sábado, diciembre 23, 2006

La España del 22 de diciembre

La reunión mantenida entre el Presidente del Gobierno y el del PP no ha dado lugar a ningún avance en un posible acuerdo entre ambas partes, lo que era lo esperado y lógico cuando las posturas están tan alejadas. Sobre las razones de esta entrevista se ha especulado mucho y se han dado respuestas diversas, pero la verdad es que la misma no era más que otra pantomima de las que nos tiene acostumbrados el Sr. Rodríguez.
La realidad de los hechos es solo una: la entrega del gobierno a la banda terrorista ETA, la concesión de todo lo que soliciten a cambio de una hipotética paz. Sin embargo, esa estrategia que en otros momentos de nuestra historia habría acabado con ZP corriendo perseguido por la multitud enfurecida, en este momento puede darle buenos resultados. Por que la realidad es que a una parte importante de la sociedad le importa un rábano España, su unidad, la libertad y cualquier otro tema que les obligue a esfuerzo alguno. Lo mismo le da que quiten los belenes o que los homosexuales se puedan casar y adoptar, que se clonen seres humanos, que se realice una verdadera eutanasia escasamente encubierta en ciertos hospitales o que la droga, la pornografía y otros “placeres” campen por sus respetos. No importa que se nos empiece a considerar el estercolero de Europa, donde los habitantes de otros países vienen a emborracharse, practicar sexo o abortar. Ni nos enteramos de que nuestra economía pende de un hilo y que tenemos el déficit respecto al PIB mas alto del mundo, que no somos competitivos y que la inversión directa extranjera ya no llega. Tampoco importa que nuestros ejércitos sean poco más que ONG´s de dudoso pelo, que nuestras supuestas fuerzas de élite estén cubiertas en más del 20% por extranjeros a los que España les importa una higa y que solo están por el sueldo que cobran y que no podrían hacerlo en otros empleos para los que no están cualificados. Nos da igual que en poco tiempo la población de Ceuta sea mayoritariamente marroquí o que los musulmanes nos inunden de mezquitas las ciudades y pueblos de España. Que más da que nuestra natalidad sea casi inexistente, si podemos adoptar niños chinos, mongoles o papúes si se tercia, adopciones que, en muchos casos mas me parecen puro esnobismo que otra cosa.
Este país va de “cine”, por cierto arte en el que se tiran cientos de millones de euros en películas que no ve nadie, con una educación asquerosa que está haciendo mas analfabetos que nunca, una cultura de sexo y laicismo sin mayor inteligencia y cuya única obsesión es que la religión católica no tenga lugar y si los mandatos de la masonería. Y digo que va de cine, porque aunque se dice que el 20% de la población está por debajo del umbral de la pobreza o que los pisos están muy caros y que estamos ante la generación de los “mileuristas”, la verdad es que el consumismo va como un tiro, que se venden mas coches 4x4 y de alta gama que nunca, que se van a producir 18 millones desplazamientos estas Navidades y que las agencias de viaje no tienen destinos libres que ofrecer ni plazas de avión, Air Madrid aparte, tren o autobús. Que las nuevas consolas WII son la caraba y que la muñeca Leonor, 60 euros del ala, causa furor, que nos hemos gastado un pastón en lotería y que, incluso, les ha tocado a algunos aunque sobre todo Hacienda es la gran beneficiada a corto y medio. Que nuestros monarcas, antaño Católicas Majestades, felicitan la Navidad con una postal de un falso palacio nevado, que se hacen villancicos al Che Guevara. Así que ante esta magnífica situación y la alegría que nos desborda, ¡pues eso!, ¡al cuerno la libertad en Vascongadas!,¡al carajo el castellano en Cataluña! y al que rotula en ese idioma ¡un buen palo!, o si no se le decomisa el comercio y se le da a los “simpáticos” ocupas amiguetes de la ministra, ya no me acuerdo de cual, son todas igual de tontas. Si Galicia quiere ser sueva, otra ministra quiere que los toros sean portugueses y un asesor del Presidente para la Alianza de Civilizaciones quiere entregarle Olivenza a los mismos.¡Esta es nuestra España actual! y al que no le guste, peor para él. La pregunta es: después de esta orgía de absurdo y desmesura, ¿qué?.

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