viernes, febrero 24, 2012

La "guardia roja" ataca de nuevo

Como muchos advertimos, la izquierda no asumiría democráticamente, la derrota en las urnas. Ya había ensayado con el 15M y sus bandas matoniles, desobediencia civil, ataques a los ciudadanos, control de las calles, etc. Y el gobierno rodrigueril, dándoles cancha y medios, en un intento de advertir sobre lo que pasaría si ganaba el PP.


La ciudadanía no se dejó amedrentar y dio a Rajoy la gran victoria de noviembre, mucho mayor de lo esperado. Ante ello, la izquierda más radical, apoyada por el PSOE, decidió pasar a la acción en la calle, intentando perturbar la vida cotidiana, asustar a la población y demostrar que un gobierno no izquierdista jamás podría gobernar sin problemas.


Para ello, ha vuelto a crear la “guardia roja”, al estilo años ’30, como estamos viendo en Valencia y Madrid: grupos comunistas, okupas, antisistema y lumpen carcelario forman los grupos de choque, aprovechándose de las manifestaciones de los estudiantes, masa aborregada y poco dispuesta, tras años de inmersión socialista en el relativismo, en esforzarse y sacrificarse por nada, salvo por la juerga. No han dudado en mentir sobre su propio centro de estudios para justificar sus barrabasadas. Esta es la gente que pide libertad y justicia, quienes mienten como bellacos, permiten que les manipulen una banda de mercenarios pagados por la izquierda y no reaccionan ante los ataques a ciertos medios de comunicación.


Al frente de estas guerrillas, el lumpen socio-político, como el “dirigente” valenciano Alberto Ordóñez, vago de siete suelas, con 23 años y matriculado en un módulo de FP, no es del famoso Instituto “Luis Vives”, amenaza a todo el mundo: incendiar Valencia, apoyar a ETA, amenazas de muerte a Esperanza Aguirre, ¿porqué no está en la cárcel este neoterrorista?. Los aliados de los terroristas, “Compromis” dirigen el cotarro y el PSOE quiere recoger las nueces e invita al Parlamento de Valencia a un tío que no cree en la democracia y se manifiestan junto a él, ¿su nuevo héroe?, ¿su Otegui valenciano?, que hable Eriguren, haber que opina, estará encantado.


Las guerrillas, manuales al respecto se reparten en las puertas de los institutos y colegios, quieren controlar las ciudades e imponer su dictadura marxistoide. Frente a ello, el gobierno parece estar un tanto anonadado, lo que no parece lógico, ya que era de esperar. No se puede permitir que las hordas destructoras nos acogoten y dominen, la policía debe intervenir enérgicamente y los jueces castigar con todo el peso de la ley.

Pero también la ciudadanía debe oponerse a estas algaradas salvajes que no deben confundirse con el libre derecho a la libertad de expresión, pero que no pueden apoyarse en ese derecho para subvertir el orden democrático. No basta solo votar en elecciones, hay que recuperar las calles para lo que son: espacios de encuentro de la ciudadanía, de libertad, de ocio y negocio.


Está claro que la inmensa mayoría no estamos a favor de esa “guardia roja” y los partidos de izquierda deberían reflexionar sobre su apoyo a estos grupos neoterroristas, no confundir la libertad de expresión con el intento de control totalitario por parte de esas minorías violentas. Civismo, democracia y libertad para España.

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