Viendo que por la vía dura
no era posible acceder al poder, abandona a Erbakan, crea el AKP y gana las
elecciones de 2002 con mayoría, repitiendo en las siguientes elecciones. Su
éxito se basa en una política económica liberal, con apoyos, que eleva el nivel
de vida de los turcos, sobre todo de los campesinos de Anatolia, su granero de
votos. En el aspecto político lamina a sus oponentes quedando, residualmente,
los nacionalistas y el antiguo partido de Atatürk.
Sabiendo que las Fuerzas
Armadas son el referente del modelo laico, también las descabeza con un
proceso, más que falso, donde se acusa a más de 200 militares de intento de
golpe, militares que sustituye por islamistas.
Con esa victoria, empieza la
islamización: velo, restricción de alcohol, apoyo a los terroristas de Hamas,
etc. Pero la mal llamada “primavera árabe” y la guerra en Siria cambian el
panorama, ahora se ve enfrentado a Assad y, por ende, a Irán con quién mantenía
buenas relaciones. Los EE.UU. le obligan a volver a pactar con Israel , ante la
presión, iniciar conversaciones con los terroristas del PKK.
Estos leves retrocesos se
verán además tendentes a su incremento por su enfrentamiento con el Presidente
Gül, más moderado y prooccidental e, incluso con su primer viceministro, como
se ha observado durante las protestas.
Que se inician por la
defensa de un parque en Estambul y, pronto, como ocurrió en los países árabes,
degenera en protestas contra el régimen, pero aquí ocurre al revés, son las
clases medias, urbanas y laicas las que protestan contra un gobierno islamista.
Es difícil pensar que las
mismas representan, mayoritariamente, a la opinión púbica, pero si demuestran
el inicio de la fractura entre esas
clase y la mayoría silenciosa de Anatolia, lo que representa un problema importante
para Erdogan y su gobierno, donde ya se observan las primeras fracturas entre
sus componentes.
No es posible prever la
deriva, sobre todo con una región en plena efervescencia, pero está claro que
el modelo islamista “moderado” parece empezar a resquebrajarse, sobre todo en
la Turquía que mira a Europa y occidente en general, veremos cómo se
desarrollan los acontecimientos, pero algo se mueve.