sábado, julio 05, 2008

Hacia el totalitarismo postmarxista

La caída del muro de Berlín y de la URSS con el aluvión de información sobre la negra historia del comunismo, ya conocido pero que mucha gente se negaba a reconocer, dejó a la izquierda y no solo a la comunista, sin un referente ideológico pues no era defendible el socialismo real de los 100 millones de asesinados y muchos millones mas de damnificados. Ante esa situación, empezaron a buscar otras referencias, de las que hasta entonces jamás se habían preocupado, como banderas a las que agarrarse. Así temas como el ecologismo, el feminismo el aborto o la homosexualidad se convirtieron, por supuesto junto al odio a la civilización occidental, en los referentes de los izquierdistas del mundo entero. Es curioso que defendieran esos aspectos los que siempre se habían opuesto, pues no debemos olvidar que la contaminación mas alta se daba y da, en los países comunistas, que los homosexuales eran condenados al GULAG cuando no liquidados y que el feminismo nunca fue una gran bandera de la izquierda, como anécdota recordemos que en tiempos de la segunda república, las izquierdas se negaban a que votasen las mujeres porque “estaban influidas por sus maridos y los curas”, ¡buena confianza en las féminas!. Es lo que se ha dado en llamar el postmarxismo ideológico, una batahola de temas inconexos pero que sirven de referencia y ancla a una izquierda desnortada.
Los partidos socialdemócratas europeos continentales, también se vieron conmocionados por el derrumbe comunista, al fin y al cabo eran cuña de la misma madera, pero, mayoritariamente, si bien asumieron las nuevas referencias de los extremistas no lo hicieron con radicalidad aunque hubo facciones socialistas muy defensoras de esos “principios”, mas por táctica electoral que por convicción. A quienes hicieron bandera, no les dio muy buenos resultados y el ejemplo más reciente fueron las elecciones francesas, donde esos temas no tuvieron prácticamente, influencia y el batacazo socialista fuel el que fue. Otros partidos, como el alemán, el británico o los nórdicos los incluyen muy tenuemente, si es que lo hacen, en sus programas y nunca como referente central.
Solo hay un partido socialista que está abrazando con entusiasmo la radicalidad postmarxista y los temas que conllevan y es el PSOE de Rodríguez. Desde su llegada al poder, toda su obsesión ha sido desmantelar España en sus diversos aspectos, ya fuese el territorial o el de los valores. Temas que estaban cerrados en la sociedad española como el de la guerra civil, los abrió, con el objetivo de sacar réditos políticos. Igualmente, se lanzó a una ofensiva contra la Iglesia española, o contra los valores que siempre nos habían conformado. No contento con ello ha sacado a la palestra asuntos como el aborto, un feminismo cutre y radical, por no hablar del apoyo decidido a homosexuales y lesbianas. No se trata de la defensa de los derechos de estos colectivos, derechos mas que reconocidos, sino de convertirlos en referente de nuestra sociedad, enaltecerlos como ejemplo frente a los valores tradicionales. Otro tanto ocurre con el aborto o la eutanasia, donde siguiendo los pasos del nazismo y con los mismos argumentos, intenta convencernos de que es lo mejor para la sociedad. No para en barras y los asesinatos, en la línea Auschwitz, del Dr. Morin o modelo Bergen-Belsen del Dr. Montes se convierten en humanismo, en defensa de la madre o del enfermo para que no sufra. En esa línea surge la defensa del mono y la condena del no nacido, el entusiasmo ante el feminismo más chabacano y la falta de respeto a la mujer, el jalear a los homosexuales mientras se ataca y se intenta debilitar a la familia.Ignoro que enfermedad mental tiene el Sr. Rodríguez para tener esos odios patológicos a lo que significa España, sus valores y tradiciones y, lo que es peor, no puedo entender como el PSOE le sigue borreguilmente en sus barbaridades. No creo que el triunfo electoral, siempre temporal, pueda justificar esas políticas y, lo que es peor, el intento de instaurarlas en la sociedad como hechos consumados e inamovibles, mediante el intento de imponer la dictadura del relativismo. Frente a ello, quienes no creemos en el asesinato de los no nacidos, enfermos o ancianos, quienes creemos en la dignidad de la mujer y la valía de la familia, quienes consideramos que homosexuales y lesbianas tienen derechos pero no pueden ser lo que no son, quienes creemos que la Iglesia católica realiza una labor impagable, por cierto que de nos ser por ella el estado debería aflojar 4500 millones de euros por los servicios que la misma presta en ayuda a esos enfermos, madres sin recursos, etc. que el PSOE rodrigueril quiere solucionar con la muerte, reitero que quienes creemos en la dignidad de la persona y en su imagen de Dios en la tierra, no debemos callar, no debemos ceder, no debemos admitir lo que se nos intenta imponer y debemos enfrentarnos con firmeza y en todos los terrenos a los postmarxistas, esos que nos iban a llevar al corazón de Europa y, parafraseando a Conrad, nos están llevando al corazón de las tinieblas.

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