Los
componentes del SAT, de lo que no se conoce oficio ni beneficio, están apoyados
por IU, de cuya formación es diputado el camarada alcalde de Marinaleda.
Curiosamente sus correligionarios, Llamazares, Cayo Lara, etc. no solo se han
negado a criticarle, más bien le apoyan y eso lo hacen parlamentarios de cámaras
democráticas. Es decir, se apoya el robo y la agresión desde la representación
de la ciudadanía, ¡sorpresa!, si no fuesen los comunistas, cuyo ejemplo en los
parlamentos democráticos es conocido hasta que se hacen con ellos y se acaba la
democracia.
Resulta
curioso que se ataca a la extrema derecha continuamente por sus acciones,
ninguna de las cuales alcanza las realizadas y no solo ahora por los comunistas:
asalto de fincas, robos, agresiones, etc. En la línea que ya marcó Stalin con
sus robos en Georgia para financiar la revolución.
El
problema es que una manada de borregos les sigue, no son muchos, pero si
ruidosos. Desde luego no cobran los 3000 euros del camarada Gordillo, los más
de 6.000 del camarada Llamazares o los mas de 8.000 del camarad Cayo Lara, pero
se llenan de ideas de coger lo de los demás, ya que ellos no han sido capaces
de crearse un estabilidad económica y no dudan en agredir a los trabajadores que
honradamente se ganan en Mercadona y otros establecimientos su salario.
No
vale intentar justificar con la crisis, pues hayo otros canales, ya hemos
mencionado algunos, para ayudar a los que más lo necesitan sin llegar al robo y
la violencia, pero, ¡claro!, sin ello no amedrantarían a la sociedad, primer
paso para el control de la misma.
Vergonzoso
es el papel del PSOE que en Andalucía ser ha negado a criticar a Gordillo con
el que están coaligados. ¿Quiere decir que el PSOE aprueba lo ocurrido?, parece
ser que el andaluz por lo m menos sí y también parece que al igual que en la
segunda república se pliega al poder brutal del comunismo.
Sería
bueno que los ciudadanos andaluces y particular y españoles en general n negaran
el voto a la escoria comunista para que, como su homónimos del este, se vaya
por el sumidero de la historia, una historia de sangre, latrocinio y muerte.
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