domingo, marzo 04, 2007

Defender las ideas propias

Uno de los grandes absurdos de la política española es que aquí no existe, técnicamente hablando, un partido importante que represente a la derecha sociológica, es decir a quienes nos consideramos liberales, conservadores o demócrata cristianos. Los partidos a los que votamos ese segmento de la sociedad se han definido “de centro” o “centro-reformista” últimamente. Para quienes tenemos una formación histórica, politológica y jurídica nos sorprende que en España no haya opciones importantes de derechas, lo que no ocurre en ningún país democrático. La razón es bastante sencilla: nadie quiere que se le confunda con el franquismo, falsamente identificado con la derecha, aunque ese debate queda para otra ocasión, prefiriendo eufemismos como el centrismo.
Esta pusilanimidad es una de las causas de la debilidad ideológica del conjunto de la derecha política que no es capaz de un debate serio con sus oponentes izquierdistas, pues en el momento que le sacan “el franquismo” se arrugan. Curiosamente, la izquierda no solo no renuncia, sino que está orgullosa de ser identificada con la Segunda República o el Frente Popular, es mas presume de tener sus mentores en gentes como “La Pasionaria”, Largo Caballero o Santiago Carrillo. Está orgullosa de la Revolución de Octubre del ´34, no se amilana por las checas y convierte en héroes de la cultura española a chequistas como Alberti. No duda en quitar de las calles los nombres de José Antonio, Mola, Varela, Franco, etc. y los sustituye por los propios: Pablo Iglesias, Largo Caballero, Companys y otros. Todo ante el silencio cobarde de la derecha política, ¡perdón, centro! cuando no su aquiescencia. Todavía mas, ese “centro” tiembla de pánico cuando la izquierda le acusa de ser derecha extrema o extrema derecha, descalificando un posible apoyo de la extrema derecha al PP, mientras el PSOE siempre da por hecho el apoyo de los comunistas de IU y de la extrema izquierda, e incluso, organizaciones procedentes de grupos terroristas, caso de ERC, por no hablar de la actual connivencia con ETA-Batasuna sin que ello sea un desdoro.
La última actuación del PSOE es acusar al PP por el asalto de una sede socialista en Alcalá de Henares, mientras nunca han criticado los cercos y asaltos a las del PP el famoso 13M, durante la campaña catalana, etc. También critican que en las manifestaciones de la AVT aparezcan lo que , eufemísticamente, llaman banderas preconstitucionales, como si no fuesen tan legítimas, incluso mas, que las republicanas que, en masa y no excepcionalmente, aparecen en las manifestaciones de la izquierda.
Frente a estos planteamientos, la derecha política, sigue retrocediendo con su cobardía habitual y está siendo la derecha ciudadana quién, sin verdadero apoyo, esté dando la batalla de las ideas y de los símbolos. Historiadores como Pío Moa, César Vidal, La Cierva y otros, así como escritores y filósofos como Juan C. Girauta, Gabriel Albiac o expertos en temas internacionales como Rafael Bardají, apoyándose en su acción individual o en pequeños think-thank como el G.E.E.S., están recuperando el pensamiento liberal y conservador para dar la batalla a la ideología izquierdista, enfrentándose a la nueva alianza islamo-socialista que amenaza nuestra libertad. Y, sobre todo, es la ciudadanía, quién sin grandes construcciones filosóficas, con su noble y sencillo ejemplo en la calle, saliendo a defender a los débiles, en este caso a las victimas del terrorismo y negándose a los cambalaches de esa izquierda pesebrista y vividora, está recuperando los valores cívicos y patrióticos, recuperando nuestros símbolos, la bandera rojigualda, la única verdadera de España desde que sustituyó a las aspas de San Andrés, solo mancillada por la nefasta Segunda República, ya que la primera respetó los colores y el himno nacional. Esa sociedad es la que está indicando a los políticos de la derecha que no se deben avergonzar de sus ideas y de sus símbolos, pues si el PP no es capaz de asumir los principios e ideales de ese gran segmento que es la derecha, será arrojado y sustituido por otro partido y otros líderes que como la UMP y Sarkozy en Francia o Thatcher en el Reino Unido, por no hablar de Reagan en EEUU, no se avergüencen de su legado histórico e ideológico y defiendan los principios e ideas que han dado y siguen haciéndolo, mas libertad, mas dignidad y mas desarrollo al mundo.

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