jueves, octubre 21, 2010

10 de octubre de 732: Fin de la expansión musulmana en Europa Occidental

Ha pasado, sin pena ni gloria, el aniversario de la batalla de Poitiers (o de Tours) donde las fuerzas francas mandadas por Carlos Martel derrotaron a las tropas musulmanas venidas de España.

Ningún medio de comunicación ha recordado dicho evento, salvo alguna pequeña referencia en las efemérides. Esta Europa, cada vez más olvidadiza de su historia ha ignorado uno de los grandes momentos decisivos de la misma.

Porque de no haber sido así, tal vez toda Europa seria hoy día islámica, pues el aluvión árabe-bereber que invadió España se expandió hasta la actual Francia, ocupando Septimania, donde estarían varias décadas, con capitalidad en Narbona. Seguirían avanzando hacia el norte y la Costa Atlántica, saqueando Burdeos y siguiendo hacia Tours. Allí fue donde el Mayordomo de Palacio y sus tropas derrotaron a las tropas del valí de Al-Andalus Abderrahman in Abdullah Al Gafiki, que murió en la batalla.

Este hecho y las subsiguientes campañas, frenó la expansión islámica que, aunque aun mantuvieron zonas del sudoeste francés durante 27 años, ya no conseguirían expandirse y se verían obligados a retroceder a este lado de los Pirineos.

Durante siglos, la batalla y el triunfo franco fueron saludados como un gran triunfo de nuestra civilización cristiana contra los mahometanos. Se ha considerado como el principio de la reacción cristiana contra el enemigo, reacción que continuaría con Carlomagno y, en España, con la resistencia y posterior avance desde Asturias.

Pero aquellos hechos esenciales son hoy, prácticamente, desconocidos y no se si por “corrección política” o por esa cobardía europea frente a los musulmanes, se obvia en cualquier foro, escuela o similar.

Así como se quiere convertir la Reconquista en una desgracia ante las “maravillas” del califato de Córdoba o los reinos de taifas, la batalla de Poitiers se ignora, con lo que se obvia el hecho de que la realidad de la civilización europea se pudo desarrollar gracias a verse libre de aquellas injerencias llegadas de los desiertos de Arabia. Quienes no pudieron librarse, como Anatolia o los Balcanes, demuestran la gran diferencia entre ambas. No hay mas que observar los mencionados países balcánicos, libres del poder musulmán, otomano en este caso, hace casi 150 años, y donde todavía se recuerda y se sufren secuelas de aquella ocupación de siglos, por no hablar de Albania y Bosnia donde la influencia musulmana sigue siendo primigenia y con ello sus consecuencias: falta de libertad y escaso desarrollo económico, político y social entre otras lacras, guerras recientes a parte.

Sirva este breve comentario como homenaje a los francos de Carlos Martel que hace casi 1300 años, libraron a Europa de verse inmersa en el islamismo, inmersión que, desgraciadamente, en nuestros días es cada vez mas clara debido a la inanidad de nuestros dirigentes y la cobardía de una parte sustancial de nuestras sociedades.

1 comentario:

Marcial_Concello de maside dijo...

Muy interesante todo lo expuesto, y creo que muy acertado al mismo tiempo