viernes, abril 15, 2011

Pendejillas de medio pelo


La interrupción en la capilla de la Universidad Complutense en Somosaguas, de un grupo de guarrillas durante la celebración de la Santa Misa, demuestra que una parte de nuestra juventud está desquiciada. No se trata tanto de la ofensa a los católicos y a nuestras creencias, pues no ofende quien quiere sino quien puede, sino mas bien de la falta de respeto y dignidad de esas aprendices de hetairas. Reventar una misa es fácil, tiene poco de acción valiente, más bien lo contrario. Desnudarse en el altar y realizar actos lésbicos representa la bajeza moral y el encefalograma plano de quienes lo ejecutan y demuestra que nuestra casta universitaria, por lo menos en una parte, es lamentablemente antidemocrática, irrespetuosa e inculta.


Las asaltantes de la capilla deberían saber que quién primero defendió la dignidad de la mujer fue el cristianismo en la Roma imperial. Que en la Edad Media el debate fue sólido y que siempre la mujer fue muy respetada ya que simbolizaba a la madre de Cristo ya Eva, la madre de la humanidad, por lo que difícilmente se ataca a la madre. Eso no quiere decir que ciertas actitudes quedaran obsoletas con el paso de los siglos, pero la defensa de la mujer fue siempre un paradigma católico.


Quienes se desnudaron en la Complutense o quienes en Barcelona las apoyan con sandeces tales como “fuera los rosarios de nuestros ovarios”, parecen atacadas de una obsesión sexual preocupante, parece que solo les interesa esa faceta de la vida, además con argumentos un poco gilipollas pues difícilmente un rosario se puede poner en un ovario, así que aunque rime no deja de ser una sandez. Es verdad que las pendoncillas no eran, a tenor de lo visto en televisión, un dechado de belleza y, me temo, de limpieza, por lo que quizás les resulte difícil conseguir alguien con quién copular o lo que sea, ya que sus atractivos físicos son escasos y los intelectuales para que vamos a decir nada, con sus hechos los avalan.


Lo que resulta más triste es que las asociaciones de mujeres no hayan salido a recriminar la actitud de las zorrillas de la Complutense y Barcelona, pues creo que a quién mas denigra es a las propias hembras, pues si su representación feminista es esa ralea poco se puede esperar. También resulta curioso que las autoridades no hayan intervenido, pues no creo que dichos actos e puedan considerar libertad de expresión, sino puterío en acción. ¿Qué pensarían si, por ejemplo, un grupo de tíos entraran en la sede de las mencionadas, se desnudaran y las orinaran encima?, el escándalo sería mayúsculo y sin embargo los actos y expresiones de las vulpejas en la capilla han sido vistas con “respeto” cuando no con cierta complacencia de algunos.


No quiero perder más tiempo con dichas pajarracas, pero si reflexionar sobre que los católicos debemos pasar a la ofensiva. Está muy bien el perdón y el amor al prójimo pero también la reconvención incluso firme, tal como hizo Nuestro Señor en el Templo. Que no olvide nadie que los católicos podemos ser pacientes, pero no gilipollas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vista las crencias del autor no me extrañan calificativos como guarrillas, la iglesia siempre a defendido a las mujeres, clarooo:

Deuteronomio 21: 11-14
Y si vieres entre los cautivos a alguna mujer hermosa, y la codiciares, y la tomares para ti por mujer, la meterás en tu casa; y ella rapará su cabeza, y cortará sus uñas, y se quitará el vestido de su cautiverio, y se quedará en tu casa; y llorará a su padre y a su madre un mes entero; y después podrás llegarte a ella, y tú serás su marido, y ella será tu mujer.
o

"Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.

Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación."

—1 Corintios 14: 34 & 35

Anónimo dijo...

Hay un pequeño grupillo de Pseudointelectualoides feministas que hacen todo lo posible por hacer presencia. Habria que considerar su falta de educación y modales y respeto a los demás ciudadanos es algo propio de estas taradas de nacimiento. Bueno ahora cualquier borrica ingresa a las universidades. Estas tipillas mas que enojo son dignas de lastima.

A las verdaderas mujeres que no comparten ni avalan este tipo de burradas mi absoluto respeto y consideración pues ellas siempre tendrán el nombre de Damas y personas de bien.Los cristianos que amamos a Dios y respetamos su Santo Nombre solo podemos seguir siendo consecuentes con la tradición Católica de nuestros antepasados y jamas avergonzarnos de ello, por mas que un grupete de borricas rebuznen sandeces y disparates. La verdadera España Grande y Católica siempre.
Franz