“Las mezquitas son nuestros cuarteles, las cúpulas nuestros cascos, los minaretes nuestras bayonetas y los creyentes nuestros soldados”. Quién, en 1997, leía y se adhería a este poema de Ziya Gökalp era el alcalde de Estambul Recep Tayyip Erdogan. Este hombre, una de cuyas primeras medidas en esa etapa (1994-98) fue prohibir el alcohol, formado en una escuela coránica, estrecho colaborador del Primer Ministro islamista Erbakan, expulsado del poder por el ejército, este es el dirigente que acaba de ganar con, aproximadamente, el 48% de los votos, las elecciones en Turquía. Al frente de su partido, el AKP, que el mismo formó en 2001 y en cuyo programa trató de “moderar” su acervo islamista en vista de lo ocurrido a su mentor Erbakan, acaba de repetir victoria, aumentando en mas de 12 puntos los apoyos obtenidos anteriormente. Incluso en supuestas ciudades occidentalizadas como Estambul ha ganado con el 45% de los sufragios, mientras que en la Anatolia profunda y el lejano este, donde el hibja deja paso al velo cuando no al chador, en Konya o Trebzon, donde asesinaron al sacerdote italiano Andrea Santoro por causa de las famosas viñetas sobre Mahoma, ahí, en esa Turquía islamita, ha conseguido mas del 60% de los votos.
Algunos “buenistas” consideran que Erdogan, pese a sus antecedentes y a que nunca ha renunciado a sus ideas sino todo lo contrario, es un hombre moderado y que el AKP es una versión musulmana de la democracia-cristiana europea. Estos ingenuos olvidan algo esencial, que mientras en occidente política y religión está totalmente separadas, recordemos que un hombre como Rocco Buttiglione fue rechazado para Comisario europeo simplemente por decir que rechazaba la homosexualidad, en el Islam está obligatoriamente unida y la segunda tiene preeminencia sobre la primera, por tanto difícilmente el AKP puede ser un remedo de la CDU, por ejemplo. Prueba de ello ha sido que una de las primeras felicitaciones al vencedor proviene de los terroristas de Hamás.
También dicen algunos que Erdogan ha conseguido potenciar la economía turca y mejorar la suerte de los más desfavorecidos, entre quienes, como todos los islamistas, tiene gran predicamento. La realidad es que no lo sabemos, pues, repito, no hay que fijarse en Estambul, Izmir o Antalya, hay que ir a la Anatolia central y oriental, al sureste kurdo deprimido y abandonado, para ver que la economía turca es pura fachada. Además hay un problema estadístico, ya que no se sabe en realidad cual es la población, ya que algunas fuentes hablan hasta de 90 millones de turcos, que de ser cierta, aunque solo fueran 60 o 70, dejaría la renta “per cápita” entre las mas bajas del mundo.Objetivamente debemos reconocer que una parte sustancial de la sociedad turca es islamista y, como se recoge en diversas encuestas, aspira a una república tipo iraní por lo que no es de recibo que un país con esos postulados pueda entrar en la UE. Históricamente, Turquía ha sido el gran enemigo de la civilización judeocristiana y si bien, Europa ya no se reconoce, desgraciadamente, como tal, no puede negar que sigue sustentándose sobre esos valores, así como los griegos y romanos. No podemos olvidar que una de las grandes razones de la eclosión del Renacimiento fue la llegada de eruditos y eclesiásticos bizantinos que huyeron de Constantinopla al caer en manos turcas en 1453. A mi entender, Turquía no tiene cabida en Europa, porque los valores que hoy día predominan en ese país son la antítesis de los nuestros y su aportación no sería positiva, pues ya tenemos demasiados musulmanes en nuestro continente y las consecuencias se están viendo desde Londres a Madrid y desde Roma a Berlín. El socio de Rodríguez, no es de fiar, por lo menos desde la óptica de quienes creemos en los valores judeocristianos que engloban aspectos tan extraños al Islam como la libertad y la justicia.
Algunos “buenistas” consideran que Erdogan, pese a sus antecedentes y a que nunca ha renunciado a sus ideas sino todo lo contrario, es un hombre moderado y que el AKP es una versión musulmana de la democracia-cristiana europea. Estos ingenuos olvidan algo esencial, que mientras en occidente política y religión está totalmente separadas, recordemos que un hombre como Rocco Buttiglione fue rechazado para Comisario europeo simplemente por decir que rechazaba la homosexualidad, en el Islam está obligatoriamente unida y la segunda tiene preeminencia sobre la primera, por tanto difícilmente el AKP puede ser un remedo de la CDU, por ejemplo. Prueba de ello ha sido que una de las primeras felicitaciones al vencedor proviene de los terroristas de Hamás.
También dicen algunos que Erdogan ha conseguido potenciar la economía turca y mejorar la suerte de los más desfavorecidos, entre quienes, como todos los islamistas, tiene gran predicamento. La realidad es que no lo sabemos, pues, repito, no hay que fijarse en Estambul, Izmir o Antalya, hay que ir a la Anatolia central y oriental, al sureste kurdo deprimido y abandonado, para ver que la economía turca es pura fachada. Además hay un problema estadístico, ya que no se sabe en realidad cual es la población, ya que algunas fuentes hablan hasta de 90 millones de turcos, que de ser cierta, aunque solo fueran 60 o 70, dejaría la renta “per cápita” entre las mas bajas del mundo.Objetivamente debemos reconocer que una parte sustancial de la sociedad turca es islamista y, como se recoge en diversas encuestas, aspira a una república tipo iraní por lo que no es de recibo que un país con esos postulados pueda entrar en la UE. Históricamente, Turquía ha sido el gran enemigo de la civilización judeocristiana y si bien, Europa ya no se reconoce, desgraciadamente, como tal, no puede negar que sigue sustentándose sobre esos valores, así como los griegos y romanos. No podemos olvidar que una de las grandes razones de la eclosión del Renacimiento fue la llegada de eruditos y eclesiásticos bizantinos que huyeron de Constantinopla al caer en manos turcas en 1453. A mi entender, Turquía no tiene cabida en Europa, porque los valores que hoy día predominan en ese país son la antítesis de los nuestros y su aportación no sería positiva, pues ya tenemos demasiados musulmanes en nuestro continente y las consecuencias se están viendo desde Londres a Madrid y desde Roma a Berlín. El socio de Rodríguez, no es de fiar, por lo menos desde la óptica de quienes creemos en los valores judeocristianos que engloban aspectos tan extraños al Islam como la libertad y la justicia.
1 comentario:
Lo suyo es islamofobia y homofobia a partes casi iguales. Ni más, ni menos. Analice sus frases:
" ya tenemos demasiados musulmanes en nuestro continente "
"Turquía ha sido el gran enemigo de la civilización judeocristiana"
"A mi entender, Turquía no tiene cabida en Europa"
"pequeños think-thank como el G.E.E.S., están recuperando el pensamiento liberal y conservador para dar la batalla a la ideología izquierdista, enfrentándose a la nueva alianza islamo-socialista que amenaza nuestra libertad"
"Lo primero que me sorprende es que un musulmán de pura cepa se llame de apellido Fernández"
"Desde luego este borrico es tonto, el problema no es que el PP sea islamófobo, el problema son los musulmanes, o una parte importante de los mismos, que no aceptan los principios de libertad, entre ellos los de expresión o pensamiento, que no respetan los derechos humanos, empezando por los de las mujeres y que intentan imponer sus ideas a los demás por la fuerza si es necesario"
"la respuesta no es firme y radical, no, la respuesta intentar convencerlos, por supuesto cediendo, ya sea en el velo, ya sea haciendo desaparecer los aspectos religiosos de la Navidad, castigando a los cristianos i exhiben símbolos de su religión, etc. con lo que las bestias pardas islámicas se crecen y exigen cada vez más"
"¿Cuál es la respuesta necesaria para evitar la victoria del islamismo?, desde luego no la componenda ni la tolerancia entendida como claudicación, sino la reafirmación de nuestros valores eternos, los que proviene de nuestra cultura grecojudeocristiana y de las raíces de la fe cristiana, aquella que salvó a Europa en los tiempos de la oscuridad del medioevo"
"El Islam es el enemigo"
"Porque estos inmigrantes están empezando a controlar barrios enteros, donde no entra ya ni la policía y forzando a los antiguos residentes a marcharse a otras zonas, con lo que el aspecto de algunos distritos de ciudades como Madrid o Barcelona empiezan a parecerse más a barrios de El Cairo, Rabat..."
Hablando del terrorismo islámico: "La realidad es que se trata de musulmanes y no hay mas, se trata de gente cuya mentalidad y convicciones son opuestas a las nuestras y que no toleran nuestro modelo ni de valores, ni social, ni político, ni económico. Probablemente los terroristas son una minoría, pero apoyada por la inmensa mayoría de los musulmanes que habitan en Europa."
"Por tanto, los europeos en particular y los occidentales en general, debemos asumir que el Islam es el enemigo de nuestra civilización"
y más...
Otro día le haré la recopilación de las frases homófobas.
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