenó a las Fuerzas de Seguridad que bajaran el pistón del seguimiento a los asesinos o mintió con la desfachatez que le caracteriza, sobre un inexistente desarme de la banda.
Todo ello en un ambiente de pactismo con los terroristas, avalado por la mayoría de la Cámara, conviene recordarlo y con la sola oposición del PP, que fue machacado por los demás actores políticos, dispuestos a llegar a un acuerdo con la escoria etarra. La desvergüenza llegó al extremo de llevar a Europa el tema y quién lo llevó fue el gobierno socialista.
Bien, aquello acabó, no podía ser de otra manera, como el rosario de la aurora, pero esa actitud ha costado muertos, heridos y destrozos materiales. Y ahora, ¿qué?, pues en realidad nada, es cierto que se está deteniendo a muchos etarras, gracias sobre todo a Francia, pero, ¿en realidad son tan exitosas las operaciones?, no parece, ya que los tres últimos atentados de ETA han demostrado una capacidad de actuación que el gobierno creía imposible. Pero, claro, más de dos años de no ser perseguidos, han permitido a los terroristas una gran reorganización humana y técnica, ensayar con nuevos explosivos y poner a punto comandos no controlados, gracias a las órdenes de Rubalcaba a la Guardia Civil y a la Policía.
Arrinconado, el PSOE pide apoyo y unidad y eso está bien, pero, ¿por cuánto tiempo?, ¿en que momento Rodríguez volverá a la mesa con los terroristas?. No se debe olvidar que tras el atentado de la T4 se siguió negociando y es dudoso que todos los puentes con ETA se hayan roto, muy dudoso y basta con escuchar las declaraciones, hoy mismo, del ¿obispo? Uriarte pidiendo, otra vez, negociaciones, ¿será receptivo Rodríguez?, esperemos que no.
Tampoco conviene ignorar que no se ha revocado la autorización del Congreso para que el gobierno negociara con la hez asesina, que pese a los tribunales y sus decisiones, ANV sigue en los ayuntamientos, que líderes históricos de la banda se pasean tranquilamente por Belfast, Dublín o Italia, ¿esto es verdadera voluntad de acabar con ETA?, me surgen dudas.
Por tanto, unidad de los españoles contra ETA, ¡toda!, pero eso no debe ni puede significar un cheque en blanco a un gobierno y a un partido que en muchas ocasiones no ha estado tan lejos de ETA, recordemos en los ’70 las manifestaciones de proetarras, socialistas y comunistas juntos o las negociaciones de Felipe con los mismos, aunque posteriormente y furioso por el ridículo hecho creara el GAL e hiciese retroceder aun mas la lucha antiterrorista, sin olvidar el entreguismo de Rodríguez. Por tanto, se hace necesaria una presión continua para que ese gobierno y su partido luchen definitivamente contra los facinerosos hasta su total aniquilación, pues las condenas y las palabras más o menos enérgicas son simples pamemas sino van acompañadas de la acción correspondiente.
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