viernes, septiembre 16, 2011

16 de septiembre de 1939

La Segunda Guerra Mundial no solo ha sido la conflagración más cruel, grande y dañina de la Historia, ha sido también la más falseada tanto en sus hechos como en sus actores. Nunca antes los vencedores habían conseguido cargar absolutamente todas las culpas sobre los perdedores, sino que hicieron olvidar sus propias culpas. Para la inmensa mayoría de la población actual la guerra se redujo a un enfrentamiento entre los brutales asesinos nazi-fascistas y japoneses contra los impolutos británicos, americanos y soviéticos. Lo que ocurrió desde el ’45 fue debido, por una parte, a que la URRS incumplió sus compromisos y, además, necesitaba un muro protector frente a nuevos ataques desde el oeste.

Más o menos y en trazo grueso, ese es el conocimiento al respecto. No voy a entrar a desmontar todas esas mentirás, sus antecedentes y sus consecuencias, pues el tema es muy complejo y se necesitaría un libro, me voy a limitar a exponer como en los inicios de la S.G.M. el peligro no era Alemania o no solo ella, mas bien era la URSS y ello se obvió por intereses ideológicos y políticos.

Cualquier persona medianamente culta conoce la fecha del 1 de septiembre de 1939, aquella en que los alemanes invaden Polonia. Una Polonia que renace como estado tapón en 1918, pese a las reticencias soviéticas, alemanas e incluso británicas, pero apoyada por Francia y, de una manera débil, por EEUU. Sin embargó, Francia y Gran Bretaña aprovechan la invasión del ’39 para declararle la guerra al régimen de Hitler, pese a la reticencia de sus poblaciones que habían visto como Checoslovaquia, esa si nueva creación de Versalles, había sido desintegrada sin que ni Daladier ni Chamberlain interviniesen, ítem mas, firmasen el tan traído y llevado Acuerdo de Munich. Recordemos los pasquines franceses antibelicistas que decían aquello de: ¿Morir por Danzig?, teniendo en cuenta que dicha ciudad era étnicamente alemana y de la que había sido despojada en el’19 al igual que del resto de Silesia oriental.

¿Por qué los “aliados” salieron en defensa de una Polonia en la que no creían?. Las razones eran múltiples, pero sobre todo para evitar que Alemania volviese a ser la gran potencia europea, sobre todo si llegaba a un acuerdo con la URSS., lo que ocurriría unos meses después con el Pacto Molotov-Ribbentrop. Por ello no dudaron en acusar a los alemanes por su invasión e ir a la guerra. Esta empezó con el gran avance alemán que cercó Varsovia el día 8, prácticamente Polonia estaba derrotada, pero en ese momento, tal día como hoy 16 de septiembre, la URSS invadió Polonia desde el este, ocupando parte de lo que hoy es Ucrania occidental y el oeste de Bielorrusia. Esta traición, que vino seguida, incluso antes de las de los nazis, de matanzas de polcaos y ucranianos anticomunistas o deportaciones a Kazajastán, recordemos las fosas de Katyn. De esta manera, los comunistas se vengaban de la derrota de 1920-21 ante el Vístula cuando intentaron comunistizar a la recién renacida nación

Este ataque fue respondido con un silencio profundo por parte de los “defensores de la libertad de Polonia”, ya fuesen británicos, franceses o cualesquiera otros, el enemigo era Alemania. Y no es que los líderes occidentales no supiesen lo que allí pasaba, pues a través de los Balcanes muchos polacos huyeron y relataron las atrocidades de nazis y comunistas, muchas veces al unísono en esos primeros días y antes del reparto, con matanzas indiscriminadas. Pero cuando algún político, siempre de segunda fila, levantaba la voz al respecto del trato desigual con los comunistas, cuyo sistema de GULAG llevaba más de 10 años funcionando y donde acaba de terminar las matanzas por hambruna de Ucrania soviética, era represaliado y hecho callar. Incluso aquel beodo, tránsfuga inveterado de un partido a otro y convertido en héroe tanto por su energía como por la propaganda, que siempre había presumido de anticomunista, dijo aquello de aliarse con el diablo ( la URSS) contra Hitler, me refiero a Churchill.

Pero ese alevoso ataque tuvo continuidad con la agresión a Finlandia en noviembre de 1939 o la opresión de los países bálticos en julio de 1940 Pues bien, nada de ello tuvo réplica por parte de occidente, que impasible vio como Stalin se engullía los antes mencionados mas gran parte de Rumania sin que la cara dura de Chamberlain, Churchill, Daladier o Rooselvet se moviera, el enemigo era Alemania y así, mientras el 1 de septiembre es la fecha del inicio del horror nazi el 16 de septiembre solo se recuerda en Polonia, claro ejemplo de las cobardes y miserables cesiones que al final de la guerra se harían a Stalin, por las cuales toda Europa central y oriental cayó bajo el crimen comunista, sin olvidar a China, Corea, etc..

Estos hechos nos deberían hacer reflexionar sobe la actualidad, pues mucho me temo que con el asunto árabe, se puede abandonar a nuestro único aliado y democracia de Oriente Medio, Israel, para echarse en brazos de terroristas palestinos o países islamistas, por mucho que se disfracen de democracias, como Turquía. Sería no solo una desgracia para Israel también para todo occidente.

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