lunes, noviembre 02, 2009

Neocons, teocons y neoliberales

Resulta interesante escuchar y leer lo que la “progresía” comenta sobre la actual crisis económica y social, así como sobre los problemas internacionales.

Lo primero es que los culpables son los citados en el título: neocons, teocons y neoliberales, estos supuestos grupos se llevan la palma como los culpables de los problemas que aquejan a nuestra sociedad. Su influencia “malsana” tanto en la economía como en la sociedad nos ha llevado a esta situación de crisis mundial ya a los enfrentamientos entre “civilizaciones” que ellos tratan de paliar con su Alianza.

Ciertamente, la progresía, que presume de “intelectual” y conocedora de la realidad y la “verdad”, deja mucho que desear a la hora criticar a quienes consideran sus peores enemigos ideológicos. No se si es verdadero desconocimiento o propaganda, con la idea de meter en el mismo saco a todos y con ese batiburrillo descalificarlos. O tal vez, es que la capacidad intelectual de sus seguidores es tan corta que deben simplificar el mensaje. Probablemente sean ambas cosas.

De cualquier forma, los patinazos son verdaderamente espectaculares. Quienes conozcan, aunque sea someramente, los planteamientos de los neoconservadores sabrán que la economía no es uno de los temas que traten en demasía y, en cualquier caso, son bastante estatistas en tanto en cuanto su interés son las relaciones internacionales y el predominio de EE.UU. con el argumento de que al ser los paladines de la libertad son la nación que debe encabezar la defensa de los valores occidentales. Por tanto su planteamiento económico, repito que en lo poco que lo definen, es más bien intervencionista.

Es cierto que, en política exterior, son activistas y nada pacifistas, siendo su objetivo que todos los países gocen de libertad y democracia, entendiendo que son valores inherentes a cualquier persona y sociedad y que sí hay civilizaciones mejores que otras. Por tanto, su objetivo no es el petróleo, el gas u otros elementos que, en cualquier caso solo son herramientas, sino llevar los valores occidentales al resto del mundo, incluso por la vía de la fuerza si es necesario. Es curioso que quienes criticaron a Bush por seguir los planteamientos de los neocons aplaudieran a Clinton que realizó algo similar en los Balcanes, ¡sorprendente!.

Respecto a los teocons, lo han acuñado, despreciativamente, como referencia a “neocons con el objetivo de un Dios excluyente y de la religión como eje de la vida social”. No parece que los supuestos teocons tengan ese objetivo, si bien es cierto que consideran que la religión debe ser un elemento a tener en cuenta, porque de ella, aunque no solo de ella, se infiere la defensa de los valores humanos, como el derecho a la vida del no nacido, del anciano o del enfermo, en definitiva defensa de la vida y sus valores eternos. Curiosamente, en tiempos, estos planteamientos no eran extraños a los socialistas, mas bien todo lo contrario, siendo los nazis y bolcheviques quienes menospreciaban la vida humana en general y la de los no nacidos o enfermos en particular, ¡cuánto han cambiado los planteamientos progresistas!.

Tampoco son excluyentes, aceptando a quienes no piensan así, pero firmes en la defensa de sus ideas. En materia económica, no son precisamente liberales y estarían, mas bien, en la línea de la economía social de mercado.

Respecto a los neoliberales, lo primero que hay que decir es que no existen, el liberalismo no es una ideología rígida como la socialista, comunista o nazi, se trata de una serie de principios en los cuales, quienes creen en la libertad, se basan para su vida social, política y económica. El término neoliberalismo es usado, por los enemigos de la libertad, para criticar a quienes hacen de la misma su eje central. Como mucho, se podría aplicar a una cierta parte del planteamiento económico liberal que hace hincapié en la macroeconomía y las soluciones tecnocráticas, pero solo son otras herramientas de análisis y de la búsqueda de la libertad de acción del ser humano, lo que en absoluto desvirtúa los principios liberales.

Sobre estos términos, las realidades que hay tras ellos y el porqué del odio de sus enemigos se han escrito y se podrían seguir escribiendo libros y libros, pero como sucinta idea creo que clarifica la mentira que se esconde tras los ataques de la progresía a las personas que defienden los conceptos de libertad, valores occidentales, cristianismo y libre mercado, no siempre en la misma línea, pues ya hemos visto que en materia económica, política e, incluso, en la religiosa, los tres grupos difieren bastante, aunque unidos por su amor a la libertad y el respeto al ser humano.

El problema es que las izquierdas no pueden tolerar la riqueza de pensamiento en libertad y el rechazo al estatismo impuesto por una supuesta élite todopoderosa. Como el diablo huye del agua bendita, las izquierdas huyen de la libertad del ser humano, porque la misma desmonta todos sus planteamientos económicos, sociales y políticos y quienes desean imponer su modelo a los demás no pueden aceptar que las personas piensen por su cuenta, por que les convierte en indómitos a la manipulación y la ingeniería social.

2 comentarios:

D45 dijo...

Genial artículo, de lo mejor que te he leído. No tengo que decir nada más.

Saludos.

P.D: Te acabo de agregar a mi blogroll.

Carlos J. Gómez Martín dijo...

Gracias por tus elogios inmerecidos, pero siempre de agradecer.