Convendremos que Dª María Teresa Fernández de la Vega no es precisamente una mujer bella, tampoco tiene una facciones agradables ni una sonrisa simpática, pero incluso ella debió de quedarse sorprendida al contemplar el vídeo de su intervención en Costa Rica referente al caso Gürtel. El rictus de odio, ira y rabia que apareció en su rostro ante las noticias del sobreseimiento del caso Camps y la manera como expresó la decisión de ordenar al fiscal general del Estado que recurriera, se reflejaron en ese rostro descompuesto que daba miedo al propio miedo.
La Sra. Vicepresidenta pasa por ser uno de los grandes soportes del gobierno de Rodríguez, es mas, el gran soporte y junto a Rubalcaba, los muñidores de las medidas judiciales y policiales contra el PP. Así llevamos 5 años en los cuales hemos asistido a persecuciones contra militantes del PP por falsas agresiones a Bono, seguimientos, escuchas, etc.. En el apartado policial ha sido el ínclito “Beria” Rubalcaba el patrón de esas operaciones, mientras en el judicial ha sido la inefable María Teresa quién ha dirigido tanto al Fiscal como al Tribunal Constitucional en asuntos como el Estatuto de Cataluña y la cacería contra el PP.
Ciertamente está en la mejor tradición socialista la utilización de los elementos del estado en provecho de sus intereses políticos. Históricamente lo han utilizado desde los tiempos de la República, recordemos que usaron a la policía para perseguir a sus rivales llegando al extremo de que fuesen elementos de Orden Público los que asesinaron a Calvo Sotelo.
No con tanta violencia, pero si como elemento de presión, policías y fiscales fueron utilizados en la época felipista para perseguir a rivales políticos o sociales. El tema de las escuchas a través del CESID, ahora CNI, no es nuevo, como podemos recordar de aquellas realizadas a políticos, hombres de negocios e incluso al Rey.
Lo que si es una vuelta de tuerca es la utilización de las filtraciones de las operaciones policiales y actuaciones judiciales a medios de comunicación afines, para ir creando un estado de opinión respecto al PP como partido corrupto. Para ello se escenifican redadas policiales de las cuales se avisa, previamente, a los medios de comunicación. A continuación, o en paralelo, se filtran retazos de secretos sumariales, siempre procurando que perjudique a los imputados.
La mayoría de los casos acaban siendo sobreseídos por falta de pruebas, pero el daño ya está hecho, entre otras cosas porque los medios que dan a bombo y platillo las detenciones y reproducen las filtraciones, luego no dan la misma extensión a la noticia de los sobreseimientos.
Dª María Teresa, manipula con gran eficacia a fiscales y jueces, sin que éstos tengan la dignidad de oponerse a las manipulaciones de la Vicepresidenta y si hay quejas, éstas se realizan muy en privado y “sotto voce”. Respecto al Fiscal General del Estado, el Sr. Conde Pumpido es un mamporrero entusiasta del gobierno como ya vimos en la época de las negociaciones con ETA y actualmente con la persecución al PP. El resto de los fiscales, guarda prudente silencio equivalente a la cobardía de la que hacen gala la mayoría de ellos.
Dª María Teresa, reconozcámoslo, es un personaje de cara muy dura, no solo por su desfachatez en la utilización de la justicia para sus torticeras maniobras contra el PP, sino en la manipulación de la Ley, como demostró cuando la infringió a efectos de poder votar en la Comunidad Valenciana, empadronándose fuera de plazo, utilizando una ley hecha para ella sola y sin conocimiento público. No contenta con su burla a la norma, usó a la abogacía del Estado contra los periodistas que denunciaron la desvergüenza de la ínclita.
Pero no es solo lo que hace, sino la soberbia con que lo hace y la habilidad, casi tanta como su jefe, para mentir. Sus falacias son de traca, tanto en temas políticos como personales y así la última la hemos oído en su gira anual veraniega por Latinoamérica. Ante la noticia de que su padre fue un alto cargo del franquismo, salió rechazándolo, ¡es más!, afirmó que su padre había sido un represaliado del franquismo, ¡menudo represaliado que llegó a ser delegado provincial de trabajo en Zaragoza en los años ’50!.
Así es Dª María Teresa: manipuladora, mentirosa, siempre dispuesta a realizar las irregularidades necesarias para que ella y su partido se mantengan en el poder, aunque haya que manipular los instrumentos del estado para acabar con la oposición. Ese es el sentido democrático de la Vicepresidenta y su actuar político: ser un verdadero peligro público.
La Sra. Vicepresidenta pasa por ser uno de los grandes soportes del gobierno de Rodríguez, es mas, el gran soporte y junto a Rubalcaba, los muñidores de las medidas judiciales y policiales contra el PP. Así llevamos 5 años en los cuales hemos asistido a persecuciones contra militantes del PP por falsas agresiones a Bono, seguimientos, escuchas, etc.. En el apartado policial ha sido el ínclito “Beria” Rubalcaba el patrón de esas operaciones, mientras en el judicial ha sido la inefable María Teresa quién ha dirigido tanto al Fiscal como al Tribunal Constitucional en asuntos como el Estatuto de Cataluña y la cacería contra el PP.
Ciertamente está en la mejor tradición socialista la utilización de los elementos del estado en provecho de sus intereses políticos. Históricamente lo han utilizado desde los tiempos de la República, recordemos que usaron a la policía para perseguir a sus rivales llegando al extremo de que fuesen elementos de Orden Público los que asesinaron a Calvo Sotelo.
No con tanta violencia, pero si como elemento de presión, policías y fiscales fueron utilizados en la época felipista para perseguir a rivales políticos o sociales. El tema de las escuchas a través del CESID, ahora CNI, no es nuevo, como podemos recordar de aquellas realizadas a políticos, hombres de negocios e incluso al Rey.
Lo que si es una vuelta de tuerca es la utilización de las filtraciones de las operaciones policiales y actuaciones judiciales a medios de comunicación afines, para ir creando un estado de opinión respecto al PP como partido corrupto. Para ello se escenifican redadas policiales de las cuales se avisa, previamente, a los medios de comunicación. A continuación, o en paralelo, se filtran retazos de secretos sumariales, siempre procurando que perjudique a los imputados.
La mayoría de los casos acaban siendo sobreseídos por falta de pruebas, pero el daño ya está hecho, entre otras cosas porque los medios que dan a bombo y platillo las detenciones y reproducen las filtraciones, luego no dan la misma extensión a la noticia de los sobreseimientos.
Dª María Teresa, manipula con gran eficacia a fiscales y jueces, sin que éstos tengan la dignidad de oponerse a las manipulaciones de la Vicepresidenta y si hay quejas, éstas se realizan muy en privado y “sotto voce”. Respecto al Fiscal General del Estado, el Sr. Conde Pumpido es un mamporrero entusiasta del gobierno como ya vimos en la época de las negociaciones con ETA y actualmente con la persecución al PP. El resto de los fiscales, guarda prudente silencio equivalente a la cobardía de la que hacen gala la mayoría de ellos.
Dª María Teresa, reconozcámoslo, es un personaje de cara muy dura, no solo por su desfachatez en la utilización de la justicia para sus torticeras maniobras contra el PP, sino en la manipulación de la Ley, como demostró cuando la infringió a efectos de poder votar en la Comunidad Valenciana, empadronándose fuera de plazo, utilizando una ley hecha para ella sola y sin conocimiento público. No contenta con su burla a la norma, usó a la abogacía del Estado contra los periodistas que denunciaron la desvergüenza de la ínclita.
Pero no es solo lo que hace, sino la soberbia con que lo hace y la habilidad, casi tanta como su jefe, para mentir. Sus falacias son de traca, tanto en temas políticos como personales y así la última la hemos oído en su gira anual veraniega por Latinoamérica. Ante la noticia de que su padre fue un alto cargo del franquismo, salió rechazándolo, ¡es más!, afirmó que su padre había sido un represaliado del franquismo, ¡menudo represaliado que llegó a ser delegado provincial de trabajo en Zaragoza en los años ’50!.
Así es Dª María Teresa: manipuladora, mentirosa, siempre dispuesta a realizar las irregularidades necesarias para que ella y su partido se mantengan en el poder, aunque haya que manipular los instrumentos del estado para acabar con la oposición. Ese es el sentido democrático de la Vicepresidenta y su actuar político: ser un verdadero peligro público.
2 comentarios:
El ejemplo más gráfico de utilización por parte del gobierno socialista de los recursos del Estado y de la manipulación y uso en beneficio partidista se produjo en la tribuna de autoridades el día del desfile de las fuerzas armadas ¿ lo recuerda? El ejecutivo cantando las cuarenta al judicial. Que descanse en paz la separación de poderes.
Un saludo
Liberalismoonline
Fabuloso artículo. Una visión global y pormenorizada de la Vicepresidenta que sufrimos. Enhorabuena...Aunque no te extrañe que te manden a la policía política una noche y acabes en una Cheka...
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