lunes, mayo 27, 2013

La mentira, arma política


Hace unos días, los palestinos y sus adláteres han “recordado” la Nakba, el día de la tierra, en el que, según ellos, fueron expulsados por los israelitas durante la guerra de 1948. Según sus datos unos 700.000 palestinos fueron “expulsados” entre 1948-49.

La realidad es que los palestinos no aceptaron la decisión de la ONU de 1947 donde se aprobó la partición en dos estados. Sin n ningún respeto a esa ONU que ahora tanto reclaman, los palestinos del llamado Ejército de Liberación dirigido por el primo del muftí de Jerusalén, el neonazi, había apoyado a Hitler y Mussolini durante la S.G.M., Amin al  Husayni, futuro tío de otro terrorista, Yaser Arafat. Abdel Kader se lanzó sobre los judíos,  mientras el también antiguo combatiente nazi el libanés El Kaujki atacaba en Galilea nada mas celebrarse la votación en la ONU, empezaron a matar a los judíos e incendiar sus Kibbutzs, mientras que los ingleses aun gobernantes de Palestina se mostraban inactivos, por lo que los judíos de la Haganah, inferiores en número y armas que no en valor, se vieron obligados a defender a sus compatriotas.

Cuando el 15 de mayo de 1948, Ben Gurion proclamó el estado de Israel sobre el territorio concedido por la ONU, no solo el ELA sino los ejércitos de Siria, Egipto, Líbano, Irak y la Legión árabe bajo mando británico, se lanzaron al ataque contra el pequeño territorio, mientras instaban a los palestinos a abandonar, si los propios dirigentes palestinos, que abandonaran sus casas, prometiéndoles  que4 se harían con las posesiones de los judíos. Muchos palestinos hicieron caso y, también es cierto, los judíos sobre todo del Irgún aterrorizaron a los palestinos sobre todo tras tomar a sangre y fuego Deir Yassin. Mito desde e4ntonces y terror para los palestinos.

La derrota de los ejércitos árabes y de los terroristas del Ejército de Liberación, que llevó al armisticio de Rodas, llevó a Israel a doblar su territorio con la parte que no aceptaron los palestinos y que habían abandonado por orden de sus jerarcas.

Port tanto, la pérdida de sus casas fue debida a una guerra que ellos impusieron a Israel y por aceptar las órdenes de los sátrapas nazis que ellos aceptaron como líderes. Por tanto, poco de que quejarse y meditar porque después de más de 60 años ningún estado árabe les ha permitido salir de los campos de refugiados, ni les ha concedido la nacionalidad. Simplemente porque son la carne de cañón de los políticos árabes tanto en sus problemas internos como externos. A quién deben oponerse es a esa banda de facinerosos que dirigen los países árabes y no contra Israel. La verdad es la que es aunque se intente modificarla.

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