Cuando el norte de Mali fue
ocupado por una coalición terrorista-tuareg, comentamos el peligro que tanto
para África como para Europa representaba ese territorio donde se agrupaban los
grupos islamistas del continente, desde AQMI hasta los nigerianos de Boko Haram.
Fieles a sus ideas, no
tardaron en desbancar a los tuareg no islamistas y enseñorearon en más de
800.000 kilómetros cuadrados, empezaron la aplicación de la sharía a las
poblaciones saharianas pero también a las poblaciones negras y, al igual que
los talibanes con los budas, empezaron a destrozar el legado histórico de
Tombuctú.
No contentos con ello y Ante
la pasividad occidental, empezaron su avance hacia el sur nilótico, imponiendo
su tiranía y, solo entonces, la ONU, las naciones de África Occidental y Francia
reaccionaros, pero después de permitir la consolidación e irradiación de sus teorías
por todo el sahel.
Ante el avance hacia la zona
no sahariana, las tropas francesas se han involucrado en la batalla para
recuperar Mopti, primera ciudad no sahariana, y frenar el avance islamista, pero ¿será suficiente?, ¿se
recuperará el norte?.
Malí es uno de los países más
pobres de la tierra, sacudido por golpes de estado y aprovechando el último,
los islamistas dominaron ese norte creando el estado de Azawad que ahora es la
retaguardia terrorista. Sus fronteras con Níger, otro país pobrísimo y sometido
a luchas contra islamistas y tuareg, Argelia, donde los grupos terroristas
siguen activos, sobre todo en el sur, Mauritania, t5ambién sometida a la
presión islamista o Burkina Fasso.
Pero Europa es también el
frontline de esta amenaza, desde esa zona los terroristas islámicos de pueden
expandir hacia Europa, a través de Argelia, Marrueco o Túnez, países, salvo
Argelia, sometidos a gobiernos islamistas simpatizantes de los terroristas.
Por ello, los países
europeos debían involucrarse en la batalla para expulsar a los islamistas de
Malí o Níger. La operación “Serval” iniciada por los franceses debería contar
con el apoyo de tropas de otros países europeos, especialmente España e Italia
que por su condición de frontera sur de Europa son los más expuestos.
En cualquier caso, esperemos
que sirva de aviso para nuestras dormidas conciencias y pongamos todos los
medios para luchar contra el terrorismo islámico, no solo en el Sah el sino en
la propia Europa, impidiendo que proliferen, como están haciendo, las ce3lulas
islamistas que dominan a las comunidades musulmanas, sino lo pagaremos caro.
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