San Carlos Borromeo: contra el catolicismo

En estos días de Pascua ha surgido la noticia de la suspensión de las actividades sacramentales a la Parroquia de San Carlos Borromeo. Lo que debía haber sido un simple contencioso entre dicha parroquia y la autoridad del Obispo se ha convertido en un verdadero show mediático y político. El tema en si no da mucho juego: unos curas, seguidores de la Teología de la Liberación, que habían convertido a su Parroquia en cualquier cosa menos un centro religioso. Mas allá de su labor con los marginados, hecho que no debe ser potestad de los sacerdotes sino obligación de todos los cristianos, al parecer habían olvidado que su función esencial es servir de intermediarios de los fieles con Dios Nuestro Señor, pues si consideran que su labor esencial es ayudar a los necesitados que se dediquen a las ONG´s y dejen su función sacerdotal, claro que actúen en una ong honesta, si va quedando alguna. Lejos de eso se habían erigido en líderes de una tendencia, dudo que religiosa, que llegaba a extravagancias tales como dar la comunión con rosquillas, celebrar la ceremonia en vaqueros, etc. Se dirá que eso no es esencial, pero a mi parecer, la dignidad del sacerdocio y del rito tiene su importancia como respeto hacia Nuestro Señor pero también hacia la feligresía. Vistos en televisión los ínclitos tienen una pinta guarros que tiran de espaldas y no creo que Jesús fuese un guarro y, además, creo recordar que era respetuoso con el rito, eso si, nunca por encima de Dios, pero eso no es óbice para que una misa, salvo circunstancias de urgencia se deba celebrar en vaqueros y con ese aspecto que ya genera un rechazo automático, aunque lo esencial sea la interpretación del cristianismo, interpretación muy por libre en su caso. A uno de los pájaros, Enrique Castro, ya le conocemos de años, un sacerdote rojo en el mas puro estilo de seguidor de las tesis leninistas en sus tiempos y, supongo que ahora, a tenor de que el Corán se lee en sus celebraciones, seguidor de esa nueva alianza izquierdista-islamista. No soy ducho en Teología, solo un cristiano de a pie, pero no entiendo que pinta la lectura en una celebración cristiana del Corán, ese sincretismo no parece que conduzca a nada salvo a un cierto esnobismo de unos personajes que, sospecho, están mas interesados en tener su minuto de gloria mediática que en otra cosa. Tampoco parecen tener un espíritu tal como los humildes cristianos entendemos, pues una de las mujeres que por allí campan, parece que con mucha influencia, se ufanaba de las pintadas en la pared de la iglesia contra la guerra de Irak y decía..” las frases fuertes las pintábamos en otra pared enfrente, propiedad del ayuntamiento: Bush hijo puta”, lo cual no parece muy cristiano ni digno de aparecer en las paredes de una iglesia o pintado por miembros de la misma, sacerdotes o laicos. Por cierto, que puestoa a pintar, no tengo constancia de pintadas contra los asesinos de ETAo del 11M u 11S, a favor de las victimas de los atentados terroristas, contra los crímenes de Castro, me refiero a Fidel, o los de sus compadres de Corán en Darfur, o en temas como las ablaciones, etc. Ignoro si, por lo menos, elevan preces por esas mismas victimas o solo por la salud de Castro, otra vez Fidel y otros defensores de la Teología de la Liberación. Volviendo al tema inicial, lo que era una llamada al orden de la jerarquía a unos curitas zascandiles, se ha convertido en una llamada a las armas de la progresía contra la Iglesia católica y así, con gran desfachatez, el diario El País editorializaba el miércoles santo sobre lo que era bueno o malo en este tema. Es curioso que quién se queja tantas veces de la “intromisión” de la Iglesia en la ética, que ese diario parece ignorar es obligación de la Iglesia, se entrometa en la organización de la misma que no parece sea un tema de la incumbencia de un periódico. ¿Cómo vería Polanco que la Iglesia en sus publicaciones editorializara sobre laq forma de llevar sus negocios?, pero ya sabemos que la progresía da carta de naturaleza hasta en cuestiones religiosas, ¡son tan listos!. Ya por si faltaba algo aparecen los faranduleros y se presentan ayer domingo a la misa los Wyoming, Wyli Toledo y otros exponentes de “niño ¿porqué te metes en los charcos?, ¡por meterme en todo!”, participando en el show llamad misa y ¡eso si!, libando como condenados que eso de darle al alcohol y a otras sustancias se les da como hongos. Por cierto, supongo que ayer no habría musulmanes, pues estaría feo beber delante de los colegas de Alianza de Civilizaciones. La verdad es que el asunto es triste, unos curas desobedeciendo a sus superiores y realizando unos ritos de su invento, pero entre El País y otros medios, los faranduleros, los curas de turno y las pajaritas que les rodean lo han convertido en un espectáculo bufo y ridículo. Que Dios les ilumine y encuentren la verdadera senda que para hacer el bien no es necesario tanto espectáculo y sino que recuerden a tantos y tantos santos que lo hicieron sin “chupar cámara” a Dios ni a los pobres.