
Y ello por diversas razones,
en primer lugar porque no es el pueblo palestino el favorecido, sino sus
dirigentes y los grupos terroristas como Hamas, Jihad Islámica o Brigadas Al Aksa,
quienes unos días antes habían lanzado más
de 1000 cohetes sobre Israel y, aunque no todos los medios de comunicación, caso TVE, informaron, se regocijaban y comían bombones para celebrar el atentado a un autobús, o arrastraban, en medio del regocijo general, tampoco TVE lo creyó importante, los cadáveres de supuestos colaboradores de Israel, tras masacrarlos, onviamente sin juicio alguno.
En segundo lugar, porque se
incurre en la contradicción de negarse a reconocer la independencia de Kosovo
por unilateral, razonable, pero se admite la de los terroristas palestinos¿?.
En tercer lugar, porque nos
oponemos rotundamente al terrorismo como el de ETA y apoyamos a los ya
mencionados arriba, dándoles aval internacional. ¿Con que cara podemos ahora
negar a ETA ese aval?, piedras a nuestro tejado.
En cuarto lugar, porque
Israel es la cabeza de puente occidental en Oriente Medio y el único estado
democrático de la zona, de un área donde han pululado y aun lo hacen algunos de
los tiranos más sanguinarios.
En quinto lugar, porque
Israel no ha ayudado a combatir el terrorismo, ya fuese ETA y sus alianzas con
las organizaciones terroristas palestinas a las que hora apoyamos, o las redes
islamistas y el pago que le damos es apoyar a los asesinos.
Es evidente que hay más
razones para apoyar a los hebreos y no a los palestinos, pero tampoco podemos olvidar
los intereses de nuestra patria que, otra vez, se enfrenta a EE.UU. a los que
pediremos ayuda frente a las provocaciones marroquíes o los atentados
islamistas. Que podemos esperar de esta política, de este síndrome de Estocolmo
que tenemos con los musulmanes cuando olvidamos que es el enemigo ancestral y,
sin embargo, desde siempre les tratamos como amigos y aliados y les recibimos
con los brazos abiertos a sátrapas y dictadores.
Creo que nuestra
política internacional está demasiado anclada en atavismos pasados, tan pasados
como el antisemitismo, lo que nos lleva a servir los intereses antiisraelíes, o
la guerra de Cuba, lo que nos lleva al antiamericanismo. Mientras no rompamos
con ese estúpido pensamiento, iremos dando tumbos y sin aliados para los
momentos necesarios y bien merecido nos lo tendremos.
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