La
elección por parte de los republicanos del congresista Paul Ryan como candidato
a la vicepresidencia de EEUU parece un acierto desde los planteamientos de una
gran parte del G.O.P.. La elección de Romney, un multimillonario que desempeñó
la gubernatura de Mass. Con bastante acierto, pero con algunas políticas un
tanto obamistas, no acababa de convencer al sector no más conservador como se
suele decir, sino al más liberal, por lo menos en lo económico.
El
Tea Party veía con mucha prevención al candidato y eso hacía que una parte del
electorado republicano se retrajese e incluso se cuestionase el votar. La aparición
de Ryan ha dado un vuelco a la situación, sus planteamientos liberales en lo
económico y conservadores en lo social conecta con el Tea Party y, por tanto,
el aporte de un caudal de votos importante.
Pero
además hay que añadir que el candidato a la vicepresidencia, es uno de los hombres
más combativos contra las políticas obamitas, con un profundo conocimiento de
la política económica y con un fuerte bagaje intelectual es una de las figuras
emergentes y uno de las cabezas pensantes del partido.
Frente
a un Romney un tanto distante y etéreo, Ryan es un verdadero martillo pilón del
debate y la confrontación dialéctica, habiendo sido uno de los congresistas más
exitosos en sus debates con la bancada demócrata. Su juventud le hace conectar
con una parte importante del electorado lo que no se puede decir de un estólido
Biden, que a lo largo de estos cuatro años, prácticamente no ha representado
ningún papel en la política estadounidense, eclipsado totalmente por La Sra.
Clinton, que de no seguir en el gobierno, si gana Obama, como anunciado, será
un duro golpe para los demócratas.
La
economía va a ser, sin lugar a dudas, el gran campo de confrontación entre
demócratas y republicanos y en ese terreno Ryan es un valor seguro que dará más
de un quebradero de cabeza a sus oponentes.
Se
ha visto en la convención de Tampa como las bases republicanas han sufrido una
transformación con su nombramiento y hemos visto a un partido unido donde desde
el Mc Cain hasta Vindal, el emergente gobernador de Lousiana, han apoyado al dúo
e, incluso, viejos republicanos desencantados anteriormente han vuelto al redil
como Clint Eastwood, lo que no augura una elección reñida, pues no debemos dar
por derrotado, ni mucho menos, a Obama, pues, entre otros apoyos, tiene n
bloque a los negros cuyo racismo, ¡que ironía!, se ha dejado sentir a lo largo
de estos años, apoyando a “su negro” aunque haya dos millones más de parados
que en 2008 y la mayoría de esa raza. Por tanto aprestémonos a una gran
confrontación donde esperemos que las ideas fluyan y no se limiten a los
ataques personales, la pelea está servida.
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