domingo, diciembre 17, 2006

Ofensiva sindical

En los últimos días asistimos a los inicios de la ofensiva PSOE-IU contra el PP cara a las próximas elecciones. Una vez más, la punta de lanza son los sindicatos UGT y CCOO, sobre todo el primero, verdaderas correas transmisoras y elemento de presión, incluso física, del PSOE.
Uno de los grandes errores de la derecha española ha sido la de no apoyar a fuerza sindical alguna y quedar a la merced de los izquierdistas UGT y CCOO. Ello no será debido a que no se sepa la interconexión UGT-PSOE, entre otras cosas porque el partido surge del sindicato y durante toda la historia, la influencia ha sido mutua. Es verdad que durante la época de Felipe González existieron tensiones entre ambas direcciones, sobre todo en la época de Nicolás Redondo, pero una PSV y la eliminación de Redondo recondujeron la situación. Si bien durante la etapa Aznar, los sindicatos estuvieron algo tranquilos, salvo al final, fue más debido a las prebendas y posición de privilegio en el ámbito laboral que, sorprendentemente, les permitió el gobierno. Ese absurdo y estúpido sentimiento de inferioridad de la derecha impidió al PP, como antes a la UCD, colaborar y apoyar a sindicatos independientes, aunque las filas de éstos estuviesen nutridas en su mayoría por militantes y votantes de la derecha. Es mas, la UCD no fue capaz de apoyar una operación de reorganización y estructuración de los sindicatos independientes que de haber fructificado hubiese convertido a esa nueva organización en la mas fuerte del país, en una época en que en dichos sindicatos, finales de los ’70, principios de los ’80, militaban mas de dos millones de trabajadores, cifras nunca alcanzadas, ni unidos, por los ahora llamados mayoritarios. Esa masa, es verdad, estaba desunida y en el intento de unirlos se arrugó la UCD dando carta de naturaleza al predominio de los sindicatos de izquierda, predominio ratificado por el PSOE en su primera etapa y el PP en la suya.
De CCOO poco hay que decir, sindicato surgido de las filas del PCE, al desaparecer este dentro de IU y debido a la escasa fuerza de esa coalición ha dado bandazos entre una cierta autonomía y su apoyo al PSOE, pero siempre dentro de parámetros izquierdistas. Pese a ello, muchos votantes de derecha se han afiliado al mismo por no hacerlo a UGT y debido a la inexistencia de un sindicato ideológicamente próximo. Eso, o militar en sindicatos pequeños, como es mi caso, ha sido el destino de aquellos trabajadores que deseando participar en la acción sindical, no lo pueden hacer en una organización afín a sus ideas políticas y sociales.
Pues bien, ya esas terminales obreras, haciendo abstracción de lo que debían ser sus objetivos, la defensa de los trabajadores, han empezado, una vez más, la campaña contra el PP, sobre todo en aquellos bastiones que le resultan más difíciles de conquistar a la izquierda y entre ellos Madrid. De esa forma se debe considerar la huelga en la sanidad, huelga que desde el punto de vista de la atención al paciente no tiene ninguna razón de ser, pues la sanidad pública madrileña no es peor que la de cualquier otra autonomía, todo lo contrario, es bastante mejor tanto por los medios materiales como humanos, pese a que tiene que hacer frente no solo a las necesidades de los habitantes de la región, sino al aluvión de emigrantes y a los enfermos de otras autonomías que vienen a Madrid porque en las suyas no existen los medios adecuados. Respecto a la gestión, está siendo imitada por otras comunidades con gobiernos socialistas, por lo que no parece que sea tan inadecuada.
En realidad es una excusa para iniciar una ofensiva política e intentar desestabilizar al gobierno regional. No tardarán en surgir otras de diversa índole y con las excusas mas peregrinas, pero todo vale para intentar dinamitar a los gobiernos del PP.
Sería bueno que los dirigentes de este partido reflexionasen sobre esa entrega de los resortes sindicales al enemigo, pues ya tienen experiencia de los resultados en Ministerios, empresas y hasta en la Policía. Es hora de que se quiten esos complejos estúpidos sobre que la derecha no debe tener sindicatos, que miren a otros países, u organizaciones de trabajadores. Al contrario, deberían tenerlas y potenciarlas como una forma de evitar que por ese importantísimo lado les cuelen tantos goles y les generen tantos problemas que se puede traducir en una pérdida de votos. Los trabajadores no son todos de izquierda, dudo que ni la mayoría, pero UGT y CCOO, con un índice de afiliación del 8-10% de la masa laboral, se arrogan la representatividad y negocian en nombre de todos y también les llevan a huelgas políticas en defensa de los intereses del partido de Rodríguez y eso no debemos consentirlo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se nota que andas impuesto en el tema.

Pero has cometido una errata: Llamas a UGT y CC.OO "Sindicatos" uando en realidad tenías que llamarlos "Mafias".

La defensa de los trabajadores les importa una m....

Su "negocio" está en otras cosas: Subvenciones, FORCEN, liberados, participación en Consejos diversos, Cursos, etc. etc.