Desde hace unos meses estamos asistiendo a una verdadera competencia entre el PSOE y el PP para ver quién condena mas al franquismo, apoya más al Frente Popular y ensalza a neoterroristas como Ferrer Guardia.
Si estos hechos son lógicos en un PSOE derrotado y revanchista, que, además de querer cambiar el modelo político y social del país quiere hacer olvidar los crímenes cometidos entre 1931-39 y su cobardía e inexistencia desde 1939 a 1975, lo del PP es realmente esquizofrénico.
Entre otras medidas apoya la condena del franquismo, Núñez Feijoo en Galicia, apoya que los hijos y los nietos de los exiliados obtengan la nacionalidad española y supongo que una pensión que en España no se han ganado, también dar la nacionalidad a los exbrigadista y sus descendientes, pensión incluida, ¡claro!. Tampoco duda en apoyar la moción contra Queipo de Llano en Sevilla o, Lasalle “dixit” ,el estudio de la figura del neoterrorista Ferrer Guardia.
Ante estas decisiones uno tiene la sensación de que al antiguo partido se ha convertido en un clon, eso si, esperpéntico, del PSOE y que intenta ganarle, pasándole por la izquierda a gran velocidad. Desde luego, la nueva caterva de dirigentes están muy cualificados para esa gestión, lo que ocurre es que tienen el inconveniente de que siempre es preferible el original, PSOE, que el patético remedo, PP.
Ante esas tomas de postura, hay que preguntarles a los dirigentes del PP con quién hubiesen estado en 1936. Porque esa condena al franquismo, ¡a buenas horas mangas verdes!, es muy cómodo y fácil hacerla desde el poder, aunque sea el de la oposición, en una democracia mas imperfecta que otra cosa, pero democracia al fin y al cabo, que enfrentarse a la situación en los años ´30. Conviene, aunque sea brevemente, repasar aquel momento histórico y procurar ponernos en la época y ver que decisiones se podían tomar.
Hablamos de una España con unos gobiernos ilegales, pues ningún país del mundo puede pasar de un régimen a otro por unas elecciones municipales que, además, perdieron los republicanos, lo cual hace que toda decisión posterior sea ilegal e ilegítima.
Tampoco podemos olvidar que en aquellos años la democracia brillaba por su ausencia y no solo en España, que eran fascistas y comunistas quienes partían el bacalao y que, incluso, en países como Francia o Reino Unido la democracia pendía de un hilo, siendo muy fuertes las tendencias comunistoides y fascistoides, baste recordar el fuerte izquierdismo de las élites de Cambridge u Oxford, que tan buenos espías comunistas dieron o el neonazismo de parte de la aristocracia británica e, incluso, de muchos norteamericanos incluyendo a la familia Kennedy.
En España el tema se agrava por las agresiones de la izquierda: quema de iglesias, escuelas católicas, asalto a periódicos, etc., por los enfrentamientos entre grupos armados izquierdistas y de la falange o carlistas.
No conviene olvidar que los triunfos electorales no valían sino eran de la izquierda, pues cuando la CEDA gana las elecciones del ´33 se le impide gobernar y tiene que coaligarse con los radicales a los que debe ceder casi todos los ministerios, ante las amenazantes declaraciones de los líderes socialistas Prieto o Largo Caballero, que no contentos con negar la legalidad dan el golpe de estado del ‘34 con su pléyade de crímenes, robos y saqueos.
Y así llegamos a las elecciones de 1936, tan irregulares como radicalizadas, del pucherazo contra el Presidente de la República para sustituirlo por Azaña y con una real toma de la calle por las bandas de pistoleros.
Por no ser suficiente, se amenaza en el parlamento a los líderes de la derecha, amenaza convertida en realidad con el crimen de Calvo Sotelo y el frustrado de Gil Robles al conseguir huir.
Ante estos acontecimientos y la situación del momento, señores del PP ¿en que bando hubiesen estado? Y no me digan que neutrales, pues allí no los pudo haber y los que lo intentaron fueron liquidados por la izquierda. Como el dirigente del partido Derecha Regional Valenciana, Lucía, por ejemplo y así tantos otros “neutrales”.
¿Hubiesen peleado en el bando de esas Brigadas Internacionales, formadas por el lumpen de Europa y encuadradas por asesinos como Marty?,¿hubiesen formado con los Companys de turno que alardeaban y con razón, de que no quedaba un solo cura en Cataluña?, ¿hubiesen cerrado filas con Carrillo y los chequistas?, ¿con los miembros del NKVD como Orlov?, sería muy interesante conocer su posicionamiento al respecto, para, de una vez, tener claro quienes son Uds. y a donde quieren llevar al PP.
Si estos hechos son lógicos en un PSOE derrotado y revanchista, que, además de querer cambiar el modelo político y social del país quiere hacer olvidar los crímenes cometidos entre 1931-39 y su cobardía e inexistencia desde 1939 a 1975, lo del PP es realmente esquizofrénico.
Entre otras medidas apoya la condena del franquismo, Núñez Feijoo en Galicia, apoya que los hijos y los nietos de los exiliados obtengan la nacionalidad española y supongo que una pensión que en España no se han ganado, también dar la nacionalidad a los exbrigadista y sus descendientes, pensión incluida, ¡claro!. Tampoco duda en apoyar la moción contra Queipo de Llano en Sevilla o, Lasalle “dixit” ,el estudio de la figura del neoterrorista Ferrer Guardia.
Ante estas decisiones uno tiene la sensación de que al antiguo partido se ha convertido en un clon, eso si, esperpéntico, del PSOE y que intenta ganarle, pasándole por la izquierda a gran velocidad. Desde luego, la nueva caterva de dirigentes están muy cualificados para esa gestión, lo que ocurre es que tienen el inconveniente de que siempre es preferible el original, PSOE, que el patético remedo, PP.
Ante esas tomas de postura, hay que preguntarles a los dirigentes del PP con quién hubiesen estado en 1936. Porque esa condena al franquismo, ¡a buenas horas mangas verdes!, es muy cómodo y fácil hacerla desde el poder, aunque sea el de la oposición, en una democracia mas imperfecta que otra cosa, pero democracia al fin y al cabo, que enfrentarse a la situación en los años ´30. Conviene, aunque sea brevemente, repasar aquel momento histórico y procurar ponernos en la época y ver que decisiones se podían tomar.
Hablamos de una España con unos gobiernos ilegales, pues ningún país del mundo puede pasar de un régimen a otro por unas elecciones municipales que, además, perdieron los republicanos, lo cual hace que toda decisión posterior sea ilegal e ilegítima.
Tampoco podemos olvidar que en aquellos años la democracia brillaba por su ausencia y no solo en España, que eran fascistas y comunistas quienes partían el bacalao y que, incluso, en países como Francia o Reino Unido la democracia pendía de un hilo, siendo muy fuertes las tendencias comunistoides y fascistoides, baste recordar el fuerte izquierdismo de las élites de Cambridge u Oxford, que tan buenos espías comunistas dieron o el neonazismo de parte de la aristocracia británica e, incluso, de muchos norteamericanos incluyendo a la familia Kennedy.
En España el tema se agrava por las agresiones de la izquierda: quema de iglesias, escuelas católicas, asalto a periódicos, etc., por los enfrentamientos entre grupos armados izquierdistas y de la falange o carlistas.
No conviene olvidar que los triunfos electorales no valían sino eran de la izquierda, pues cuando la CEDA gana las elecciones del ´33 se le impide gobernar y tiene que coaligarse con los radicales a los que debe ceder casi todos los ministerios, ante las amenazantes declaraciones de los líderes socialistas Prieto o Largo Caballero, que no contentos con negar la legalidad dan el golpe de estado del ‘34 con su pléyade de crímenes, robos y saqueos.
Y así llegamos a las elecciones de 1936, tan irregulares como radicalizadas, del pucherazo contra el Presidente de la República para sustituirlo por Azaña y con una real toma de la calle por las bandas de pistoleros.
Por no ser suficiente, se amenaza en el parlamento a los líderes de la derecha, amenaza convertida en realidad con el crimen de Calvo Sotelo y el frustrado de Gil Robles al conseguir huir.
Ante estos acontecimientos y la situación del momento, señores del PP ¿en que bando hubiesen estado? Y no me digan que neutrales, pues allí no los pudo haber y los que lo intentaron fueron liquidados por la izquierda. Como el dirigente del partido Derecha Regional Valenciana, Lucía, por ejemplo y así tantos otros “neutrales”.
¿Hubiesen peleado en el bando de esas Brigadas Internacionales, formadas por el lumpen de Europa y encuadradas por asesinos como Marty?,¿hubiesen formado con los Companys de turno que alardeaban y con razón, de que no quedaba un solo cura en Cataluña?, ¿hubiesen cerrado filas con Carrillo y los chequistas?, ¿con los miembros del NKVD como Orlov?, sería muy interesante conocer su posicionamiento al respecto, para, de una vez, tener claro quienes son Uds. y a donde quieren llevar al PP.
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