Una vez más la escoria de la sociedad, aquellos que desean destruir el sistema no se sabe muy bien para sustituirlo porqué, apoyados por la izquierda ya sea directamente o con un silencio estruendoso, han invadido las calles de Madrid. Las llamadas "marchas de la dignidad" ( que dignidad hay en asaltar sedes del PP o destrozar, incluso, el Café Gijón? ) han desencadenado, como ellos querían, una brutal espiral de violencia: los llamados antisistema, hijos de papa que viven del cuento, con zapatillas de marca y buenos móviles; los proetarras de Castilla, Galicia, con Beiras a la cabeza, etc ; los neoterroristas del SAT y su repugnante dirigente Sánchez Gordillo,. han desencadenado una ola de terror con mas de 70 policías heridos y los detenidos ya en la calle, que justicia es ésta?, que democracia es la que permite que apaleen y casi maten a la policía y los neoterroristas se vayan de rositas?. Lo mismo ocurrió en el Gamonal, Burgos, y ahora los dirigentes de aquella historia se codean con los etarras en el País Vasco
Y el gobierno, que hace? porqué las cifras no son al revés?, 60 neoterroristas heridos y a la cárcel y ningún policía lesionado. Acaso no ven como actúan las fuerzas de orden público en democracias como EE.UU., Reino Unido o Francia, donde la policía casca que da gusto, como es posible que estos grupos salvajes sigan campando alegremente por Madrid y otras ciudades, donde están los derechos de los ciudadanos?, para que vale la democracia si los violentos se imponen en la calle y no permiten el disfrute de la gente?.
De la oposición ni hablamo, la lenguaraz Valenciano callada como lo que es y el falaz Rubalcaba, silencio absoluto, de los demás partidos ni se sabe ni se les espera, por supuesto IU que tenía al frente de la manifestación al ladrón de supermercados, aunque no condenado, Sánchez Gordillo, que va a decir? si está en sus genes totalitarios y asesinos.
Es esto democracia? yo creo que no y si lo es no estoy seguro de que valga la pena, si los honrados ciudadnos no pueden andar tranquilamente por las calles de sus ciudades y encima tienen que pagar los destrozos de los vánadloa, pues apaga y vámonos.
Con esta gente el buenismo no sirve y el gobierno debe seer firme en la represión al igual que en la invasión de Ceuta y Melilla, pues no vengamos con el rollo del pobre emigrante, no hay mas que ver como saltan y los cuerpos que tienen, amén de como se organizan para saber que la mayoría son los reflujos de las salvajadas del inhóspito continente, salvajadas que luego se repiten en nuestras ciudades y que van, entre unos y otros a convertir nuestra querida Patria en un remedo de Burkina Fasso o Corea del NOrte.
Creo que la ciudadanía, seamos del color político que seamos, debemos exigir firmeza y sanciones para evitar que estos desmanes de aquí y de nuestras amadas ciudades de Ceuta y Melilla desemboquen en una España inhabitable.