Las declaraciones de ambos personajes los últimos días, demuestran hasta que punto el envilecimiento, la cobardía y la ambición han sustituido a la ética, el bien común y el servir a España. El Presidente navarro, en vez de enfrentarse a nuevas elecciones, para que sea la soberanía popular la que dilucide lo que quiere para Navarra, ha preferido asegurarse el momio aunque sea en minoría y, sobre todo, pactando con quienes le han querido arrebatar el poder aliados con los terroristas y sus adláteres y si no lo han conseguido ha sido porque Rodríguez temía que dicho pacto le pasara factura en las próximas generales.¿Le merece la pena a Sanz gobernar con las presiones y bloqueos que va a sufrir?, o como ya está lanzando, va a pactar con el PSOE para que le dejen gobernar en paz aunque sea a costa de renunciar a sus principios y a su alianza con el PP gracias a la cual repite por cuarta vez. ¿Cree el dirigente de UPN que si no fuese porque el PP le apoya se comería una rosca?. La indignidad de Sanz recuerda mucho aquello que dijo Churchill respecto al acuerdo de Munich:”por salvar la paz perdisteis el honor y vais a tener guerra y deshonor”, algo así le va a pasar a UPN, pues como los socialistas ganen las próximas generales, le van a dar una patada en salva sea la parte que lo van a poner en la estratosfera. Bien haría el PP en ir pensando en construir el partido en la Comunidad Foral al margen de UPN, pues queda demostrado que no se puede uno fiar ni de nacionalistas ni de regionalistas, pues son partidos cuyo interés es puramente local y patrimonialista, sin ninguna visión ni ideológica ni de patria común, simples estructuras de poder y clientelismo.
Respecto al obispo Uriarte, repugna que un prócer de la iglesia amparándose en su cargo y lo que el mismo representa para los católicos y desde el altar tenga la desvergüenza e impudicia de equiparar al estado de derecho con una banda de asquerosos asesinos, que intente igualar a las victimas con sus verdugos, a los ciudadanos de bien con la escoria etarra. Ya sería abyecto que el Sr. Uriarte lo dijese, pero lo que es inadmisible es que lo haga el obispo Uriarte y en la homilía dominical. Si dicho individuo quiere apoyar a ETA, que abandone su cargo, renuncie a su ministerio y se vaya con sus amigos a tirar cócteles molotov a los autobuses o, a lo mejor, algo peor. Pero Monseñor Uriarte no tiene derecho a exponer esas ideas anticatólicas y, simplemente, incívicas desde el pulpito.Las actuaciones de Sanz y Uriarte, demuestran hasta que punto está llegando el grado de envilecimiento en el País Vasco y Navarra, ante la indiferencia o silencio cobarde del gobierno de España y, hasta cierto punto también, de la oposición. Se sigue tolerando el incumplimiento de la ley, tema banderas, se permiten homenajes a los asesinos o no se reprimen los atentados callejeros. ¿Hasta cuando un país puede soportar la presión de los terroristas y sus aliados?.
Respecto al obispo Uriarte, repugna que un prócer de la iglesia amparándose en su cargo y lo que el mismo representa para los católicos y desde el altar tenga la desvergüenza e impudicia de equiparar al estado de derecho con una banda de asquerosos asesinos, que intente igualar a las victimas con sus verdugos, a los ciudadanos de bien con la escoria etarra. Ya sería abyecto que el Sr. Uriarte lo dijese, pero lo que es inadmisible es que lo haga el obispo Uriarte y en la homilía dominical. Si dicho individuo quiere apoyar a ETA, que abandone su cargo, renuncie a su ministerio y se vaya con sus amigos a tirar cócteles molotov a los autobuses o, a lo mejor, algo peor. Pero Monseñor Uriarte no tiene derecho a exponer esas ideas anticatólicas y, simplemente, incívicas desde el pulpito.Las actuaciones de Sanz y Uriarte, demuestran hasta que punto está llegando el grado de envilecimiento en el País Vasco y Navarra, ante la indiferencia o silencio cobarde del gobierno de España y, hasta cierto punto también, de la oposición. Se sigue tolerando el incumplimiento de la ley, tema banderas, se permiten homenajes a los asesinos o no se reprimen los atentados callejeros. ¿Hasta cuando un país puede soportar la presión de los terroristas y sus aliados?.
1 comentario:
"por salvar la paz perdisteis el honor y vais a tener guerra y deshonor"
Una frase que viene al pelo en esta ocasión, ciertamente. Y tienes razón en lo que comentas. Habrá que ver que va pasando... y que nos confundamos en nuestras predicciones... aunque no sé yo...
Y lo del obispo, en fin, nada nuevo en la Iglesia vasca. En fin.
Saludos
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