sábado, octubre 09, 2010

¡Agradable sorpresa!




Tras varios años en que el Premio Nóbel de Literatura y el de la Paz se otorgaban por razones que poco tenían que ver con la materia y si mucho con la ideología y un cierto snobismo, recordemos a los últimos: Herta Müller y Obama, parece que, por fin, las Academias sueca y noruega han decidido volver a los principios que siempre debieron informar estos premios.

Respecto a Vargas Llosa, poco hay que decir. Sin lugar a dudas se trata de uno de los mejores escritores en lengua hispana, no solo de novela, también de ensayo e, incluso, articulista de nivel. Su “desgracia” y el que hallan tardado tanto en darle el Premio viene dado por sus planteamientos liberales, que siempre ha defendido, incluso desde la política, cuando se enfrentó a Fujimori por la Presidencia de Perú.

Sus obras son conocidas universalmente, desde la primera importante como la “Ciudad y los perros” o “Conversaciones en la catedral”, “Lituma en los Andes”, “La guerra del fin del mundo”, etc. siempre ha denunciado la tiranía y defendido la libertad, por lo que, unido a su indudable calidad literaria, le hacen un honorable acreedor al premio.

Pero si el premio de literatura ha sido una sorpresa, mucho mas, en positivo, ha sido el de la Paz, concedido al escritor y disidente chino Liu Xiabo. A diferencia de Vargas Llosa, este profesor y poeta chino apenas es conocido, salvo en los círculos de la disidencia china y algunos grupos de defensa de los derechos humanos en aquel país.

Sin embargo, este hombre tiene una larga trayectoria en defensa de la libertad y democracia en su país. Abandonó la comodidad de profesor en Columbia para unirse a los manifestantes de Tian An Men en 1989, lo que le costó su primer arresto. Desde aquella época su lucha ha sido constante, así como sus detenciones, culminando con su participación en la “Carta 08”, en 2008, donde un grupo de intelectuales chinos pedía libertad, democracia, elecciones libres y multipartidismo. Ello le constó una sentencia de 11 años de cárcel, que está cumpliendo desde mayo, por “subversión de los principios del estado”….

Sinceramente, nunca pensé que le diesen el galardón a Liu, sobre todo por la importancia de China desde el punto de vista económico y político, cuyo régimen dictatorial no parece importar demasiado a la mayoría de los estados del mundo, encantados de hacer negocios con el Celeste Imperio y procurando no importunarles con la libertad y la democracia. Mas cuando el gobierno chino ha presionado a la Academia noruega para no dárselo y no solo el gobierno.

Por ello hay que reconocer el valor de la misma ante tantas presiones y cuya justificación de la concesión ha sido realmente clara y apropiada. Muy diferente a la actitud de ciertos gobiernos, como el español, que nunca critican al régimen de Beijing y que han tardado, ¡once horas! en solicitar, tras el premio, la liberación de Liu y solo se han animado tras las palabras de Obama al respecto. Parece “lógico” sobre todo si consideramos que el 18% de nuestra deuda está en manos chinas y sigue aumentando. Nuestra debilidad económica nos convierte en cómplices de la tiranía comunista china

De todas formas, debemos felicitarnos de este premio, primero para un disidente de aquella nación, puesto que, no me cabe duda y aunque sea a largo plazo, deberá tener consecuencias para la libertad del pueblo chino que tanto ha sufrido y sufre a manos de los asesinos comunistas.

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