jueves, mayo 21, 2009

Rodríguez, ¿el nuevo Perón?

Pensábamos que éramos un país moderno, que formábamos parte del selecto club de las naciones mas desarrolladas económica, política y socialmente, se nos invitaba, aunque fuese por la puerta de atrás y a precio todavía no conocido, a las reuniones de los grandes y futuros grandes. Somos, éramos mas bien, la octava potencia económica del mundo, en fin parecía que habíamos roto nuestro histórico aislamiento y subdesarrollo, que no provienen de la época de Franco, sino de, por lo menos, un siglo y medio antes.

España, desde el año 1959, se desarrollaba y ese desarrollo conllevaba anhelos democráticos y modernidad, que parecieron empezar a sustanciarse a partir de finales de los ’70. Los diversos gobiernos, con mucho errores, sobre todo en los temas referentes a la estructura del estado y cesiones a los separatistas, pero con indudables aciertos, parecían ir incardinando a la nación en los estamentos internacionales mas importantes: OTAN y UE esencialmente.

Sin embargo desde hace 5 años, este país está dirigiéndose y a gran velocidad, hacia unas estructuras que solo tiene parangón en dos países: Argentina y México.

Es verdad, que el anterior dirigente socialista, en ese afán de la izquierda de dominar todos los resortes y perpetuarse en el poder, intentó “priizar” a España, no debemos olvidarlo, haciendo del PSOE el partido-estado y manteniendo, a su derecha, un partido relativamente débil, el PP y una constelación de partidillos, como el PCE, luego IU y los nacionalistas y regionalistas. Esa jugada le dio bastante buen resultado, aunque no los 80 años del PRI, pero si lo suficiente para dejarnos al borde del desastre, con un paro galopante y unas cuentas exhaustas.

Pese a ello, es cierto que empezó una labor de modernización de las estructuras socioeconómicas y no dudó en confrontar con los sindicatos, sindicatos que pese a su aquiescencia izquierdista, eran razonablemente autónomos.

Con el Presidente Aznar, se dieron pasos agigantados hacia esa modernización de España, si bien es cierto que sus cesiones a los nacionalistas fueron excesivas y que sus reformas, en la mayoría de los casos, se quedaron a medio camino, mas como esbozos de futuro que como realidades de hecho.

Con la llegada del Presidente Rodríguez se produce un giro radical. No solo su gobierno empieza con una anómala situación y una presión chantajista desde la calle y atizada por diversos medios de comunicación, con la excusa del brutal atentado del 11M, sino que desde el primer día opta no solo por la confrontación brutal con el principal partido de la oposición, sino que apoyándose en los enemigos de España, los nacional separatistas, intenta la pura desaparición del referente de la derecha española.

En aras de ese objetivo, no duda en hacer uso de todos los resortes del estado, puestos a disposición de partido socialista: desde la judicatura con Garzón de ariete, la policía convertida en otro instrumento del PSOE o los medios de comunicación estatales.

Esta ofensiva culmina con el intento de pactar con los asesinos etarras, acuerdo que no llegó a fructificar por la firme repulsa de la ciudadanía que, cívicamente, salió a la calle para rechazar el entreguismo y la traición.

Hasta ese momento, Rodríguez tenía controlados los aparatos del estado y a la sociedad, por lo que la renovación de su mandato en las urnas fue relativamente sencilla. Seguía el típico manual del control autoritario del poder y parecía dirigirse hacia los mismos objetivos de su antecesor, González, de mexicanizar España, aunque tenía que contar, más por convicción que por necesidad, con los separatistas.

La crisis económica cambiaría la orientación y dirigiría la estrategia del Presidente hacia la “peronización” y para ello convirtió no solo en actores principales sino en los rectores de la acción socioeconómica a los sindicatos. A cambio de ese control y las prebendas económicas se aseguraba la paz social, elemento que le falló a González. Se aseguraba que la crisis, con su tasa brutal de paro, el derrumbe de las reservas económicas de familias y empresas y el hambre, que ha surgido en ciertas zonas, no desembocase en un estallido social que acabase con su gobierno.

Así, el discurso del Presidente es cada vez mas peronista, comparable al empleado por el General Perón y su Evita. Cada vez habla mas hacia “sus descamisados”, prometiéndoles su protección, para que esa demagogia, apalancada desde las cúpulas sindicales, consiga el “milagro” de que las manifestaciones de las organizaciones sindicales se realicen, no como en el resto del mundo contra el gobierno de turno, sino contra los gobiernos regionales, siempre que sean del PP y contra los empresarios, claro, los pequeños y medianos que ya han visto cerradas mas de 100.000 empresas, no contra los amigos del poder, los grandes empresarios.

Así, la alianza sindicatos, PSOE, estado, permite la supervivencia política de Rodríguez, aunque, al igual que en la Argentina de Perón, se consiga sobre la base de empobrecer a las clases medias, deteriorar el tejido productivo y expulsar a los mas débiles, pues esa es la ironía de esta alianza: quienes sufren son las capas mas débiles de la sociedad: la gente joven, los trabajadores no cualificados o semicualificados o los emigrantes, que forman la inmensa mayoría de los mas de 4 millones de parados. Junto a ellos los autónomos y pequeños empresarios, mientras que los grandes empresarios y banqueros siguen recibiendo el momio por parte del estado, es decir de todos nosotros, y los trabajadores de las grandes empresas apenas sufren el embate de la crisis.

Este es el panorama español de hoy, tan cercano a la Argentina de mediados de los ’50 y tan lejano a la modernidad y productividad de los grandes países, esos a los que íbamos a superar en poco tiempo, según decía nuestro Presidente. La realidad nos está poniendo en nuestro sitio y la desastrosa línea del gobierno nos acerca mas al balcón de la Casa Rosada que al pórtico de la Casa Blanca o al patio del Elíseo, situándonos, otra vez, no en el corazón de Europa sino en la frontera de África.

jueves, mayo 14, 2009

Así están las cosas

Ayer noche asistimos a dos espectáculos bochornosos y lamentables: por un lado, la mayoría de los aficionados del Atlethic Club y del FC Barcelona silbaron al Rey, al himno de España y enarbolaron banderas separatistas. Por otro, TVE censuró las imágenes de estos hechos en el mas puro estilo del totalitarismo rampante. En este post me voy a referir al primer asunto.

La algarada separatista no creo que sorprendiera a nadie, mas de 30 años de aquiescencia a los postulados nacionalistas, la búsqueda de acuerdos con ellos, primero en la transición, cediendo en todo para alcanzar la “democracia” y después entregándoles lo poco que quedaba del poder del estado para contar con su voto a la hora de gobernar o apoyar los presupuestos de turno.

La ambición política y la cobardía moral de los grandes partidos nos ha conducido a que durante esos años se haya ido erosionando el concepto de Nación y, sobre todo, de la nación española, sustituida por “nacioncitas” como Cataluña, País Vasco o Galicia a la que se han añadido Andalucía y otras.

El control por los separatistas de los aspectos fundamentales para el adoctrinamiento ideológico, educación y medios de comunicación, ha llevado a un par de generaciones de jóvenes catalanes, gallegos o vascos, a los que se ha presentado España como el opresor de sus “paisitos” y a la lengua española como el vehículo de esa dominación, ha ir acumulando un odio tremendo contra los “opresores”.

Frente a ello, ni el PP ni, sobre todo, el PSOE han hecho prácticamente nada, ítem mas, cada vez les han entregado mas parcelas de poder a las organizaciones políticas que desean la desintegración de España. Esa política ha sido llevada hasta extremos de locura desde la llegada de Rodríguez al gobierno de la Nación. Sus acuerdos en Cataluña con los neoterroristas y separatistas de Esquerra, en Galicia con los también neoterroristas y separatistas del BNG y sus coqueteos con ETA y su entorno en Vascongadas, han exacerbado los ánimos de victoria de los radicales, que han encontrado un elemento fabuloso de propaganda en el partido de la final de Copa del Rey.

Ante la mirada de algunos de los culpables de esta situación: el Rey, hablando se entiende la gente, Montilla, Presidente autonómico de la Cataluña del Estatuto y de la erradicación del español, Patxi López, nuevo Presidente del gobierno vasco cuyo pasado hace mas que dudosa la lucha contra el dominio nacionalista, empezando porque las banderas españolas ni se huelen en su despacho o solapa, ministros del gobierno rodrigueril, etc., ante esos culpables se desarrolló la parafernalia separatista, sin que ninguno tuviera el mas mínimo gesto de dignidad, como abandonar el estadio u otro gesto, aunque fuese simbólico, de rechazo.

Este es el país que tenemos, estos son los gobernantes y políticos en general que dirigen el cotarro. No les importa la destrucción de España siempre que puedan seguir montando en coche oficial y ganando un sueldo que les evite el tener que trabajar en labores que les obliguen a esfuerzo alguno, intelectual casi imposible, pues la mayoría deben dar un encefalograma plano y físicamente, es muy duro doblar el espinazo para “currar”.

Tampoco la sociedad en su conjunto nos libramos de esa cobardía y/o indiferencia, pues año tras año permitimos que en diversas zonas de España la libertad se vaya reduciendo y la españolidad desaparezca, sin que por ello dejemos de votar a los mismo impresentables, sin reaccionar de ninguna forma y siguiendo mirando para otro lado, cuando no escondiendo la cabeza como los avestruces a ver si escampa, pero..¿y si no lo hace?.

lunes, mayo 11, 2009

Santo Padre, me preocupan ciertas actitudes

En estos días estamos asistiendo a uno de los viajes más difíciles del Papa, el que realiza a Jordania e Israel, a Tierra Santa. El periplo no es fácil, la situación de la zona hace que Benedicto deba andar con pies de plomo, pues sus discursos van a ser analizados al milímetro.

Las tensiones surgidas, primero con el mundo musulmán a raíz del discurso de Ratisbona y, posteriormente, con los judíos a raíz del asunto del obispo lefevbriano Williamson y su negación del Holocausto, han puesto en entredicho la postura de la Santa Sede con ambas partes.

Sin embargo, a mi entender, se están produciendo, respecto a la posturas mantenidas ante los musulmanes, unas rectificaciones que son un tanto excesivas. He detectado que desde los violentos pronunciamientos de los líderes musulmanes ante el discurso en la ciudad alemana, el Vaticano ha seguido una política un tanto sinuosa, pero de evidente retroceso y concesiones al Islam. La sutileza vaticana ha dejado ver demasiadas “querencias” hacia los musulmanes.

Pero si las palabras ya mueven a cierta preocupación, los gestos también y el ejemplo del Papa, durante una audiencia en la Plaza de San Pedro, permitiendo a dos jóvenes que le pusiesen el pañuelo palestino, cuando menos rechina. Personalmente, me recordó un gesto similar con el Presidente Rodríguez y el símil me genera rechazo. No podemos olvidar que ese pañuelo no es un signo de paz, ni siquiera de un pueblo, es el símbolo que utilizan los terroristas y sus adláteres en todo el mundo: lo usó, para cubrir su calva, el extinto terrorista Arafat, lo usan los de Hamás, los del FPLP, y demás grupos terroristas y, también la “progresía” que apoya a esos asesinos, por lo que el gesto del Papa fue inquietante y eso, en una diplomacia tan hábil como la vaticana, no suena a “error”.

Pero también las palabras son peligrosas y las que el Santo Padre ha dedicado hablando de una nueva alianza opuesta quienes defienden la existencia de un choque de civilizaciones, es un respaldo a las teorías promusulmanas tipo zapateriles y un rechazo de las tesis de Huntington.

Reconozco que me siento un tanto desasosegado con estos hechos, que tampoco son nuevos, pues históricamente, el mundo cristiano árabe ha estado muy cerca de los terroristas, defendiéndolos como héroes de la libertad de su pueblo (el palestino); que los líderes religiosos, como el actual Patriarca Latino, son árabes y sus pronunciamientos suelen ser muy pero que muy sesgados hacia el lado palestino. Esta situación me recuerda en demasía al País Vasco y a sus pastores abertzales.

No debemos olvidar que desde hace 14 siglos, el Islam ha sido el gran enemigo de la Cristiandad, que, sin ninguna razón y ya desde sus inicios, atacaron a los cristianos y los expulsaron de Medio Oriente o Norte de África y que en nuestros días siguen exterminando a los cristianos.
No se puede ignorar que en los países musulmanes, salvo excepciones, no se puede practicar el cristianismo ni tener templos o que los islámicos, no los judíos, han expulsado de Tierra Santa a nuestros hermanos en la Fe, expulsiones acompañadas de vejaciones cuando no de muertes.

También se debe recordar que el Islam ampara actitudes totalmente contrarias no solo al cristianismo sino a los derechos humanos: lapidaciones por adulterio, poligamia, ablación del clítoris, corte de manos a los ladrones, etc., por lo que se me hace muy difícil considerar que podemos forjar algún tipo de alianza de principios o valores con quienes defienden es tipo de acciones.

Por ello, las palabras y los gestos del Papa Benedicto me chocan, me desazonan y me desagradan y, sobre todo, me preocupan, porque detecto un cierto entreguismo. Lo siento, Santidad pero no puedo compartir sus criterios al respecto.

sábado, mayo 02, 2009

1º de Mayo: una cínica manifestación

La manifestación del 1 de mayo en Madrid, resultó bastante cínica. Los convocantes se movilizaron contra los empresarios, el Banco de España y el PP, pero ni palabra del gobierno. Para mas cinismo, exponentes del partido que sustenta el gobierno, como Leire Pajín, con unos ingresos superiores a los 12.000 euros al mes, se manifestaban contra…el paro. Mas cínico aun, el Ministro de Trabajo, el hombre que 48 horas antes de que saliesen oficialmente las cifras del paro, que el ya conocía, negaba que llegásemos a las 4 millones, celebraba la fiesta en Cataluña con CC.OO, U.G.T. y el Presidente catalán.

Por si el esperpento fuese insuficiente, el dirigente de U.G.T., buen aficionado a los puros, güisqui de marca y manjares de calidad, amenazó a las Cortes con una huelga general si aprobaban medidas que a él no le interesaran.

Es lógico que el Sr. Méndez y el Sr. Toxo, cuyos historiales laborales sería interesante conocer, no quieran que se aporten medidas para frenar el paro y crear empleo, porque los ere´s les dejan pingües beneficios en su tramitación, ¿tal vez hasta el 7% de la indemnización de cada trabajador?.

Evidentemente, los sindicatos han acudido en masa a la llamada del Presidente Rodríguez a darle cariño, es verdad que cariño de prostituta, un tanto mercenario, pues nos ha costado a los españoles 15 millones de euros sólo de los presupuestos de estado. Cara nos ha salido la paella degustada por Corbacho, Montilla y los líderes catalanes de CC.OO. y U.G.T..

Verdaderamente es repugnante el chalaneo entre quienes deberían defender a los trabajadores y parados con el gobierno responsable de que este país tenga el mayor número de parados de su historia. Que esas organizaciones se hayan convertido en la policía laboral del régimen, frenando las actuaciones de los trabajadores mediante su ejército de más de 300.000 liberados cuyas funciones, aparte de la mencionada, son un tanto desconocidas.

Igualmente es sarcástico que se manifiesten contra los empresarios, en un momento en que las empresas están cerrando debido a la falta de financiación, causada por la incapacidad o más bien, falta de voluntad del gobierno socialista de exigir a los bancos que abran líneas de crédito a las pymes. Claro que los miles de millones de euros que hemos pagado los españoles están sirviendo para que los banqueros y constructores amigos de Rodríguez, Sebastián, etc. eviten la quiebra, porque hay que decirlo alto y claro: NUESTRO DINERO ESTÁ SIRVIENDO PARA TAPAR LOS AGUJEROS DE LOS GOLFOS AMIGOS DEL GOBIERNO y como ejemplo hay está Caja Castilla La Mancha y las razones de su quiebra.

Estos sindicatos parasitarios, defienden a este ejecutivo y a este partido, atacando a los empresarios, olvidando que la inmensa mayoría del tejido empresarial español, el que crea empleo y riqueza, está formado por las pequeñas y medianas empresas, esas a las que la actitud Rodríguez y los sindicatos están condenando a la desaparición y, con ello, lanzando al desempleo a millones de ciudadanos.

Eso es lo que defienden los Méndez y los Toxo, eso y el clientelismo, porque “lo social” no es dar ayudas, es decir el PER, cuando se acabe el subsidio, eso ya lo vivimos en Andalucía y Extremadura lo que ha condenado a las dos regiones al culo de España y de Europa en riqueza y empleo y, eso sí, primeras en parasitismo y en verdadera compra de votos. Eso es lo que el PSOE quiere para toda España y los sindicatos, alimentados por nuestro dinero, les secundan. Pero lo verdaderamente social, es que la gente tenga empleo, que pueda decidir en que trabaja y que no tenga que mendigar unos euros a cambio de un voto, porque eso aniquila la dignidad de las personas y ningún partido ni sindicato o cualquier otra institución que se precie puede admitir eso y quién lo hace debe ser rechazado por la ciudadanía y enviados, ellos sí, al paro institucional.