martes, marzo 06, 2012

La revolución de Pérez

Estos últimos días nos están presentando a un líder del PSOE diferente al que conocíamos. Hasta ahora sabíamos que el Sr. Pérez no ha dicho una verdad política en su vida, desde el GAL al Faisán, pasando por el Prestige, Irak u 11M, sabíamos que se movía con habilidad en las cloacas del estado socialista y que tenía pretensiones de convertir a las fuerzas de seguridad del estado, sobre todo al CNP, en la policía política socialista, algún tipo entre KGB, Gestapo y Stasi. Sabíamos que se plegaba al poder sin problema alguno, fuese el de Felipe González o Rodríguez, que inventó la “pena de telediario” para sus rivales políticos y que era ambicioso, muyambicioso.

Lo que no teníamos captado era que su ilusión era la revolución. Veíamos al Pérez encorbatado, de verbo relativamente fácil y sonrisa cainita, pero nada nos hacía sospechar que debajo estaba la fiera depredadora de sus enemigos, el hombre que deseaba romper sus cadenas de político y pasar a ser ¡la revolución!.

Ciertamente, en tiempos del gobierno Aznar, ya se había ensayado esa “revolución” con el Prestige, Irak, etc., pero Pérez no parecía el líder de la masa de maniobra, no siquiera en sus discursos, pero ahora, jefe de lo que queda del socialismo puede sacar su verdadera personalidad y pedir “barrer a la derecha en Madrid”, apoyar a la guardia roja de que hablábamos el otro día y ser firme partidario de ponerse al frente de la manifestación y la algarada callejera.

Otra cosa es que quién tenga que “barrer” a la derecha madrileña sea su enemigo interno, Tomás Gómez, pero ¡da igual!, ya está lanzado, sin corbata en los mítines y volviendo a los años ’30, arremeter contra la derecha, los financieros y la Iglesia. Porque con la Iglesia hemos topado, que diría el Quijote, el problema es que quienes han topado, afortunadamente para ellos, son los muchos parados que comen gracias a Cáritas, porque la famélica legión no la ha creado la Iglesia o el capitalismo, sino el socialismo y de no ser por ella, quizás tendríamos hasta muertos, literalmente, de hambre gracias a Pérez y Rodríguez entre otros.

Pero ante unas bases, cada vez más ancianas y más volcadas al pasado que al futuro, los ataques al capital o la Iglesia tiene su aquel. Poco importa que los líderes sindicales lleven Rolex o cobren 181.000 euros, ya lo dice el PSOE, los ataques al sindicalismo son ataques al socialismo, ese socialismo que se reparte la “pasta” en Andalucía, Galicia o Ciempozuelos, sin hacer ascos a pactar con el capital para llevárselo crudo.

Da igual, la revolución está en la calle, si los españoles nos han pegado una patada en el culo, ¡peor para los españoles!, como diría el insigne Pablo Iglesias, “acatamos la democracia siempre que nos convenga” y si no, revolución como en el ’34, matamos curas y “derechistas”, o como en el ’36, ¡mas curas, mas católicos y, para empezar a Calvo Sotelo!, así haber quien pierde el poder.

Como el mafiosete de Griñán lo pierda en Andalucía, ni se sabe la que se puede montar. El problema es que el número de guardias rojos es limitado y como no hay mucho numerario para traerlos y llevarlos, a lo mejor la bronca se desinfla, pero siempre nos quedarán Toxo y Méndez, mas cabreados que un mono porque ya no van a cobrar por los ERE’s, es decir, por enviar al paro a los trabajadores.

No soy partidario de algaradas callejeras, pero sería bueno que los parados se manifestasen ante las mansiones de la jerarquía socialista, de Rodríguez, Blanco, en Villa Psoe, etc., más que nada para que sepan donde viven los dirigentes de “la igualdad social” que no son casas de protección oficial, incluyendo al nuevo Lenin, tovarich Pérez.

Por cierto, que no entiendo esta manía de los dirigentes sociatas de querer que les llamen por el apellido materno, ¿será que no están seguros de quién es su padre?, no quiero extender sospecha sobre sus madres, pero después de que Pérez- llamarme Rubalcaba- mirase a los ojos de los padres de Blanco y dijese que era honrado o de Griñán que es honesto…., más vale que no siga por ese camino que la familia, es la familia y sino que se lo digan a la Mafia.

Iremos viendo cómo se desarrollan los acontecimientos y al nuevo Lenin español en su papel estelar encabezando marchas y algaradas, porque lo que son ideas, me temo que pocas, muy pocas.

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